Adaptar una serie de libros de fantasía, con un promedio de mil páginas cada uno, parecía una idea imposible en el 2010 cuando los visionarios creadores y escritores de la serie David Benioff y Dan Weiss estaban buscando una cadena que la produjera. Fue una propuesta arriesgada que, para sorpresa de muchos, funcionó. Por unos sólidos cuatro años Game Of Thrones no hizo más que mejorar, pero como mencioné en un artículo anterior, toda franquicia tiene su fecha de caducidad.

Muchos se preguntaron «¿cómo una serie con valores tan altos de producción y escritura pudo sufrir un repentino bajón de calidad?». Bueno, veamos:

#5. Ambición desmedida

¿Ven a esos cinco personajes? En realidad solo uno pertenece verdaderamente a esa escena. Pero dado que los escritores no tenían tiempo que gastar en caprichos innecesarios como desarrollar a los personajes o el dinamismo de la historia prefirieron juntar todas las tramas, que en el libro tienen su propio ritmo y orden, en un arco argumental flojo y apresurado.

A su vez, la historia de Sansa fue apareada sin ninguna razón con la de los Bolton, dando a luz un extraño híbrido que no satisfajo a nadie. Además de volver a Sansa una niña desamparada de nuevo, olvidándose de que ese personaje sufrió una profunda transformación la temporada pasada. Todos los fans esperaban que por fin se convirtiera en una mujer fuerte pero, como el próximo libro de la saga no ha sido publicado, Dan y David parecen no saber balancear contenido original con historias adaptadas. Por eso es que esta temporada se siente tan amateur y forzada a nivel de guión.

Estos y muchos otros errores e inconsistencias se le pueden atribuir a un simple hecho:  tratar de adaptar dos libros con más de dos mil páginas acumuladas entre ambos en solo diez horas de televisión.

Los escritores se vieron forzados a excluir la historia de Bran para retomarla en la sexta  temporada. También se deshicieron de la trama de las Islas de Hierro (de gran importancia) y atribuyeron las acciones de varios personajes a uno solo (Daario Naharis) omitiendo así varios arcos interesantes.

Sería entendible si usaran ese tiempo ahorrado para dar espacio a otros desarrollos. Al contrario, prefirieron darle tiempo en pantalla a la historia de amor entre Gusano Girs y Missandei (imposible), la violación de Sansa (horrible) y hasta cómo Stannis quema viva a su propia hija (imposible, horrible y estúpido).

«Imposible, Horrible y Estúpida.» Próximamente en Bluray.

#4. Perdieron el norte

La Boda Roja fue y sigue siendo el momento con más intensidad emocional de toda la serie, el exceso de videos reacción en Youtube lo prueba. Cientos de miles de personas miraron su televisor incrédulos y en silencio, anonadados por la tragedia que estaban presenciando. La mayoría de los espectadores reporta haber llorado por la emotividad lograda con la muerte de personajes ficticios que nunca habían conocido, ¿cómo se las arreglaron los realizadores para conmover a tanta gente alrededor del mundo?

Quizá fue porque la sangre parecía real o por lo bien que estaba decorado el set, podría ser por el maquillaje o el vestuario. Hasta podría ser porque la gente no soportaba la posibilidad de dejar de ver las escenas de sexo entre Robb y su esposa.

Sí y no.

La reacciones emocionales provienen del desarrollo de los personajes, es bastante simple. Si le presentas un personaje a la audiencia de manera pausada, natural, dedicándole tiempo y paciencia, haciendo que los espectadores se identifiquen con él, o, por el contrario, motivarlos a que lo odien, se sumergirán en la historia y tratarán a este individuo como si fuera una persona real. Proyectando emociones sinceras por medio del guión y las interpretaciones, los escritores nos hicieron preocuparnos por lo que veíamos.

Ahora comparemos estos momentos monumentales con algunos de la quinta temporada:  La ejecución de Janos Slynt a manos de Jon Snow fue el único asesinato que se adecuó al contexto de la serie y estuvo bien hecha. Esto es decir mucho para un show en que mueren decenas de personajes principales cada pocos capítulos.

La muerte de Barristan Selmy fue olvidada por todos al episodio siguiente, la cremación de Mance Rayder apenas sirvió para ocupar tiempo en el episodio.

Las únicas muertes que causaron algún impacto fueron las que provinieron de decisiones completamente ajenas a los personajes que las tomaron. Stannis quemó a su única hija y heredera y luego marchó a la guerra con menos de la mitad de su ejército, desacreditando su vasta experiencia militar. Ramsey viola a Sansa luego de que esta demostrara haber entendido el Juego de Tronos y que lo más probable que pasaría si un hombre la tocara sin su permiso sería que este perdiera una mano. Myrcella muere luego de que Ellaria ejecutara un plan suicida que consistía en envenenar a la hija del hombre que se supone que debe proteger al príncipe de Dorne en su viaje a Desembarco del Rey.

«Ni yo soy tan pendejo.»

Y llegamos a la peor de todas: el asesinato de Jon Snow. Fue toda una confusión forzada e irrealista. Cae como un niño en el engaño de Olly para luego colocarse en medio del grupo que lo espera, tomarse su tiempo para leer el letrero que devela la traición y no reaccionar en lo absoluto al ser apuñalado lentamente por sus hermanos.

