Ser hombre y tener un gato como mascota, es ser gay no salir del clóset.
A muchos nos encantan los animales, algunos los perros, otros los gatos, aves y demás. Hoy me enfocaré en la diferencia entre tener un perro y un gato. Al momento de elegir una mascota debemos tener muchos aspectos importantes como, si se vive solo o en pareja, con niños o sin ellos y el lugar en que vivimos; sea apartamento o casa. Me voy a enfocar en las personas que viven solas.
Siempre se ha sabido que aquella persona solitaria, hombre o mujer, elegiría un gato como mascota, ambos son bastante independientes y pueden permanecer solos el tiempo necesario, sin preocuparse por qué van a comer o quién los va a acariciar en las noches. Compran un gato solo para pensar que alguien los espera en casa, aunque en realidad a este, sea lo que menos le importe, a diferencia de un perro no llega meneando el rabo, ni saltando de alegría y mucho menos caminando detrás de ti esperando a ser acariciado o que te dejes lamer la cara.
Ahora, para tener un perro hay que dedicarle tiempo y amor, mas del que necesita un gato, un perro ofrece mucho más cariño si es que ésta persona esta falta de ello, llegar a casa y ver que haya alguien que te mene el rabo y salte de alegría es cuando piensas que vale la pena llegar a casa para ver a aquel que estuvo esperándote todo el día y no es solo para que le des de comer, sino como explicar el hecho que después de darle comida siga tras de ti y se acueste contigo en tu cama, o al lado de tu silla.
Para mi tener un gato es como un perro gay, el gato solo consume comida especial para ellos, y si no es eso entonces solo pollo y pescado, se bañan con la lengua y ni decir la forma de jugar, con una bola de lana acostado boca arriba, y sus necesidades las hace en una cajita con arena, totalmente diferente a un perro, que como lo que se te caiga al piso o los sobrados de tu comida, ladran cuando oyen o ven algo extraño en señal de alerta y juegan a mordidas, como juegan los hombres, y hacen sus necesidades donde les dé la gana, o los accesorios que les ponemos, mientras los gatos usan cascabeles, los perros cadenas; todo eso sin importar, para ninguno de los dos casos si es macho o hembra; y ni hablemos de la diferencia en los nombres, los gatos tienen nombres como: Minino o Michín, y los perros; Tyson o Rambo.
Por eso siempre he pensado que hombre que viva solo y tenga un gato como mascota es un gay en potencia, no tengo nada en contra de ellos ni de los unos ni de los otros, tengo amigos gays y por eso lo digo, veo sus fotos al lado del gato o los dos acostados durmiendo y eso me lo confirma, así que si usted no es gay y tiene un gato en casa, piénselo bien, a lo mejor esa es la razón del por qué esta solo.
Aclaro que no odio a los gatos, ni a los homosexuales; pero si de mí dependiera no tendría a los primeros y los segundos, solo como amigos.
Imagen fuente: http://www.flickr.com/photos/lluriphoto/7314788684/
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