Éste fin de semana, muchas cosas se han encargado de recordarme aquellos programas que hicieron de mi infancia, una hermosa infancia.
Entre apuestas por los Power Rangers, piñatas de Don Gato y el Oso Yogi, mi infancia se encargó de hacer una aparición especial y hacerme recordar con alegría, los años sin preocupaciones.
Mi novio siempre es como un niño pequeño, que está dispuesto a que juguemos a recordar, quizá es una de las razones por las que lo amo, y cuando empezamos a platicar de caricaturas o programas de nuestra niñez, se emociona.
¿En qué momento dejaron de pasar caricaturas tan divertidas como Don Gato para pasar caricaturas como Ben 10? ¿En qué momento los Power Rangers dejaron de estar basados en animales y sus habilidades y se volvieron “samuráis”?
Recuerdo que yo veía a Spider-Man y me emocionaba con el personaje de Black Cat, recuerdo que veía a los Defensores de la tierra, con Flash Gordon, el Fantasma y Mandrake; recuerdo que me despertaba temprano, sólo para ver a Cucho, Panza, Demóstenes, Espanto, Benito y Don Gato molestar a Matute. Recuerdo Batman: The Animated Series, como una de las mejores caricaturas de la vida.
Ahora veo los canales infantiles con nostalgia, encuentro unas pocas series animadas divertidas o útiles, y me pregunto qué le tocará a mis hijos ver en la televisión. Prepararé los archivos de Dinosaurios, X-Men y Superfriends para cuando eso llegue.
Probablemente nos hacemos viejos y nos invade la nostalgia.
Seguramente, jajaja. Pero qué bonita era la televisión antes.