Un caso raro entre los escritores es presentar dos libros en un mismo año; en la entrega anterior Eduardo de Gortari nos habló de “Los suburbios”, su primer novela, publicada por Editorial Cuneta presentada en la pasada FIL del Zócalo, pero además hace unos meses salió a la luz su tercer poemario “Código Konami” (Proyecto Literal, Julio 2015, Colección Limón Partido). Esto es lo que el autor nos comentó sobre este libro.
“Yo no sé si alguien de marketing me diga que la cagué; que debí haber espaciado las entregas; no soy como Juan Villoro que publica un libro al año, hasta dos o tres, pero más bien es que llevaba cinco años sin publicar, era mucho tiempo”. ‘Código Konami’ ha sido algo muy sencillo; junté todos los poemas que había hecho en cinco años y estaba el Código ya hecho”
“El 100% de los poemas, todos, se publicaron”. Y es que estos poemas se encontraban dispersos en diferentes publicaciones como “Confabulario” del periódico “El universal”, Marabunta, Enter Magazine, Cuadrivio, entre otras.
Esto no es poesía, es un código.
“Fue lo que hice en cinco años y solito se fue juntando y tomando su propia forma sensata. Quizá lo único que hice como gesto adrede para que pareciera ya un libro hecho y derecho fue justo agarrar el código de Asteroids (Atari 1979), digamos que era un poema muy largo, lo voy a recortar y lo voy a poner a lo largo del libro. Además curioso porque me salió muy largo el pinche libro, me salen los libros muy largos y no sé porque, yo prefiero los libros más cortos”.
“Creo que lo raro aquí es que en realidad yo no publique nada en 5 años, pero al mismo tiempo que no había publicado un libro, sí había publicado un chingo de poemas; había estado publicando también reseñas y columnas como cada semana tengo que hacer una, entonces eso también influye y creo que ‘Los Suburbios’ también me pidió que guardara silencio tanto tiempo; eso de que ‘guardara silencio’ suena como si fuera un rock star”.
De “rock star” a “geek”.
Bromeo, le digo a Eduardo que en “La radio en el pecho” (Tierra adentro 2010) era un rock star y que en “Código Konami” se vuelve geek, reímos y comenta “pues yo creo que son la misma cosa”. Hablamos ahora sobre algunos poemas que vienen en el libro.
“Esos poemas – Dr House y The Big Bang Theory – los hice en un momento de la vida en el que tenía mucho tiempo libre como para ver series… en realidad soy menos geek de lo que parezco; juego menos videojuegos de lo que parece, me llevo mal con los videojuegos nuevos por ejemplo y con las series, me gustan; para mí en realidad las series son como películas muy largas que yo en un solo día me veo en un maratón, yo no puedo con esta mamada de ‘vamos a esperarnos una semana a ver quién se muere’ ¡No! ¡Yo quiero saber ya! No puedo, no soy fan como debería, nunca he visto ‘Game of Thrones’, pero ‘The Big Bang Theory’ y ‘Dr House’ si fueron dos series que me pegaron mucho en su momento”.
“Es como la versión cool de los de humanidades – dice refiriéndose a “The big bang theory”- siempre digo debería haber una versión de los que estudiaron humanidades porque un cuate tenía ya el título, se iba a llamar ‘El factor Borges’ en homenaje al libro homónimo de Alan Pauls; me parece un gran nombre para serie y me urge que alguien la escriba ya, algo que haga ver a los güeyes de humanidades como algo más cool de lo que realmente somos.”
“Pero de hecho me fije solamente en la cortinilla de entrada que te cuenta toda la historia del universo en dos segundos ¡Que mamada! Los ejercicios de cosmogonías antes duraban muchos libros, como la Metamorfosis de Ovidio, libros enormes que abarcan todas las cosas de sopetón y ahora prendo la tele y en Warner, que no es como que el mejor canal, te pasan en una cortinilla toda la historia del universo, cada vez los tiempos son más rápidos”.
“Y ‘Dr House’, pues mis padres son médicos, mi papá es muy Dr House, con el bastón y toda la cosa, entonces fue muy natural el ponerse a escribir algo, sobre todo porque me interesaba mucho el rollo de House como un detective, la parodia de Sherlock Holmes; y eso a mí me interesaba mucho, desde el principio dije, aquí hay algo y cuando recordé que Holmes vivía en Baker Street, con mucha certidumbre dije ¡Aquí está! ¡Lo sabía! Y además ese poema lo escribí después de que leí un ensayo de Ricardo Piglia sobre las novelas de detectives y dije esto también aplica a Dr House; Piglia habla de la mutación cerrada como máximo símbolo de una novela de detectives entonces sucede en Sherlock Holmes, sucede con Edgar Allan Poe, y para House es un poco lo mismo porque el cuerpo es una habitación cerrada y por dentro, entonces tienes que tumbar la puerta y porque la medicina está lejos de ser una ciencia y eso a mí me agrada; que es algo que no es una ciencia y la gente acude a ella todos los días”.
