A veces hay tiempos difíciles y los consejos y frases de apoyo no se hacen esperar. Hay toda una gran variedad pero no puedes decir que de verdad estuviste en problemas si nadie te dijo: “Si tiene solución para qué te preocupas y si no la tiene, también.”
Yo pondría esa frase en el top ten de las más choteadas en la historia de toda la humanidad, pero también me parece que es una de las más inútiles. Técnicamente, cualquier problema o situación tiene solución. Quizá a lo que en realidad se refieren es a si esa resolución es la que tu esperabas, si es la que más te conviene o preferías otra.
Y, bueno, cómo no preocuparse si un problema no tuviera solución. ¿Qué pasaría entonces?, ¿cómo estar tranquilos si estamos en medio de una tormenta y no le vemos final? Supongo que el propósito de este tipo de dichos es mantener la esperanza y ser positivos; ciertamente, nada bueno sale de la negatividad y el pesimismo, pero un poco de realismo no le caería mal a la cuenta. A veces es más útil prepararse para lo que viene que albergar un poco de ilusión y que el golpe termine doliendo más.
Y cuando si hay remedio para el problema, tampoco podemos estar muy tranquilos que digamos porque la mayoría de asuntos no se arreglan solitos. Tal vez estar “preocupados” no sería lo más acertado, pero de que debemos mantenernos alertas, debemos hacerlo.
Cada día, cada paso, cada decisión, es un acto que nos acerca o aleja del camino que queremos y por lo tanto, de la meta que perseguimos. No nos conviene alterarnos pues la serenidad y la confianza son básicas para desempeñarnos sin nubes en la cabeza, pero demasiada calma y parsimonia quizá eviten que veamos las cosas con la perspectiva adecuada y podríamos terminar sin darle a cada cosa la importancia y la seriedad que merecen.
Me recuerda mucho a una canción de mi banda favorita que contiene una de mis frases favoritas. Zoé, en “Conspirador”, dice “La hora más oscura de la noche es antes de que salga el sol”; y eso me recuerda el balance.
Cuanto más difícil se vuelva algo, quiere decir que no tardará mucho en mejorar el panorama; pero no porque mañana salga el sol significa que ahora dejará de ser noche. Todo tiene su tiempo y su razón de ser, todo tiene un orden y un límite. Nosotros podemos hacer mucho aunque haya cosas que escapen de nuestro control.