El género de los muertos vivientes se ha mantenido a largo plazo en el cine, historias de individuos que intentan sobrevivir en medio de un virus que acaba con todo a su paso junto a cambios en el status quo de una sociedad que no funcionará tal como una vez fue conformada. Hablar del género zombie involucra una involución social, donde sólo sobrevive el más fuerte y prevalece un nuevo conjunto de valores. I Am Hero es una película que no cambia lo establecido, pero que decide arriesgarse a partir de sus personajes.
Director gamer
I am Hero es un manga escrito por Kengo Hanazawa que comenzó a publicarse en Big Comic Spirits, en la revista Shogakuhan en el año 2009. Su premisa no distaba de otras obras del género zombie, la diferencia: el público al que estaba dirigido.
En la obra de Hanazawa conocemos a Hideo Suzuki, un perdedor que se resigna a no haber alcanzado un mayor puesto en la industria del manga. Trabaja como asistente de una editorial de manga, pero continuamente se culpa de no haber sido más, vive en constantes bucles de «qué hubiera pasado si», incluso tiene protocolos de cómo actuaría frente a una situación de alto riesgo.
En esta adaptación Shinsuke Sato, la tragedia no se enfoca en percibir cómo Suzuki se ahoga en la miseria de un mundo que desconoce, sino más bien en ofrecer un relato gore en medio de una realidad apocalíptica. Sato cuenta con una trayectoria considerable en el campo de adaptaciones japonesas, destacando entre ellas el live action de Gantz e incluso el diseño de algunos personajes para juegos (Tekken 4).
Más allá de los zombies
Cuando toma como referencia The Walking Dead, The Last of Us, entre obras del mundo zombie, lo importante no se fija en torno al origen de un virus, sino frente a las actitudes de los protagonistas, al cambio de status en la sociedad, las reglas cambian para responder a criterios de supervivencia.
En I Am Hero, Suzuki se ve inmerso entre zombies y desgracias, lo distinto prevalece en otorgarle soluciones a los problemas de una forma original y de brindarle a los zombies unas características que los diferencian de otros muertos vivientes. Aquí incluso se cuestiona el tema de la identidad del muerto viviente y si puede existir un limbo para ciertos individuos.
El ritmo de la película puede desesperar en cierto punto, pero en determinadas ocasiones se justifica para presentar a un personaje protagónico demasiado «normal». Suzuki se verá forzado a salir de su propia comodidad para poder protegerse y ver un mañana, más no de una forma repetitiva tal como sucedería en un film norteramericano.
Podría codearse con otras cintas asiáticas del género zombie tal como Train To Busan y deja abierta la posibilidad de una presunta secuela. Su director consolida una propuesta sólida que se ejecuta de forma compacta para dar una idea general de lo que propone el manga.
@Chdnk