Vamos a hablar con honestidad, todas las mujeres queremos la igualdad con los hombres ¿cómo para que? Queremos que nos vean como iguales, como seres capaces de hacer todo lo que ellos hacen, auto suficientes, fuertes, inteligentes y eso está bien, pero muchas han llegado a extremos, a negarse a que les abran la puerta, las tomen de la mano para salir del auto o les acerquen la silla al sentarse.
Mujeres, siempre soñamos con ser princesas ¿no? Entonces ¿por qué nos empeñamos ahora en convertirnos en sapos? ¿Cómo entonces pedimos un príncipe? ¿Por qué nos quejamos entonces de que se ha perdido la caballerosidad?
Seamos congruentes, ojo, con eso no digo que olvidemos el ser independientes, pero si defiendo el que sigamos comportándonos como unas damas el no olvidar que ante todo seguimos siendo mujeres y hay que actuar como tal.
Hagamos que los hombres si admiren nuestra inteligencia, fortaleza y capacidad, pero también deslumbremos con nuestra belleza, fragilidad y modales. Seamos cada día más mujeres, de esas que luchan por llegar alto, por ser ejemplo, por demostrar que las MUJERES podemos llegar lejos sin necesidad de parecernos a los hombres.
Pues en algún lugar perdimos todo el encanto, empezamos a copiar las cosas que más criticamos de los hombres como la infidelidad, quisimos seguir «su ritmo» en la bebida sin acordarnos que nuestro organismo es diferente, adoptamos su lenguaje, nos comportamos como ellos incluso adoptando sus actitudes.
¿En qué momento decidimos que queríamos dejar de ser princesas?
Mujeres: regresemos a ese sueño de ser hermosas princesas, de esas que salen de la Universidad para destacarse en su carrera, de las que son emprendedoras, llenas de ideas, creativas e innovadoras. Las princesas que no solo buscan un príncipe para que las mantenga sino que sea su pareja, uno que las cuide y las respete pero también quiera ser cuidado por ellas y sobre todo las merezca.
Una princesa que sepa decir no porque no siente la presión de los demás y tiene firmes sus principios. Una princesa que sabe lo que quiere, desea y necesita para buscar su felicidad y la de todos a quienes ama. Te pido mujer, regresa a ser princesa.
Totalmente de acuerdo, podemos tener los mismos derechos que los hombres, poder ser femeninas y al mismo tiempo dejar el esteorotipo de mujer ochentero. TODO SE PUEDE SIN CONVENTIRNOS NECESARIAMENTE A HOMBRES.
Buenas tardes, estoy de acuerdo contigo en la mayoría de lo que dices. Lo que no me agrada es cuando quieren obtener lo mejor de ambos mundos y se quejan de que no hay «caballerosidad». Es como querer lo mejor del día y la noche juntos.
P.D: Me gusta ser caballero y las princesas =), solo expreso mi punto de vista.
Saludos!!!