El Renacer
Brasil cuna de grandes estrellas del fútbol mundial, pasaría a ser un país exportador de talento emergente a uno importador de figuras consolidadas. Ronaldo y Adriano, por mencionar algunos, quienes luego de lucir en el continente europeo regresarían a su país natal con el objetivo de recuperar sensaciones y continuar ofreciendo esos últimos cartuchos de calidad que le sobraban. Ronaldinho seguiría el mismo destino de sus compañeros.
En este sentido, Ronaldinho llegaría a las filas del Flamengo, cambiaría las rayas negras y rojas verticales por las horizontales. Indiferentemente de su momento deportivo, equipo donde llegase, el astro brasilero despertaba expectativa e ilusión.
En su primer año con el equipo (2011) el crack brasilero optaría por jugar en otra posición diferente en el campo de juego, de pasar a la vertiginosa y exigente banda izquierda, se ubicaría como un mediocampista mas centralizado y generador de juego. Su condición física ya no era la misma, en lugar de correr, dosificaría su esfuerzo y haría a los otros jugar. Como un maestro titiritero, Ronaldinho trazaría los hilo y dirigiría a su nuevo equipo a disposición.
Ronaldinho conseguiría recuperar aquella sonrisa y descaro que le caracterizaba, como fue mencionado, el jugador era el reflejo anímico y deportivo de el equipo, si él se divertía, la hinchada disfrutaba. En el 2011, el Flamengo liderado por el crack brasilero conseguiría alcanzar los 3 títulos principales de la competición local, al conseguir el campeonato carioca; ganando inicialmente el Trofeo Guanabara, la primera ronda de la liga. Así mismo, conquistarían el trofeo río, un trofeo regional. Ronaldinho iniciaba así su particular conquista de América.
Las grises estadísticas y rendimiento evidenciado en Italia darían un vuelco general. Ronaldinho volvía a brillar en el terreno de nuevo y era líder de su equipo. El jugador terminaría el año 2011 con 21 goles y 10 asistencias en 52 partidos. El panorama del 2012 se avecinaba expectante. Sin embargo, las salidas nocturnas del jugador ocasionarían roces con la hinchada radical del equipo, la torcida. Habilitando líneas telefónicas independientes para que cualquiera denunciara si veían al astro brasilero en malas andanzas.
Aun así, el astro brasilero seguía demostrando que su calidad seguía intacta, su vida personal nocturna no afectaba -en ese entonces- su rendimiento en la cancha. El jugador comandaría el equipo; siendo el principal artífice y figura del conjunto del Flamengo en la Copa Libertadores, al ser el generador de la mayoría de las opciones de gol del conjunto.
Pero una serie de faltas injustificadas, problemas de pago debido a la actualidad económica del club haría que el jugador abandonara el equipo de manera legal en Mayo 2012. Ronaldinho diría adiós a su etapa en el Flamengo con 7 goles y 7 asistencias en 20 encuentros.
4 de junio del 2012, Ronaldinho ficharía por el Atlético Mineiro y conseguiría en equipo ideal para su despliegue total de fútbol durante su etapa en Brasil. El astro brasilero iniciaría su etapa en el conjunto blaqui-negro el 9 de junio del 2012 en la 4ta fecha del campeonato carioca frente al Palmeiras, el encuentro finalizaría (0-1) a favor del nuevo equipo del crack brasilero.
El jugador mostró un alto nivel de juego, realizando grandes actuaciones al anotar 9 goles y brindar 12 asistencias en 32 partidos. Las intermitencias de las luces y sombras de su rendimiento se mantendrían durante un largo periodo en el lado brillante.
Ronaldinho sería consagrado como mejor futbolista del brasilerao en la edición del 2012 con el baló de oro, máximo premio individual del campeonato. Nuevamente su desempeño sería reconocido y su talento premiado. el crack brasilero estaba lejos de aquel que maravilló en Europa, pero un 25% de su talento era suficiente para marcar la diferencia con el resto.
Ronaldinho cobrando un penal con el Atlético MineiroLa historia es cíclica y el fútbol no es ajena a ella, Ronaldinho consagrado como el mejor de Brasil comandaría al Atletico Mineiro en la consecución de la edición 2013 de la Copa Libertadores, tal cual sucediera durante su etapa en el F.C. Barcelona cuando consiguió el Balón de Oro y ganase meses después la UEFA Champions League. Por consiguiente, el club brasilero disputaría por 3era vez en su historia una final de la máxima competición de Sudamérica. El club Atletico Mineiro se impondría en los penales al club paraguayo Olimpia con un marcador global de (4-3).
En este sentido Ronaldinho se proclamaría como rey de América, logrando una hazaña futbolística al alcance de ciertos privilegiados, al ser el 6to jugador en conseguir ganar la UEFA Champions League y la Copa Libertadores, proeza lograda anteriormente por jugadores como Cafú, Dida, Roque Junior, Carlos Tévez, Walter Samuel y Neymar. Dinho formaba ya parte del Olimpo del fútbol, un campeón global.
Con el cierre de un destacado 2013, Ronaldinho anotaría en total 17 goles y ofrecería 14 asistencias en 38 partidos. En este sentido, llegaría un 2014 personalmente agridulce para el jugador. Ronaldinho sería consagrado como el Mejor Futbolista de Sudamérica, arrasando en la votación al recibir 156 votos. Además, también formó parte del 11 ideal de América de aquel año. Con tales credenciales locales, y en víspera de la Copa del Mundo del 2014 a celebrarse en Brasil, nuevamente el clamor de la afición brasilera pediría la inclusión del jugador entre los nombres a conformar la plantilla carioca. Otra vez sería ignorado.
¡Yo te hubiera llevado, maestro!»
Diego armando Maradona
Declaraba un indignado Maradona en un programa de televisión ante la ausencia del astro brasilero en la Copa del Mundo, espacio donde entrevistaría al jugador ya en su nuevo equipo, los Gallos Blancos de Queretano, México.
En este sentido, Ronaldinho daría fin a su grandioso regreso a tierras brasileras en verano del 2014 con unos flojos números, al anotar 1 gol y ofrecer solo 2 asistencias en 15 partidos. El 05 de Septiembre del 2014, Olegario Vazquez Aldir, dueño del club mexicano anunciaba vía Twitter la llegada del jugador a tierras mexicanas. En resumen, un retiro no anunciado.