Con el éxito de The Haunting of Hill House, Mike Flanagan (director de Doctor Sleep, Hush) continúa la serie antológica “The Haunting”, ahora con The Haunting of Bly Manor, con varios de los mismos actores del elenco de «Hill House» (Victoria Pedretti, Oliver Jackson-Cohen, Henry Thomas, Carla Cugino, Kate Siegel), pero ahora con la historia de esta antigua mansión inglesa. Las dos temporadas no están conectadas de ninguna forma en cuanto a narrativa.
La trama de The Haunting of Bly Manor está inspirada en la novela de terror escrita por Henry James, The Turn of the Screw (1898), que también tuvo una famosa adaptación en 1961 bajo el nombre de The Innocents, protagonizada por Deborah Kerr y dirigida por Jack Clayton.
Esta nueva versión de Netflix se centra en una joven au pair estadounidense que se postula para cuidar de dos niños huérfanos en una antigua mansión de Bly, hasta que pronto las cosas empiezan a parecer cada vez más extrañas y terroríficas, como podíamos suponer.
Fantasmas, posesiones y romance
Con toques del gótico, se desenvuelve una historia que comparte drama, horror, amor y fantasmas. Al principio muy fiel a la novela, mientras con el pasar de los episodios toma su propio rumbo con el desarrollo de los personajes hasta ampliar la narrativa y construir una historia más compleja.
La trama principal está ubicada en los años 80, mientras con varios flashbacks nos van mostrando el pasado de varios personajes e incluso el punto que marcó un antes y después en la tenebrosa mansión de Bly. Con un explicativo penúltimo episodio, “The Romance of Certain Old Clothes”, basado en una novela corta del mismo autor, construyen un relato en blanco y negro que muestra una visión sobre el suplicio de estar entre la vida y la muerte, sin pertenecer realmente a ninguna. Un episodio que sin duda se gana la denominación de “perfectly splendid”.
El tormento del dolor y la culpa
Al igual que en The Haunting of Hill House, en esta historia el dolor también es la parte crucial del tormento con el que viven los personajes. El terror psicológico se asoma desde la culpa y el remordimiento de sus actos (la figura que frecuentemente ve Dani y el doppelgänger del tío), así como también desde el dolor (la relación entre Peter y Rebecca, el pasado de Viola…).
Sobre este punto, The Haunting of Bly Manor demuestra las dos caras de este tormento que sufren todos los implicados, incluyendo las almas en pena. Una interesante visión del cómo y por qué siguen vagando por los pasillos durante años, en busca de algo ya olvidado y llevándose con ellos a cualquier desafortunado que se encuentren en el camino.
“It’s me… it’s you… it’s us»
Hay un aspecto extremadamente perturbador sobre el plan de Peter Quint y la posesión de Miles y Flora que realmente no se toca. Según lo planeado, Peter y Rebecca tomarían posesión de los chicos para, finalmente, vivir a través de ellos (y… mantener su relación…). El tema de la posesión de los chicos dura poco y realmente es parte clave de la novela y la adaptación del 61, un giro sumamente oscuro que en esta versión, por el contrario, cambia rápidamente cambia de foco.
Más explicaciones de las necesarias
Si bien en el 5to episodio nos confunden un poco con un interesante laberinto de memorias, se siente algo apresurado cuando al siguiente nos bombardean de explicaciones sin dejarnos mucho tiempo para analizar el misterio del asunto. Todo lo que está por venir a partir de ahí son explicaciones que la trama realmente poco necesita (a excepción del 8vo) y esclarece todo el misterio. Ya para finalizar, en el último episodio, cuando creemos que no queda nada más por explicar, la historia se amplía un poco para dejarnos con una sub-trama más y luego revelarnos quién nos estuvo narrando durante todo este tiempo.
En resumen, en The Haunting of Bly Manor no encontrarán mucho susto pero sí una bonita historia dramática sobre amor y fantasmas con un marcado formato de televisión que no la hace sentir como una película recortada. Si son amantes de las series estándares de Netflix (ligeras, muy explicativas, sin mucha complicación), esta es una muy buena opción, pero si por el contrario se inclinan por la estructura más cinematográfica (tipo HBO), quizás mejor pasen de largo.