En diversas partes del mundo pueden oír que hay una crisis en ciertas regiones, el nombre de países remotos tal como Venezuela retundan en los oídos del público. ¿Será verdad lo que dicen los medios? Hay quienes piensan que la crisis no puede ser tal, que aquel país en Suramérica no está tan mal y quizás lo están inventando, pues no, tienen razón, está mal y de antemano advierto: está mucho peor.
Sin comida ni medicamentos
Entender lo que sucede en Venezuela es complejo y se remite a algo tan sencillo como 1984 o una historia distópica, entre las calles destacan consignas políticas, los ojos de Chávez te vigilan y te avisan que el personalismo político llevo al abismo a una sociedad.
Normalmente un país funciona con la política incluida, sus ciudadanos votan o delegan a alguien pero no se involucran a un grado máximo, en Venezuela ocurre lo contrario, lo politizado que está todo se remite incluso al control de la comida, de los derechos más básicos.
Tras 18 años de un sistema «socialista» que empezó con Hugo Chávez, el populismo se impuso como política de Estado, un país que depende principalmente de la venta del petróleo acostumbra a sus ciudadanos a la idea de que merecen todo sin mucho esfuerzo, al punto de acostumbrar a cada uno de los mismos como una especie de parásitos.
Hugo Chávez era un líder carismático que trolleaba a sus adversarios, que remitía sus discursos a un show mediático y donde todo era una distracción, bajo su mandato empezaron las expropiaciones* (Compra de empresas o confiscación de las mismas por parte del Estado), una mala costumbre que traería consecuencias.
Miseria por doquier
Quizás asociado al patrón de la ausencia del padre en el núcleo familiar, hay quienes vieron a Chávez como el padre que nunca tuvieron, la oposición nunca logró conectar con las necesidades de la gente y bajo prejuicios baratos seguían cayendo ante el espejismo del chavismo.
El problema vino mucho después.
Durante la gestión de Hugo Chávez las cosas estaban mal, se cerró un canal clave para la población (RCTV) al no renovarse su concesión (permiso para transmitir en señal abierta), se empezaron a hacer comunes los presos políticos y burlarse del adversario. El chavismo era una marca, un producto, además de un signo de la izquierda latinoamericana.
La muerte de Chávez ocurrió en circunstancias cuestionables, tan dudosas que nunca sus seguidores cuestionaron qué pasó realmente, sólo que su cáncer se complicó y que el heredero de su mandato sería Nicolás Maduro, un trabajador que estuvo en la cancillería y formó parte de su gabinete en varias ocasiones.
Siguieron elecciones y para sorpresa de todo el mundo el chavismo ganó, con un proceso con grandes errores y marcado de una rapidez anormal se proclamó la gestión de Nicolás Maduro.
Tiempo después en 2014 se presentarían las primeras protestas fuertes de su mandato, un período donde se conocería «La Salida», convocada por un partido de oposición y donde harían responsable a Leopoldo López.
Aquellas protestas capitalizaron el descontento y reflejaron una realidad cruda, los estudiantes gritaban consignas donde solicitaban ser oídos, surgió los primeros vestigios de La Resistencia», un grupo de encapuchados que trancaban calles y se enfrentaban a las autoridades.
Sin embargo, tras varios meses, la protesta continúa se desgastó, el movimiento perdió fuerza y todo se diluyó.
Algo importante: El Gobierno a lo largo de los años siguió con las expropiaciones, además de negarle dólares para adquirir materia primas a las empresas. En varias ocasiones ha creado sistemas para vender dólares bajo una tasa controlada (pero nunca nadie los ve), hay un sistema en extremo controlado.
2017, las empresas han quebrado por los aumentos de salario continúos, hay menos comida en la calle por la negación de materia prima, hay gente comiendo en las aceras, la basura se vuelve el menú de muchas familias, otras pasan de 3 a 2 comidas diarias.
La inseguridad también asciende, los homicidios ya son normales, así como niegan dólares para materia prima, también lo hacen con el tema de los medicamentos. Aparecen enfermedades del siglo pasado, la gente muere de padecimientos críticos en zonas rurales, brotes como la difteria amenazan la vida de los individuos.
El Gobierno niega que existe esa realidad, compran por debajo de la mesa varios medios privados, se apropian por completo de canales oficiales y emiten una versión controlada, donde los muertos y el hambre no existen.
Previamente crean un sistema de distribución de alimentos importados para solventar la escasez, llamado CLAP, unas bolsas que simulaban ser una solución temporal al problema alimenticio.
Actualmente las CLAP se promueven como una política de Estado, la inseguridad se vende como un problema global, el chavismo se distancia del madurismo, hay quienes critican lo que ocurre mientras otros se aprovechan al máximo.
Faltan 9 nueve días para la Asamblea Nacional Constituyente, una elección para seleccionar a congresistas para redactar una nueva Constitución, esto considerando que previo al proceso se debía consultar al previo y contar con la participación del 20% del electorado, ellos saltaron aquel proceso.
Van más de 100 días de protestas, ahora no es sólo la oposición, los trancazos en las calles son más frecuentes, 95 muertos, la sangre tiñe cada manifestación, los detenidos alcanzan más de 4000 ciudadanos. Y ahora incluso se manejan allanamientos en zonas residenciales.
Si piensas distinto eres perseguido, sigue la lucha, el hambre también, esto en teoría es lo que sucede en Venezuela (De forma resumida sin contar el transporte, el dinero y otros grandes problemas)
@Chdnk
Caricaturas son de mi autoría
lo que pasa es que los Venezolanos aun creen que maduro habla con los pajaritos,,,¡¡ enviados por Chavez,¡¡