“Vivimos borrachos y somos muy machos y solo nos gusta la mar”
Cerveza alemana, gringa, de diferentes nacionalidades conbebiendo entre las calles del centro de mi hermosa Ciudad de México, en un lugar chiquito y acogedor que es ambientado por una rockola que tiene gran variedad musical.
El servicio es agradable, los meseros muy atentos, educados y cordiales aunque creo que se querían ligar a la alemana que nos acompañaba; el lugar es muy limpio y una de las paredes esta decorada con muchas botellas de cerveza de diferentes marcas, las botanas no son la gran cosa pero son ricas.
Para que no digan que solo es un bar y pueda llevar el nombre del museo, digo estamos hablando del museo de la cerveza, cuentan en las paredes la historia de la cerveza y durante la visita se indica cómo servirla, saborearla y hasta cómo debes consumirla sin molestias gastrointestinales, ya que la cerveza necesita oxigenarse y es recomendable vaciar la mitad en un tarro o vaso, se debe dejar que espume y esperar a que desaparezca, si quedan dos dedos de espuma indica que la cerveza es de buena calidad. Eso dicen los meseros que te explican esto o algo parecido, ya no recuerdo muy bien.
Un bar sencillo con buena iluminación, pero el ambiente lo hacen las personas reunidas en dicho lugar ubicado entre las calles de Bolívar y 5 de Mayo; y aunque no lo crean su queridísima Yo, no tomo cerveza pero tienen unas lindas copitas de vino que… ay, ¿de qué estábamos hablando?
Si quieren pasar un buen rato, levanten su tarro, en mi caso copa de vino, y brinden por las mamás de ello@s, que los hicieron tan bello@s para estar con ello@s… “Prost” (por si no lo saben es salud en Alemán)