Actualmente Ryan Murphy goza de un estatus envidiable en la televisión mundial. A pesar de que han transcurrido casi veinte años desde que estrenó su primera serie, son sus trabajos más recientes los que le han ubicado en tal posición. Y es que en los últimos años, Murphy se ha dedicado a producir antologías basadas en hechos reales que han marcado la cultura popular pero gracias a estas mismas historias ha podido plasmar un discurso en reivindicación de las minorías que se ha convertido en su sello personal.
El año pasado estrenó Feud, una serie sobre las rivalidades más polémicas de la historia; su primera temporada, Bette and Joan, giró entorno a los pleitos de las actrices Bette Davis y Joan Crawford mientras rodaron What Ever Happened to Baby Jane? pero también sirvió para retratar de una manera descorazonada la misoginia predominante en el Hollywood clásico. Un año más tarde ya había estrenado la primera entrega de American Crime Story, The People vs. O.J. Simpson, sobre el polémico juicio del ex jugador de fútbol americano y, entre líneas, sobre el racismo inminente en Estados Unidos. Este año se ha estrenado la segunda temporada de esta antología, basada en el trágico final de Gianni Versace; esta vez ha decidido secundar una denuncia a esa homofobia que se acentuó en los noventa y se ha extendido hasta el día de hoy.
La primera temporada, que batió el récord de treinta y cinco nominaciones a los Emmy, y la segunda, que veremos si repite la racha, coinciden solamente en girar alrededor de dos polémicos crímenes pero las elecciones narrativas y los tonos de ambas son completamente diferentes. Y aún así los resultados de ambas entregas son notables. American Crime Story: El Asesinato de Gianni Versace que culminó esta semana en Estados Unidos y América Latina y llegará a España a través de Netflix la próxima semana ya es una de las mejores series del año.
¿De qué trata El Asesinato de Gianni Versace?
American Crime Story: The Assasination of Gianni Versace (título original) está basada en los hechos reales que giraron entorno al homicidio de Gianni Versace, perpetuado por Andrew Cunanan el 25 de julio de 1997. Aunque quizás su título resulte un poco engañoso porque gran parte de la historia se inclina a retratar el perfil de Cunanan y no de Versace como se podría esperar.
La serie parte con un episodio que introduce todos los personajes claves: Gianni Versace (Edgar Ramírez); su pareja, Antonio D’Amico (Ricky Martin; su hermana, Donatella Versace (Penélope Cruz); y por supuesto, el verdugo, Andrew Cunanan (Darren Criss). Y desde el inicio revive el momento en el que el diseñador italiano perdió la vida en la entrada de su mansión en Miami, lo cual sirve como detonante para una historia en retroceso, cargada de flashbacks, que se propone estudiar la maquiavélica, intrigante y violenta personalidad de Cunanan.
Una mirada más intimista, diferente a su antecesora
La serie presenta las dos caras de la moneda: Versace y Cunanan. El primero significó una leyenda de la moda, se hizo famoso por sus excéntricos y variopintos diseños, desvinculado completamente al trabajo de cualquiera de sus colegas en los noventa. Al momento de su muerte, la incógnita fue Cunanan: quién era, por qué lo mató. The Assasination of Gianni Versace trata de responder ambas interrogantes; en consecuencia nos presentan al autor y su prontuario, repleto de una lista de víctimas en escenarios diferentes. Cada primer, uno más desalmado que el otro, deja en evidencia la personalidad de Cunanan; un hombre atractivo pero despiadado, inteligente pero manipulador, encantador pero a la vez violento. ¿Cómo un hombre puede poseer dos personalidades tan diferentes? ¿qué convirtió al prometedor Andrew Cunanan en un monstruo? La serie vuelve a retroceder para introducir a su familia, disfuncional y deficiente, y el efecto que surtió sobre la personalidad del hombre.
