Una pareja es una pareja de dos historias, dos seres que han vivido dos vidas muy distintas y que de repente, casi sin darse cuenta chocan como dos cuerpos espaciales encontrándose en el momento menos esperado y hacen explosión.
Las coincidencias no existen, topamos con una persona por la calle, en un bar, en los pasillos de una escuela. Freud decía que las coincidencias no existen y cuando «nos topamos» con alguien y le llamamos casualidad es porque en realidad ya lo habíamos visto antes sin mirarlo realmente. Lo vimos por el rabillo del ojo y no prestamos la atención que debimos, pero si se quedo grabado en nuestro inconsciente y lo seguimos buscando porque algo nos llamó la atención.
Llámalo si quieres hilo rojo del destino, pues dicen que todos aquellos destinados a encontrarnos tarde o temprano lo haremos pues el hilo poco a poco se acorta para propiciar el encuentro.
Puede que eso me haya pasado contigo, te ví en algún lugar, en algún momento, en otra vida. Realmente no logro recordar dónde o cuándo fue, pero es un hecho que ahora que estamos juntos quiero que este encuentro, destino, esta casualidad, me salga bien. Quiero toparme contigo todos los días de mi vida y terminar el camino de tu mano.