La Zona del Amigo.

Hace unos días, después de hablar con una niña que me encanta, entré en una profunda reflexión. Acepté lo que no quería aceptar, estaba negando lo que es obvio, pero tarde o temprano tenía que enfrentarlo: me «Friendzonearon».

Muchos se preguntarán qué es eso. Alegarán que ese verbo no existe, y en efecto no existe, pero es la palabra que más se acerca a mi situación, y a la de muchos. Viene de la expresión en inglés Friend Zone, que significa «zona del amigo», y es básicamente eso, cuando entras en esa zona imaginaria en la cual la persona que te gusta, no te verá nunca como algo más que un patético amigo. Ese que invita todas las salidas, gasta las boletas para el cine, hace las tareas de la escuela y hasta sirve de hombro receptor de lágrimas causadas por el novio de la señorita.

Sé que muchos han estado ahí, sé que muchos viven ahí, y también sé que son muy pocos los que han logrado salir. ¿Cómo se sale de la Friend Zone? Se sale cuando dejan de verte como el eterno amigo y están dispuestas a darte una oportunidad real de sostener una relación amorosa. Es un logro casi imposible de obtener, es muy complicado y requiere de mucha habilidad y paciencia para conseguirlo, pero se puede, (yo nunca he podido) con trabajo y dedicación, dicen.

No es la primera vez que me pasa, ya he estado en la zona antes, por eso puedo hablar con naturalidad del tema. Basta con hacer un par de mal movimientos para obtener tu tiquete directo a ese maléfico lugar.

Los» friendzoneados», como nos hacemos llamar, no entendemos de protocolos de ligue, al menos no de los verdaderamente efectivos. Recurrimos a patéticos clichés como regalar flores y peluches, escribir poemas y canciones, o confesar a grito herido nuestro romanticismo, ese por el cual nos envían a la zona. Pensamos entonces, y no equivocadamente, que esa es la verdadera razón de porqué tantos hermanos estamos «friendzoneados»: porque hoy en día ninguna mujer quiere sinceramente un hombre caballero y sincero a su lado. Quieren convertir al patán que las ha traicionado cinco veces en alguien quien no es, sin darse cuenta que esa persona que tanto anhelan que él sea, ya existe, pero no pueden verlo porque gente, todo se puede ver desde adentro de la Friend Zone , pero nada se puede ver desde afuera. Por eso quedamos ahí, en el olvido, escondidos a las malas esperando el momento oportuno para volver a atacar cuando ella se deprime, pero lamentablemente fallando de nuevo en el intento.

Algún día nos cansaremos de este injusto trato. Vengaremos a los caídos y dominaremos el mundo. Implantaremos una ley de NO al uso excesivo del «friendzoneo». Una ley en la que si se sabe que una mujer tiene en la zona por más de un mes a alguien, será obligada a realizar trabajos forzados en una mina de carbón. Así será, ya verán. Cuando tengan las uñas y cara llenas de carbón, se acordaran del injusto trato que le dieron a ese chico ignorado, ese que les hizo las tareas escolares, ese chico que les dio el perrito rosado de peluche, o aquel que envió ese costoso arreglo floral para su cumpleaños. Recordarán al artista que dedico sus noches a escribir versos en sus poemas y canciones para ustedes. Se acordarán del chico que gastó las hojas de sus cuadernos haciendo dibujos de ustedes, mujeres. Y lamentarán no haber aprovechado los detalles que siempre tuvieron frente a sus ojos. Los detalles que tanto decían buscar, pero que nunca quisieron ver.

Por último, para terminar estas palabras llenas de amor y rencor quiero decirles que no me crean nada de lo que escribí acá, la verdad es que me va muy bien con las mujeres y todas se mueren por mí. Nunca he sido «friendzoneado» y nunca lo seré.

Nota: El autor de esta entrada ha sido «friendzoneado» incontables veces. UNA Y OTRA VEZ.