Y de repente quería preguntarle de un poema en específico y no me acordaba del nombre, Eduardo sale al quite: “No es tú culpa, se llama ‘Los Simpsons. Episodio 46. Temporada 21, ‘Stealing first base’ // y de fondo sonaba ‘Love theme’ de Enio Morricone como en Cinema Paradiso’ ¡Me la mamé! He leído poemas más cortos.”
El código de programación como poema.
“De niño aprendí programación y lo olvidé, ahorita sería millonario. Antes de que le dedicara mis sábados a tomar clases de guitarra, le dedicaba mis sábados a tomar clases de computación y desperdicie demasiados sábados aprendiendo código C, entonces me da mucho coraje haberlo olvidado; pero siguen siendo trabajos parecidos, a nivel por ejemplo de derecho las leyes de autor que aplican a un libro, a un texto, un poema, una novela, son las mismas leyes que aplican a un videojuego porque lo que se registra es el código, y el código al final del día es un lenguaje y se hace con lenguajes, entonces esta es la versión más obvia de lo que hacen los libros, no es esta pendejada de que los libros te abren las puertas a otro mundo, no, pero sí es cierto que toda esa realidad virtual que uno ve en pantalla está basada en el código que se lo ocurrió a alguien, es como si uno estuviera jugando en la extensión de la mente de otras personas, porque salió de la mente de varias personas y eso es muy parecido a lo que ocurre en un texto literario, muy parecido”.
“Además a mí me gusta mucho leer el código de los videojuegos porque están llenos de chistes que se hacen entre ellos. Por ejemplo aquí dice: ‘Asteroids para tal y tal’ y otro dice ‘no, mentira es para tal y tal’ entonces uno dice ¿Por qué ponen eso estos güeyes? Te encuentras chistes, correcciones, comentarios, hasta hay un chat dentro de los códigos que nosotros no vemos”.
¿Cómo leer el código konami?
“De hecho sólo utilicé fragmentos del código, no utilice el código entero. Yo le metí la mano a este código sin recordar nada de programación; yo lo que hice fue realmente sólo ubicar qué función cumplía esa parte del juego (…) y te das cuenta de que el código se parece mucho a la vida, hay una rutina de inicio, hay un protocolo por si se acaba el juego, hay un protocolo para dos jugadores que por supuesto siempre lo hace más complicado, pero más entretenido, entonces para mi eran metáforas muy obvias del amor, el nacimiento, la muerte.”
“Lo de los ovnis me encanta, claro ocurren cosas en la vida, no necesariamente ovnis, pero siempre van ocurrir cosas que no entiendes y que ahí están, ¡y también están en el programa! Y yo lo que hice realmente además de cortarlo en pedacitos, fue hacer subrayados y dejar que el subrayado revelaran lo que ya tiene de poema un código sin que yo le meta nada”.
“Hay declaraciones que están aquí en el código que son casi metafísicas; esto de ‘regresar a un estado previo’ lo aprobarían más de un budista o un vegano”.
“No sé si esto es ready made tal cual, no los sé porque yo no pienso en eso términos como escritor, como lector sí, pero yo no soy lector de mis propios textos, entonces como autor para mí es como un gestito, de hecho eso tiene que ver con haber sacado dos libros (de hecho van a ser tres, pero no te voy a soltar el título todavía) el mismo años. Si yo te dijera que aquí estoy haciendo algo diferente no estaría tan seguro de otras cosas que hice en ‘Los suburbios’, que hice en ‘La radio en el pecho’, porque a la hora de escribir no estoy pensado ‘esto es un cuento, esto es un poema’, no, no va. Yo sé que hay muchos lectores comunes que en mi poesía no les agrada que haya narraciones, y sé que hay lectores que no les gustará que en mi prosa hay cosas demasiado líricas, ni modo, yo no hago las cosas pensando ‘vamos a hacer un cuento’, uno se pone a escribir y ya. Y en este caso a no escribir, en el caso de asteroides a ‘des-escribir’ o a subrayar.”
¿Dónde conseguir “Código Konami”?
El libro se encuentra a la venta en línea en la página de Proyecto Literal. También se encuentra disponible en diferentes librerías de la Ciudad de México, DF.
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