Wi-Fi Ralph (Ralph Breaks the Internet) se estrena como secuela de Ralph El Demoledor (Wreck-it Ralph), después de su gran éxito al convertirse en una de las mejores películas animadas de su respectivo año, esta vez Ralph llegó a romper el Internet.
Dirigida nuevamente por Rich Moore y Phil Johnston, quienes también se encargaron de la primera entrega y otro éxito rotundo de la animación, Zootopia (2016). Johnston estuvo una vez más en el guión junto a Pamela Ribon, y John Lasseter, uno de los animadores más influyentes de la compañía (director de Toy Story y recientemente también productor de Los Increíbles 2), estuvo en la producción ejecutiva, siendo este probablemente su último trabajo con Disney, debido a escándalos de abuso sexual. Pero ese es otro tema, seguimos con Wi-Fi Ralph:
Luego del final de la primera película en 2012, Ralph (con la voz de John C. Reilly) y Vanellope (Sarah Silverman) han sido mejores amigos desde entonces. Sin embargo, Vanellope ya se siente un poco aburrida de lo predecible que es su propio juego, Sugar Rush, y en general, de lo rutinaria y monótona que se ha vuelto su vida. Ralph trata de darle más a emoción a su juego con una nueva pista improvisada y desde ahí empiezan los problemas.
El virus propagado por la frustración
El personaje de Ralph ha mostrado ciertos desequilibrios desde su primera película, pero con esta, ya sintiéndose finalmente aceptado y querido (lo que siempre deseó), se nota absolutamente dependiente de su amistad con Vanellope. Básicamente su vida gira en torno a ello y en tratar, a veces torpemente, de hacerla feliz, pero siempre mientras se quede con él.
Las aspiraciones de Vanellope van más allá de eso, planes que quizás no incluyan a Ralph, y de ahí deviene toda una serie de celos por la nueva amiga de Vanellope (Shank, el personaje cool de Gal Gadot), egoísmo, deseos de control y frustraciones que terminarán desatando un virus que causará un desastre por todas las plataformas en Internet. Una interesante alegoría sobre el aspecto psicológico del tema.
Por lo tanto, el argumento de por sí ya suena un poco agridulce, pero hasta ahí todo bien, lo que se vuelve realmente un poco incómodo en ocasiones, es que la naturaleza de su amistad a veces no termina de encajar muy bien. Durante ciertas escenas parece tratarse de una relación padre-hija, algo que se refuerza con el diseño de personajes de Ralph y Vanellope, que hacen lucir a Ralph mucho mayor que ella, pero al mismo tiempo con una mentalidad bastante infantil, razón por la que el asunto a veces no termina de cuadrar del todo.
La buena noticia es que culmina con un bonito mensaje: Las aspiraciones y sueños de las demás personas, ni siquiera las más cercanas o importantes para nosotros, deben ser necesariamente los mismos que los nuestros, y eso está bien. Aferrarse no sirve de nada y ayudar a nuestros seres queridos a alcanzar sus metas puede ser la mejor demostración de cariño. Una agradable lección para los niños, y no tan niños.
Múltiples signos, referencias y el uso de redes sociales
Por otro lado, como era de esperarse tratándose del Internet, en cada plano y cada escena hay no menos de cientos de easter eggs y rápidas referencias y apariciones de personajes de Disney, desde los stormtroopers de Star Wars, Dumbo, Igor de Winnie Pooh, un divertido segmento dedicado a todas las princesas e incluso un breve cameo de Stan Lee.
Entrar a Internet es como un libro infinito de búsquedas y resultados, y así mismo lo hacen ver en un gigantesco espacio, similar a una ciudad futurista, abarrotada de edificios, usuarios y hologramas donde resaltan nombres como YouTube, Spotify, eBay, Snapchat, Amazon, IMDb e incluso PIXAR y MARVEL. Pero ni en el mundo del Internet de Ralph y Vanellope, nos salvamos de las fastidiosas pop-up ads.
Con respecto al social media, vemos cómo Ralph se vuelve un fenómeno de Internet gracias a unos cuantos videos graciosos que se estuvieron publicando en una plataforma similar a YouTube. La aspiración de muchos hoy en día, por eso aquí entra otra interesante alegoría sobre la constante búsqueda de likes y corazones, además de las reacciones a estos, lo rápido que suben y bajan las tendencias, la manipulación, y una breve lección sobre los comentarios dañinos y destructivos que abundan en redes.
Pero además de las referencias, Wi-Fi Ralph está repleta de interesantes signos por doquier que le dan un sentido más analítico a la película, por eso además de consagrarse como una cinta entretenida y bastante disfrutable, con diálogos ingeniosos, resaltantes mensajes sobre la amistad, el uso del Internet y las redes sociales, también tiene ciertos aspectos interesantes para detallar y analizar.
Clip de las Princesas Disney en Wi-Fi Ralph
https://www.youtube.com/watch?v=YzjWCszOyMw