La radio en el pecho.

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No soy buen lector de poesía; por lo que no sé bien a bien como llegué a este libro.

Quizá fue por pasar tanto tiempo en twitter; donde sigo a varios escritores mexicanos jóvenes y las editoriales que los publican. En realidad eso explicará como lo obtuve; pero una cosa es andar por la red descargando libros en formato digital y otra muy distinta es leerlos.

Tampoco me gusta hacer trámites en dependencias de gobierno, pero tuve que hacer uno en el IMSS, un tramite que toma 2 minutos en ventanilla pero por el que hice una fila de 2 horas y media. Estando formado y sabiendo que estaría allí un buen rato recordé que el día anterior había visto el blog de Eduardo de Gortari, y que tenía disponible para descarga su libro “La radio en el pecho” (Tierra adentro 2010). Así que no lo pensé, lo descargué en el teléfono y comencé a hojearlo (por decirlo de cierta manera).

Lo primero que me llamó la atención fue que el índice era un tracklist, cada uno de los 36 poemas lleva el nombre de una canción, canciones que en su mayoría también tengo en mi teléfono y que a la vez, sobrado de tiempo rodeado de derechohabientes acomodé en una lista de reproducción en el aparato.

Así, en la fila, con lo audífonos puestos, me dispuse a leer.

Pasaremos por alto la relación entre música y poesía, que es tan antigua como la humanidad y que resultaría en algo redundante para el caso.

El poeta no intenta reescribir estas canciones en su lenguaje. Son estas canciones el marco en el que se engloban momentos, vivencias, sentimientos, observaciones que son escritos en el transcurso del ir y venir de una persona.

Son poemas escritos desde la óptica de quien camina por la ciudad, quien recuerda la historia reciente, de quien está enamorado o se acaba de decepcionar.

Está escrito por quien fuma un cigarro y toma una cerveza mientras ve el mar. Son poemas de lugares y momentos acompañados por la música. Son poemas de quien observa.

Quizá alguno de los textos peque de naive, o de no escapar del cliché del asunto amoroso, pero en el conjunto que logra “La Radio en el Pecho” adquieren un sentido: es la realidad que el joven escritor refleja.

Me gustó particularmente encontrarme con “Heinrich Maneuver”, y no porque sea fan de Interpol; sino porque me trajo la nostalgia que siento por Veracruz, por caminar en la playa y estar con los amigos matando el rato.

Además reconocí diferentes lugares de la Ciudad de México, pero para mí especialmente la Santa María la Ribera con todo y el kiosco morisco que visité varias veces mientras era empleado en una casa de bolsa y rentaba un cuarto muy cerca del Museo del Chopo… claro eso fue dos años antes de que saliera el “Black Hole and Revelations” de Muse, y aún no conocía “Starlight”.

Es un libro que me trajo recuerdos, nostalgia. Con un lenguaje claro y sin florituras; una lectura que me atrapó y que sólo se vio interrumpida cuando fue mi turno de pasar a la ventanilla faltando un par de canciones para terminar mi playlist y dejándome con ganas de seguir leyendo la misma cantidad de poemas que tuve que dejar pendientes para más tarde ese día.

El autor, Eduardo de Gortari (México DF, 1988) ha sido becario del FONCA, ha colaborado en diferentes revistas, es autor además de “Singles //05/08//” (Red de los Poetas Salvajes, 2008) – disponible también para descarga en el blog del autor -. Eduardo fue incluido en la antología “Rigo es Amor” (Tusquets, 2013) coordinada por Cristina Rivera Garza.

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