En general todos estos sucesos resultan forzados y artificiales. Parecen escritos por un guionista tratando de sorprender a los espectadores en vez de decisiones que personas reales tomarían.

#3. Un mar de historias para elegir, escogen un charco

El arte es subjetiva, eso es un hecho. Algunos aman escuchar música clásica, otros prefieren la moderna. Varios prefieren leer Crepúsculo y eso no está mal. En este caso, los escritores del show declaran, siempre que tienen la oportunidad, que la serie de libros que da origen a Game Of Thrones es una de su favoritas. Hablan de las horas y horas que han pasado leyendo y releyendo cada tomo de más de mil páginas cada uno, pero al parecer han perdido el interés por la historia.

En el caso de los últimos dos libros, tenían cientos de tramas para desarrollar. A pesar de esto, prefirieron seleccionar unas cuantas y resumirlas lo más posible para amontonarlas en una sola temporada.

El resultado es el mismo que el de tu examen: mediocre, corto y sin mucho sentido. Cortaron elementos clave sin los cuales la historia decae. Sucedió con la trama de Dorne. Eliminaron el personaje de Arianne, (la hija del príncipe Doran) uno de los más aclamados del libro, y le otorgaron sus líneas a la antigua amante de Oberyn. Luego procedieron a banalizar a las Serpientes de Arena al no desarrollar sus personajes de forma alguna, limitándose a hacerlas gritar algunas líneas cliché con acentos de origen inidentificable.

La asiática, la sensual y la que nunca habla.

Aquí es cuando me pregunto si vale la pena pasar por el esfuerzo y las dificultades de la producción para terminar contando historias genéricas y sin sentido. La televisión depende mucho más del diálogo y el guion que el cine. Este último tiene libertad para experimentar dándole prioridad a lo visual por encima de la trama, pero una serie de televisión ganadora de varios Emmy no se puede dar el lujo de escribir mal.

#2. Problemas con la producción

Es difícil trabajar con niños actores, en especial cuando la historia requiere que sigan siendo niños. Esto pronto será posible con los nuevos avances tecnológicos, pero hasta entonces las cadenas de televisión deberán conformarse con adaptar la trama a su crecimiento o usar maquillaje para hacerlos ver más jovenes

«Acabo de cumplir cuarenta y siete años.»

Esta es una de las razones por las cuales los realizadores no tienen tiempo que perder. Se encuentran en una carrera a contrarreloj en la que corre peligro el futuro de la serie. Ver a una actriz de veintitantos años interpretando a una niña de doce o quince años interferiría con el realismo al que apunta el show. También es el caso del actor que interpreta a Bran, que en menos de un año la pubertad hizo lo que quizo con él.

A su vez, a la hora de firmar nuevos contratos surgen situaciones complicadas. En la primera temporada, la mayoría de los actores eran desconocidos por lo que no se podían dar el lujo de cobrar mucho. Ese ya no es el caso. Al ser estrellas internacionales les es difícil a los productores mantenerlos sin tener que pagar mucho dinero.

Todos estos factores contribuyen a que la serie tenga que acabar más temprano que tarde. HBO tiene planeado, por el momento, llegar a la octava temporada. Considerando que George R. R. Martin piensa escribir dos o hasta tres libros para terminar su saga (suele tardar por lo menos tres años entre cada uno), la serie se quedará corta.

Por lo que la decisión de David y Dan de tratar de adaptar de forma tan desorganizada los libros existentes, apurados como si tuvieran que alcanzar al creador de la historia original como sea, es bastante contraproducente. El autor les dio permiso de crear nuevas tramas alternas a las del libro ¿por qué no tomaron ese chance en vez de hacer paráfrasis de los tomos larguísimos de Martin? No creo que sea por falta de confianza, ambos son profesionales en la televisión como en la literatura. La verdadera respuesta es un misterio.

#1. También somos culpables

Escribir, producir y filmar diez horas de televisión de alta calidad en menos de un año no es una tarea fácil. La aclamada serie inglesa Sherlock apenas dura cinco horas por temporada en promedio y tardan el mismo tiempo en grabarse, sin contar con los valores de producción de Game Of Thrones que son muy superiores en todo sentido. La cantidad de trabajo que se necesita para realizar una temporada de esta serie épica es hercueleana.

Nosotros los espectadores debemos exigir calidad en lo que vemos. Después de todo, estamos pagando por ese contenido, algunos quizas no con dinero, pero si con su tiempo. Protestar cuando algo a lo que has dedicado tantas horas de tu corta vida baja de calidad es natural y justificado.

«¡¿Dónde están mis escenas de sexo de dragones?!»

Pero hay un límite. No deberíamos ser muy duros con los escritores por hacer una mala temporada bajo presión extrema. Presión que ellos también se han impuesto por la popularidad de las excelentes temporadas anteriores.

Al tener más experiencia, dinero y material para adaptar, la quinta temporada era la elegida para traer equilibrio a la fuerza. Pero, como Anakin, perdió la batalla y cayó en el olvido. Aun así, creo que debemos ponernos en sus zapatos y entender que es fácil criticar al árbitro desde nuestro sofá con todas las repeticiones y televisores alta definición a nuestro favor. Pero, a fin de cuentas, es él quien tiene que tomar una decisión en el calor del momento, sin cámaras que lo ayuden y en un estadio lleno de hinchas furiosos.