Después de ver Black Wido (Viuda negra, 2021. Dir. Cate Shortland) se confirma que la película en solitario de esta vengadora ya estaba retrasada antes de la pandemia. Sí, se estrenó un año después de lo previsto a causa de los cierres masivos de las salas de cine por la propagación del coronavirus; lo cierto es que el personaje de Scarlett Johansson merecía su propia película desde hace muchos años, y no es solo vergonzoso que no lo haya hecho; es francamente ridículo.
Viuda Negra pasó de ser un personaje secundario y extremadamente sexualizado (en su debut en Iron Man 2) a una de los Vengadores más queridos. No hay duda de que es la luchadora más hábil de todos los Vengadores, ya que sin tener mejoras biológicas o tecnológicas, es una máquina de luchar y matar como resultado de un pasado oscuro que implica un duro entrenamiento que se remonta a su infancia, comenzando cuando su madre permitió que se la llevaran para convertirse en una de las armas definitivas de Rusia. Esta y otras partes de la historia de fondo de Natasha Romanoff son el foco de Black Widow.
Tan solo hace dos años, en Avengers: Endgame, fuimos testigos de la desaparición de Natasha Romanoff. Fue un final emocional y repentino para un personaje querido. Pero es Viuda Negra (2021) su verdadera despedida. Su premisa como un spin-off híbrido, es una secuela de Captain America: Civil War y una precuela de Avengers: Infinity War. Y no es la típica historia de origen, es un recordatorio aleccionador de las raíces de Natasha como una asesina a sangre fría.
Sinopsis de Black Widow
La película Black Widow comienza con un flashback que revela la idílica y falsa infancia de Natasha en los suburbios estadounidenses junto con su pseudo-familia. Una «hermana» Yelena (Florence Pugh), una «madre» Melina (Rachel Weisz) y un «padre» Alexei (David Harbour), el superhéroe soviético inactivo Red Guardian. Después de que su tapadera es descubierta, las niñas son separadas de sus padres y se convierten en sujetos involuntarios de un programa ruso de alto secreto, Red Room.
Después de esa perturbadora escena de apertura, Black Widow se posiciona entre Civil War e Infinity War con Natasha como fugitiva. Natasha reúne a su «familia» una vez más para acabar con Red Room antes de que más viudas como ella y Yelena puedan convertirse en armas letales en todo el mundo.
Un thriller de espías en todo su esplendor…
Las apuestas elevadas y las expectativas han sido cumplidas, porque Shortland sobresale como narradora. Las tensiones entre Natasha, Yelena y el resto de su supuesta familia fundamentan la historia donde la intriga de espías prevalece.
Yelena cree en la familia, Natasha quiere pero no puede. Es aquí donde se manifiesta la ruptura de las hermanas, y ambas ofrecen sus propias opiniones sobre lo que significan la una para la otra.
…Y el clásico humor Marvel
En medio de la tensión, el tema familiar en Black Widow también proporciona un alivio cómico. Pugh, está bien porque se palpa su disfrute en cada escena. David Harbour también está a la altura de las circunstancias como Alexei, robando cada escena. Mientras que Rachel Weisz, a pesar de tener el personaje menos lucido de los cuatro principales, trae consigo ese aura maternal que brinda mucho corazón a la trama.
Además de las risas, Black Widow la película ofrece algunas de las mejores coreografías de peleas de películas de Marvel hasta el momento. Ver a un héroe ser golpeado y posteriormente lastimado es mucho más realista y por ende atractivo.
Mi mayor problema con la película Viuda Negra son los cambios tonales, que normalmente no son un problema para mí. Tiendo a admirar una película que se atreve a cambiar de tono a lo largo del tiempo de ejecución. Y en la actualidad es casi una norma que las cintas de espías tengan pinceladas de humor. Pero aquí, los cambios tonales en el guión de Eric Pearson parecen bruscos.
Aun así, el trabajo de Weisz, Harbour y Johansson en Black Widow (2021) es tan sobresaliente que hace que los defectos de la película sean más fáciles de manejar porque hacen un excelente trabajo al superarlos, permitiendo que sus actuaciones dominen la película.
Miedo a rascar la superficie
Además de su cambio brusco de tono, tal vez, otro detalle a mencionar es que Black Widow, la película, parece temerosa en su deseo de profundizar la maldad de Red Room. En ningún momento ni siquiera uno de los personajes insinúa verbalmente que lo que hace Red Room es traficar niñas. Claro su inquietante montaje de apertura con imágenes de niñas asustadas y en contenedores parece querer esas implicaciones. Y es, probablemente, una de las escenas más impactantes que hemos visto o veremos en el inicio de alguna película del Universeo Cinematográfico de Marvel.
A pesar de sus errores, Black Widow todavía está en fuerte contienda para coronarse como la mejor película de este verano, y una que aspira a colarse en el top de las películas más sobresalientes de Marvel.
La clave de gran parte del éxito de Black Widow es la insistencia de la directora australiana Cate Shortland (Berlin Syndrome, otro filme bastante recomendable) en que se profundiza en las relaciones interpersonales y se permite que las conversaciones continúen ininterrumpidamente más tiempo del que quizás estamos acostumbrados en un escenario de acción. El resultado es crecer para disfrutar verdaderamente de la compañía de este grupo y los lazos relacionales que tienen la oportunidad de profundizarse más que en una película de superhéroes promedio.
Black Widow está cargada de corazón y humor (dos áreas en las que Marvel sigue siendo competente) mientras presenta sorprendentes giros oscuros que la franquicia de Marvel no ha logrado en años.