The People vs. O.J. Simpson significó una temporada grandilocuente, con ánimos de relatar los entretelones del juicio más mediático de aquella época y de como un evento judicial se convirtió en un circo a manos de la prensa. The Assasination of Gianni Versace es una serie de personajes, sus acciones y consecuencias, que maneja una atmósfera más personal, sobre todo cuando se trata de Cunanan por lo que resulta, en ocasiones, agobiante. Con un estilo que llega a rozar el docu-drama, el personaje es mostrado en su privacidad, cuando finalmente se libera de la máscara afable y se muestra como el demonio mismo.
Gran peso recae en los actores, principalmente Darren Criss (Cunanan) que borda una interpretación a base de encanto y miradas resultando escalofriante, en el buen sentido. Penélope Cruz es el otro gran acierto, quien logra humanizar la imagen de una fuerte Donatella Versace; Edgar Ramírez, ayudado por su enorme parecido físico, consigue una interpretación convincente de Gianni Versace mientras que Ricky Martin, el menos lucido del reparto, da vida a Antonio D’Amico, pareja de Versace. Junto a ellos hay un puñado de secundarios con grandes momentos a lo largo de los episodios, destacando el trabajo de Finn Wittrock y Cody Fern.
La producción y el apartado visual complementan la ambientación que cobra relevancia a lo largo de la historia como las soleadas calles de Miami, la casa de los Versace o los hoteles donde Cunanan era habitual.
¿Todos los hechos son verídicos?
El asesinato de Versace se manejó con mucho hermeticidad y a día de hoy se mantienen varias interrogantes. Sin embargo, la serie se basa en el libro Vulgar Favours de Maureen Orth y afirma que Cunanan y Versace se conocían con anterioridad, algo que siempre ha desmentido la familia del diseñador. Pero hay una serie de hechos que se relatan en la serie y que sí hay documentación que corrobore que en efecto sucedieron, por ejemplo: Gianni Versace venia de comprar un par de revistas en un puesto cerca de su casa momentos antes de ser asesinado. Las autoridades descubrieron que ambos coincidieron en un local nocturno, Colossus, en Miami y posiblemente en la ópera de Miami. Andrew Cunanan se convirtió inmediatamente en uno de los delincuentes más buscados del país; antes de asesinar al diseñador ya había acabado con la vida de otras cuatro víctimas en diferentes ciudades del país.
La (verdadera) familia Versace no está muy contenta
Toda historia basada en hechos reales es propensa a generar polémica y Ryan Murphy lo sabe. Ya el año pasado Olivia de Havilland dijo que demandaría la producción de Feud: Bette and Joan alegando que muchas de las líneas dialogadas por Catherine Zeta-Jones (quien la interpretó) en la ficción no fueron verdades. Ahora con El Asesinato de Gianni Versace se repite la historia, no al punto de demandar pero sí de advertir que mucho de lo que muestra la serie son mentiras: “La familia Versace no ha autorizado ni se ha implicado de ninguna manera en la creación de la serie sobre la muerte de Mr. Gianni Versace”, afirma un comunicado que publicó la familia antes del estreno de la serie. “Desde el momento en el que Versace no autorizó el libro en el que se basa parte de esta historia, y teniendo en cuenta que la firma no ha participado en la escritura de los guiones de la misma, esta serie debe ser considerada solo como un trabajo de ficción”.
Murphy se ha manifestado también respecto a la petición de Donatella de dejar a sus hijos fuera del relato. “Hemos sido muy respetuosos con su familia. Donatella me pidió que tuviésemos cuidado a la hora de presentar a los niños en la serie. Y yo la escuché porque, como padre, lo entiendo. No estaba interesado en cruzar esa línea, la respeto totalmente”. Y hablando de Donatella, Penélope Cruz, declaró que ajeno a los comunicados la mismísima diseñadora se mostró feliz de que fuese ella quien la interpretase en la ficción y hasta le envió flores.
Lo cierto es que ficción o no, El Asesinato de Gianni Versace es un thriller de nueve episodios sobre uno de los sucesos más escabrosos de los noventa con un reparto y una producción de primera convirtiéndose en un trabajo imprescindible para los amantes del buen entretenimiento.