El Adiós
Ronaldinho pasaría de manera deslucida por tierras mexicanas, sus actuaciones con el equipo mexicano serían discretas, sus salidas nocturnas se convertían en una constante, sobre todo al irse de los estadios al salir de cambio en los minutos finales de los encuentros. Sin embargo, logró liderar el equipo al llevarlos a la primera final de la liga mexicana; lamentablemente en esta ocasión no pudo salir victorioso al ser derrotado por el Santos Laguna.
A pesar del resultado final, Ronaldinho dejaría un gesto para el recuerdo de las pupilas de los aficionados al robarle la pelota al portero rival, quien se preparaba para realizar un saque de meta y con el balón en el aire Dinho se «avivaría» y golpearía la esférica para realizar una anotación que hubiese cambiado el destino final del encuentro, pero el árbitro decidió invalidar la acción al pitar falta.
En el verano del 2015, Ronaldinho decidiría rescindir de su contrato (bajo acuerdo con la directiva del club) y convertirse así en agente libre. Sus números finales con el club mexicano quedarían definidos por 9 goles y 8 asistencias en 28 partidos.
Ronaldinho ensimismado de no alejarse de las canchas de fútbol y confirmar aquello que era evidente ya, su retiro del deporte que tantas alegrías que le dio y decepciones regaló. Decidiría el 11 de Junio del 2016 por el club Fluminense de Brasil, en un último intento de conservar ese orgullo futbolístico. Sin embargo, la lucha entre lo que le permitía realizar su físico y lo que quería su mente, terminaría con un desenlace desfavorecedor para su figura como jugador.
Antes de desvincularse de manera total con el club brasilero, la vida le tendría un partido especial, el 01 de Agosto del 2015 enfrentaría al equipo que lo vio crecer y formarse como jugador, el Gremio de Porto Alegre. El resultado final (1-0) sería victoria para el equipo de Ronaldinho. En este sentido, el jugador rescinde su contrato con el club el 29 de Septiembre del 2015.
Ya en la actualidad, el pasado 03 de Septiembre del 2016, el F.C. Barcelona anunciaba que contrataba a Ronaldinho, una noticia que remueve el pasado y asemeja a aquella noticia que ocupaba los titulares de los diarios deportivos del verano del 2003. Sin embargo, el jugador no regresaría a las canchas fútbol por el equipo dirigido por Luis Enrique, el astro brasilero formaría parte de una estrategia de marketing para la inauguración de una extensión administrativa del club blaugrana en la ciudad de New York.
Por consiguiente, el 07 de Septiembre, Ronaldinho aprovechando los medios de comunicación del evento del club, anunciaría su retiro de las canchas, el adiós definitivo al fútbol.
«Ya no tengo 26 años y estoy mirando qué vamos a hacer para finalizar la carrera. La idea es jugar un año más»
Declaraba un nostálgico Ronaldihno
Además, el astro brasilero anunciaba que jugaría un años más, un último periodo para deslumbrar hasta donde el físico le permitiese, según para dedicarse a una de su grandes pasiones, la música.
«La música es mi segunda pasión, creo que si no fuera jugador me dedicaría a la música»
En este sentido un jugador único en su especie dice adiós. Una despedida anunciada para alguien que el fútbol le regalo aquello que en su vida carecía. Como criticar su estilo de vida si de no tener -casi- nada pasó a tenerlo -casi- todo.
Conquistó cada rincón del mundo con su carisma y alegría, regalando sonrisas allá donde fuera. Inmortalizaste un saludo que era solo usado por surfistas, el pulgar y el meñique siempre en alto; esa buena vibra que derrochabas en cada anotación.
En fin, en la memoria quedarán aquellos regates, goles y hazañas conseguidas; esos pases en profundidad con la mirada a otro lado para desconcertar la defensa; al más puro estilo Magic Johnson. No importaba que no que miraras fijamente al jugador, ya el destino estaba elegido.
Como olvidar aquel fantástico punta pie frente al Chelsea que dejó sin opciones al guardameta Peter Cech, el fantástico gol frente a Inglaterra en la Copa del Mundo 2002, la acrobática chilena frente al Villarreal que anotaste sin ángulo, el tiro libre ejecutado a ras del suelo frente al Werder Bremen; un pase al arco rival y por último el brillante disparo que clavaste en un ángulo al Figurinense; encuentro en el que rompiste en llanto ante el fallecimiento de tu padrastro, lo cual solo aumentaba tu grandeza como persona; ya que la vida te golpeaba y tu seguías jugando y pidiéndola.
Me quedo con esa enseñanza, ante las desdichas de la vida seguí intentándolo y sonriendo en el camino.
No pudiste ganar más títulos porque el destino no quiso. La pelota te llora, incrédula ante tu despedida, seguro te extrañará con sosiego. Eras un jugador al que todos buscaban imitar, pero tu magia con el balón era inigualable, recibías un bloque y de seguro lo podías convertir en algodón.
Te fuiste de F.C. Barcelona pero dejaste en un argentino el destino del club, por encima de las rivalidades existía el compañerismo, vaya que ha sabido como respetar tu dorsal. En la selección un atrevido chico evitar que ese fútbol fantástico de los regates imposibles no se pierda. Ambos son herederos dignos de tu juego.
Si decidiste cantar luego de maravillar las canchas, pues bien, si decides luego bailar; que bien. Allá donde vayas seguí regalando aquello que parece no terminas de dar, alegría.
Hasta luego, ídolo.