¡Oh blanca Navidad! Símbolo de cristianismo, nacimiento del niño Jesús, tiempo de festejos y regalos. Cuyo origen no tiene nada que ver con lo que hoy por hoy celebramos pero en fin, eso será tema de conversación para otro momento.
La Navidad ya está aquí, es sólo cuestión de salir y respirar el estrés y consumismo que caracteriza a esta fiesta. Sin embargo a mí me gusta ver un poco más allá. Después de más de cien cartas escritas a Papa Noel, cinco regalos cumplidos, sesenta que jamás llegaron, veinticuatro años intentando entender y encontrar el “sentido de la Navidad”, puedo decir que ahora lo veo como una oportunidad de cambio, de disfrutar con los seres que quieres pero sobre todo (quizás no lo más importante pero sí necesario) disfrutar alrededor de una buena mesa con exquisita comida y bebida.
No me malinterpreten, soy de las que canta villancicos y decora hasta el papel del baño, la que aún se emociona con simples regalos, pero ¡Qué le vamos a hacer¡ La edad pesa, las prioridades son otras. Ahora mis sentidos son los que deciden por mí y me dejo atrapar por los placeres de la vida. Por ese chocolate y panetón del desayuno (aunque haya un calor infernal en la ciudad), por el crujir de esas galletitas navideñas o la suavidad del pastel que preparan con tanta devoción las monjitas de mi barrio, por los miles de olores y sabores que evoca un buen vino, por el gusto de ver una mesa bien puesta y creativa, por la ambientación que crea el lugar especial para gente especial: Mi familia.
Me dedico a la producción de eventos y he trabajado tres años como redactora para diferentes páginas de establecimientos y turismo, pero por sobre todas las cosas soy hedonista. Por eso y como tal, tengo el plan perfecto para sorprender a los que te visiten, para no arrepentirte de nada al día siguiente y de paso darte a ti mismo un buen regalo ¡Eso sí! SIEMPRE debes tener en cuenta, que cualquier organización por muy pequeña que parezca debe hacerse con tiempo para no estresarte en esta hermosa fecha del año. ¿Te doy mi secreto? Vamos a ello y vamos por partes.
¿Dónde pasar navidad? El lugar:
Ya sé lo que piensas: “Obvio, debe ser en la casa”, no siempre es así. Y si fuera el caso, el problema más grande es: “¡En qué casa!”. Porque decidir si con tu “familia o la mía” no es tarea fácil.
Recomiendo tomar en cuenta diferentes factores. La economía y la tolerancia son importantes. Entender que se pueden ir turnando y que si el dinero no alcanza para ir a un lugar más lejano, pues simplemente no se puede. Acá el asunto es celebrar no complicarse la vida.
Por otro lado, si tienes la posibilidad de pasarlo en tu casa y ser tú la anfitriona ¡Bien por ti! Pero también prepárate para lo que se viene.
¿Cómo decorar en navidad? La decoración:
Es una fiesta familiar, no te compliques tanto la vida con grandes arreglos, busca lo original, rompe esquemas. Quizás sea un buen año para cambiar los colores, cenar en el jardín. Menos es más pero creo que para estas fechas ver varios adornos en armonía es más llamativo. La navidad no es minimalista según mi punto de vista.
Céntrate en la mesa, deslumbra con arreglos florales, velas, y adornos navideños.
¿Qué comer en navidad? La comida:
Me gusta y recomiendo lo tradicional: Pavo. “¡Pero si me queda siempre seco!, “Quiero innovar”, ”¡Otra vez pavo!”. ¡Tranquilos que hay solución!. Si bien existen muchas alternativas de carne para preparar, sugiero la del pavo porque es rico en proteínas y no contiene muchas grasas (Queremos comer bien pero tampoco sufrir de indigestión ¿verdad?). Lo pueden disfrutar chicos y grandes porque la idea de esta celebración es compartir en familia y además está la opción de que puedas mandarlo a preparar (no es necesario que se lo cuentes a todo el mundo). Procura tener harta variedad en acompañamientos, mixtura de sabores y siempre algún dulce navideño para los más engreídos.
Lo importante, más allá de lo que decidas preparar y que se adecue a tu presupuesto, es hacerlo con amor, pensando en las personas que conforman tu familia, en ti y en este hermoso momento para disfrutar desde lo más sencillo hasta lo más elaborado con los que quieres y nunca dejar de agradecer por lo que tienes la fortuna de disfrutar y otros no.
¿Qué tomar ne navidad? La bebida:
Quizás una de mis favoritos. No es que sea especialista ni nada por el estilo, sin embargo en mi familia siempre se ha comido bien pero mejor se ha bebido.
Recomiendo los espumosos, por ejemplo un Cava Brut te permitirán acompañar todo lo que decidas elegir para la comida y es un excelente aperitivo. Como un buen pisco sour, un Dry Martini o algún cóctel navideño, eso sí no te olvides que sólo es un aperitivo.
Un vino blanco también será una excelente opción si en tu menú se encuentran mariscos y pescados. El tinto no se debe dejar de lado, un Malbec, Merlot, incluso un Rosé no pueden faltar en tu cena. Y tampoco elijas algo que te arruine la billetera, hoy existen una gran variedad de buenas bebidas y a precios razonables.
Otros:
La ambientación es muy importante en cualquier evento. Buena música, entretención, crear actividades y momentos agradables para tu familia harán que esta navidad sea especial.
Para la música propongo lanzar al escenario al familiar talentoso, hacer un karaoke de villancicos o si te da el dinero contratar algún pianista que pueda acompañarlos. Otra opción también sería algún álbum navideño como por ejemplo la maravilla de Phil Spector “A Christmas gift for you”, el del rey del funk James Brown, “A very She & Him Christmas “ de Zooey Deschanel y M. Ward (con excelentes críticas para un disco de este género), algo más popular y moderno como “Christmas” de Michael Bublé o “A Pentatonix Christmas” de esta banda multi-platino ganadora del Grammy.
Cambiar la rutina de comer, beber, abrir regalos y dormir es algo que debes procurar hacer. Busca actividades novedosas, juegos que involucren a todos tus invitados, disfrázate de Papa Noel para entregar los regalos, recrea el nacimiento de Jesús de manera creativa, crea momentos de reconciliación, de compartir y cambios favorables.
Y para los solitarios, los que por diversos motivos ese día la pasarán solos, trabajando, viajando. Una copa de vino, de agua, de soda, una tabla de quesos, música, un buen libro como “A Man Called Ove de Fredrik Backman” o “Cienfuegos” de Alberto Vázquez-Figueroa serán una gran compañía.
Y de nuevo: Agradece por la sonrisa de tu gente, por la oportunidad de estar con ellos, de compartir esto que te recomiendo o lo que decidas hacer. Y jamás dejes de exigir felicidad para ti, los tuyos y para los que menos tienen.
¡Mis mejores deseos en esta Navidad!
¡Ah! Y no te olvides de disfrutar, que para eso estamos los hedonistas.
Feliz Navidad! me encantó el artículo.