¿Son compatibles las mujeres y el fútbol?

Mujeres y fútbol, dos cosas por las que los hombres morimos; y si las juntamos, mejor.

Una mujer que sepa lo que es una tarjeta amarilla, un fuera de lugar o un tiro libre, ya tiene varios puntos a su favor a la hora de conseguir pareja, al menos para mí. No hay nada más insoportable que ver un partido de fútbol con una mujer que no tenga claras las reglas, qué es, el requisito mínimo para poder entender lo que se está viendo. Imaginemos estar viendo un partido de la Selección con su novia, ella no sabe nada de fútbol y que, durante todo el partido, esté haciendo preguntas estúpidas como: ¿qué es un fuera de lugar? O, ¿una pena máxima, eso qué es? Ese es el momento exacto donde usted como hombre sabe si en realidad es la mujer que quiere para compartir el resto de su vida, si hace alguna de esas preguntas, parta cobijas, de una. Para los hombres no hay momento más emocionante que un tiro libre, aún más cuando se sabe que quien lo cobra es bueno en eso, en ese momento hasta nuestro corazón se paraliza como para ponernos en la tarea de explicar lo que es un tiro libre.

Mujeres: si les interesa un tipo el cual es un apasionado por el fútbol y lo quieren conquistar a como dé lugar, ese es un buen mecanismo, pero cuidado, porque también puede ser su firma de salida.

Si no sabe del tema, tómese su tiempo leyendo o preguntando, pero no en el transcurso del partido, hágalo desde antes, prepárese como si lo estuviera haciendo para un examen de la universidad, a los hombres nos encanta hablar de fútbol, explicar cuál sería la mejor estrategia para uno u otro partido, qué jugadores pondría, qué cambios haría, en fin; y nada mejor que explicárselo a una mujer.

No vaya a cometer el gran error de meterse de cabeza a hablar de un tema que no sepa, nada más patético que una mujer hable de fútbol cuando no tiene ni la más remota idea, dice unas brutalidades, que lo que quisiera hacer en ese momento es abrir un hueco y meterla ahí, peor aun cuando es la novia y está delante de sus amigos, por eso, mujeres, no nos avergüencen.

Caso contrario: si a la mujer le encanta el fútbol, si se apasiona por ver a esos veintidós maricas corriendo por toda la cancha, si conoce los clubes a nivel mundial, el nombre de los estadios, los jugadores, los técnicos y, mejor aún, si tiene un equipo del cual sea hincha, pero no hincha de palabra, una de verdad, de esas que se conocen la historia del equipo, los jugadores que tienen en nómina y los que han pasado, sus nacionalidades, sus fortalezas y debilidades, esa que sabe cuándo y contra quien juega su equipo, sabe la tabla de posiciones y si no, averigua; la que le pone interés, pasión y amor a su equipo, esa es una hincha de verdad.

Conozco a una que puede ser la más decente de todas; ustedes nunca la van a escuchar diciendo nada fuera de tono… excepto, claro está, cuando juega cierto equipo europeo, que aunque no es de mis afectos, si es el de los de ella. Se los digo, muchos hombres son más tranquilos que ella. Pasión es lo que le mete a los partidos, sufre, se angustia, no escucha lo que le dicen y vive gritando y dirigiendo más que el técnico y, ¿saben qué he descubierto? Que así como grita y se apasiona por el fútbol asimismo es en la cama, entregada y apasionada.

Si me preguntan qué tipo de mujer me gusta, es esa, la que sabe de fútbol, con la que me puedo sentar a ver un partido, tomarme una cerveza y hablar coherentemente del tema, la que le saca la madre al árbitro, la que aprieta los puños al momento en que van a cobrar un penal o un tiro de esquina, esa que salta de la silla y grita los goles desde el alma o le dice ‘hijo de puta’ al jugador por no haberlo marcado, esa es mi mujer, por eso les digo a ellas, si me están leyendo, que dejen sus revistas de moda, de farándula y lean fútbol, busquen videos e instrúyanse del tema, digo yo; si no quieren morir solas.