Hace doce años, en plena gala de los Oscar, Hugh Jackman afirmó: «¡Los musicales están de vuelta!» y vaya si tenía razón. Desde ese momento, se han estrenado grandes trabajos del género, destacando La La Land o la trilogía Pitch Perfect. Pero sin duda este año es el epítome del arduo regreso de los musicales. Desde Steven Spielberg detrás del remake de West Side Story, hasta el musical intimista Annette, tendremos al menos cinco películas del género. Pero la primera en llegar es In the Heights (Jon M. Chu), un canto a los sueños y a los inmigrantes, escrito por la mente brillante detrás de Hamilton, Lin-Manuel Miranda.
In The Heights o En el Barrio, título con el que ha llegado a los cines de Latinoamérica es una reinvención del relato del sueño americano. Un canto alegre, vibrante, visualmente maravilloso, y sobre todo, esperanzador, sobre la inmigración.
En el Barrio sinopsis
Todos tienen grandes aspiraciones en Washington Heights. El protagonista, Usnavi (Anthony Ramos) es el dueño de una bodega que sueña con regresar a República Dominicana. Su interés amoroso, Vanessa (Melissa Barrera), quiere ser diseñadora de moda en el centro de la ciudad. Nina, una estudiante de Stanford (Leslie Grace) se enfrenta a la discriminación de sus colegas blancos y considera abandonar sus estudios. Mientras tanto, muchos negocios de la comunidad se están mudando o cerrando por completo.
No hay antagonismo en In the Heights musical, más que los mismos obstáculos que se presentan para cumplir tales sueños. Pero hay esperanzas y aspiraciones. Y una puesta en escena llena de números musicales grandes y rocambolescos, que reinventan el desolador drama con la que nos habían contado el sueño americano hasta ahora, en un esfuerzo de celebrar la tenacidad de los inmigrantes.
Una carta de amor a los inmigrantes
Así podríamos calificar también a En un Barrio en Nueva York, título en España. No hay una trama concreta como tal. Para ser generoso, en la película In The Heights es un entorno impulsado por los personajes, que se sumerge en la vida cotidiana de aquellos que merecen ser vistos
La sinopsis de En el Barrio se limita a la simplicidad. Un grupo de inmigrantes con sueños y problemas. Pero la producción de la película bota la casa por la ventana. El director Jon M. Chu (Crazy Rich Asians) dirige esta adaptación del debut de Lin-Manuel Miranda en Broadway, que examina a la comunidad latinoamericana en el aburguesado distrito de Washington Heights en Nueva York cargado de muchas canciones, muchos bailes, mucho color y una energía que se desborda en cada número musical.
Y sobre todo celebra la diversidad de culturas que conforman la comunidad latina, que normalmente suelen ser englobadas como una sola en las producciones norteamericanas. Aquí cada personaje tiene su identidad, moldeado por sus ambiciones, obviamente, pero también por su cultura. Está compuesta por diferentes culturas, orígenes e historias. In the Heights movie trata de fusionarlo todo en una gran celebración, pero les da voz propia.
Los pequeños detalles hablan tan fuerte como los que se sienten más grandes que la vida.
«Una producción vibrante»
Así es como muchos críticos expertos han descrito la película y es muy acertado. Desde el inicio, presentando a la verdadera estrella de la cinta, Anthony Ramos, deja muy alta las expectativas de lo que está por venir. En realidad, todos los personajes se presentan de manera memorable con un número de apertura tan asombroso e impactante como el ya icónico comienzo de La La Land. Realmente no hay límite para lo que ha creado Chu. Los pequeños detalles hablan tan fuerte como los que se sienten más grandes que la vida. Desde la comida hasta el español auténtico mezclado en el diálogo, la película se siente como en casa.
Ahora, si bien todo es admirable y entrañable, las fallas no tardan en aparecer. El mayor defecto que lo detiene en su camino hacia la perfección es su abrumadora necesidad de cumplir con diferentes historias. Chu transforma el musical en un espectáculo visual de proporciones grandiosas. Es una explosión vivaz de color, coreografía y cultura. Pero a medida que la escala crece, pierde su comprensión de la narrativa general. Como resultado, muchas de las diferentes historias no obtienen conclusiones satisfactorias.
Todo resulta en dos horas y media de canciones y bailes con breves pausas en el medio. Con un tiempo de ejecución tan extenso como este, había suficiente espacio para llegar a mejores conclusiones. Pero gracias al reparto masivo, la trama se divide en demasiadas direcciones diferentes. Dicho esto, En el Barrio el musical en sí no se siente larga ni tediosa.
Para dejar huellas
Durante año y medio, hemos estado viviendo en tiempos particularmente tristes. Es por eso que estrenar una película de celebración y triunfo en este momento se siente como una buena medicina. Nos sirve para recordar lo que somos, lo que hemos vivido y lo que está por venir.
Así que tiene mucho sentido que los estudios tuvieran reservadas sus cintas más optimistas para tiempos mejores. De hecho, durante los últimos meses de transición, las películas de tonos un poco más oscuros (Cruella o A Quiet Place Part II, por dar un par de ejemplos) reflejan hábilmente el aura sombría que como sociedad hemos atravesado por la pandemia.
En el Barrio, es una carta de amor a quienes dudan de su valía y pertenencia a esas minorías que muchas veces se subestiman.
https://www.youtube.com/watch?v=2n4CB22ZLEc
Ahora, sin embargo, es como si tuviéramos licencia para volver a sentir alegría. Y la alegría regresa perfectamente a las salas de cine con In the Heights, la primera gran película posterior al COVID y uno de los grandes musicales cinematográficos, sin excepción.
Con un impacto cultural significativo, In the Heights (película 2021) remodelará la forma en que se hace y se consume el teatro musical en lo que respecta a la experiencia cinematográfica. Veamos que logra Dear Evan Hansen en un de meses.
En el Barrio, es una carta de amor a quienes dudan de su valía y pertenencia a esas minorías que muchas veces se subestiman. Lo mejor de todo es que sostiene un espejo para aquellos que se sienten invisibles en el ojo de la representación y los celebra en voz alta y orgullosos. Puede que no tenga el guion más elaborado, pero el mensaje central es alto y claro, y eso es lo que importa por encima de todo. La película es notable. In the Heights es una experiencia tan placentera como debe ser un buen musical, inyectando una luz audaz en el género que vuelve con fuerza. Velo en la pantalla más grande posible, preferiblemente en un cine equipado con parlantes que pueden hacer sonar sus huesos. Por supuesto, cuidando las medidas de bioseguridad.