Estereotipos, presión social, calificaciones para cumplir con los estándares de tus padres, uniforme escolar, reglas y otro conjunto de problemas básicos en torno a la escuela, la secundaria y la preparatoria se transforman en una prisión o un infierno diario, donde esperas que la realidad cambie cada vez más rápido para llegar a la universidad. ¿Qué historias hay en cada pasillo que integra el instituto? ¿Son siempre las mismas? Freak and Geeks refleja ello y lo hace desde un humor característico.
Dirigida por Judd Apatow (This is 40, Girls) y Paul Feig en un principio (también conocido por algunos capítulos The Office), la serie se ubica a principios de los años ochenta en Michigan, en medio de un instituto en donde sus personajes harán todo lo posible por sobrevivir.
Los protagonistas se subdividen en dos tramas paralelas: Lindsay Weir (Linda Cardellini), una adolescente inteligente que buscará rebelarse al sistema y juntarse con parte de los presuntos vagos del instituto y su hermano: Sam Weir (John Francis Daley), un niño nerd enamorado de la chica más popular de su clase.
Karma e historias reales
Para el año 2000 la serie no tuvo éxito, apenas obtuvo algo de reconocimiento por un grupo menor de fans, sin embargo años después pasaría a ser una serie de culto, no sólo por sus chistes, evolución de personajes y elenco en el que destacarían James Franco, Seth Rogen y Jason Segel, sino por la perspectiva en que abordaba las situaciones.
La serie tiene un tono similar al de otras comedias de la época tal como Malcolm, en medio de los problemas sociales de Lindsay, destacan la cruda realidad de sus amigos al ser considerados como los «rebeldes» del instituto y tener una vida mucho más dura que la de ella, justificando sus comportamientos e incluso haciendo bromas que la audiencia termina comprendiendo.
Los directores no reparan al hablar de temas polémicos en medio de una comedia sencilla, Ken Miller (Seth Rogen), deberá procesar que su novia alguna vez tuvo ambos sexos y que aquella decisión formó parte de su vida, todo en medio de un contexto orientado a una sitcom «familiar», sin recurrir al gag o al chiste básico.
La trama de Sam y sus amigos nerds supera incluso a la de Lindsay, sus personajes son niños marginados por ser fans de la ficción o del cómic y cada uno entenderá que los demás no sólo los apartan de formar parte del sistema, sino que ellos mismos lo hacen también. La superficialidad o incluso el prejuicio en torno al cliché demuestran que la serie provee de un mensaje más completo.
Incluso los padres de los protagonistas o los profesores tienen un espacio protagónico, la frustración y el deber de pagar las cuentas a fin de mes les harán cuestionarse si realmente abandonaron quienes querían ser alguna vez.
Freaks and Geeks tiene capítulos muertos y murió con 18 episodios en una sola temporada, con una duración de 45 minutos ofrece más de lo que pudieron haber hecho otras comedias. Si buscan una comedia con algo de contexto y que refleje la humanidad de sus personajes, deben verla sin duda. Además está completa en Netflix.
Nos vemos en la próxima
@Chdnk