Ok, ya pasó, ya se acabo la fecha romatico amorosa llamada San Valentín. Día en el cual los que son forever alone, friendzoneados o solteros simplemente no disfrutan. Y pues mejor no hablamos de los que acaban de regresar a la banca. Hablemos claros, los que acaban de cortar y aún siguen cortándose las venas con pan Bimbo o galletas de animalitos al respecto.
Superar una relación pasada
Sin importar si es reciente o pasado, espero que lo aquí escrito te pueda ayudar en algo. Comencemos por el comienzo, porque existe un punto clave que hace que el dolor siga viviendo y se quede como espina clavada en el corazón: La historia alrededor de.
La historia del cortón es importante porque bueno, es el porque de las cosas. Aunque cortar es algo natural, pasa, miles de parejas cortan al día. Es tan natural como que el pez más grande se coma al pez más pequeño.
Lo que no sabemos en este cause natural es que ese quizá este pez pequeño tenía sueños, ideales y metas y podemos ver este acontecimiento como algo trágico, doloroso y sumamente deprimente.
El mismo evento se puede ver de dos maneras, la simple y la compleja y lo que lo hace distinto es la historia, el conectarnos emocionalmente con ese pequeño pez que ya no existe. Y quizá ahora te preguntes ¿qué tiene que ver el pez con mi situación emocional? Para allá vamos.
Cuando estamos en una relación es natural que se formen ideas, sueños, ideales con respecto a esta. Hacemos consciente o inconscientemente planes a futuro, lugares a donde queremos ir, cosas que queremos hacer. Bueno hasta el color del vestido que usaremos en la boda y los nombres de los hijos que vamos a tener.
Estos mismos planes se convierten en cosas sin terminar, asuntos sin resolver, resentimientos y cosas negativas que guardamos hacía la otra persona pues sentimos que arruino la vida que habíamos planeado de una u otra manera. E incluso cambia la idea que tenemos de nosotros mismos como pareja.
Y es que sí, tenemos esa historia de nosotros antes, durante y después de la relación. Terminar esa historia en la que compartiste tanto y pasaron tantas cosas puede y es difícil y toma tiempo superarlo. Yo no digo lo contrario. Lo que está en nosotros es el modo en el que vemos la historia, como la contamos y como escribimos el final, decidimos si escribimos una tragedia griega o una novela.
¿Cómo terminar una relación de amor?
- Dejar de preocuparse por esa relación.
- Dejar de preocuparse por lo que sucedió.
- Dejar de pensar lo que significa para ti.
- Dejar de pensar si pasaron cosas buenas o malas.
- Dejar de pensar en las formas en las que pudiste arreglar las cosas.
- Dejar de pensar en la persona.
- Dejar de pensar y de preocuparse.
¿Duele? Claro que sí, los recuerdos duelen, y no digo que «olvídalo» suene más simple de lo que en realidad es y puede que pienses que no tengo ni idea de por lo que estás pasando y puede que no. Cada historia es distinta, pero sí, yo también he sufrido mucho y lo supere. Ahora soy una persona feliz y tú también llegarás a ese lugar donde todo parecerá algo lejano.
Ok, vamos a un punto un tanto personal, después de la última GRAN RUPTURA, GRAN con letras mayúsculas, de pensar mucho, de darle un millón de vueltas a lo mismo y analizar la historia un millón de veces me pregunté «¿Qué ganas con esto?», deje de pensar un momento y me llegó la calma.
Este es un tip que tal vez suene bobo pero créeme, funciona. Suelta las cosas, deja ir. Aplícalo a cualquier aspecto, problemas laborales, relaciones de pareja, amistades. Los conflictos no son tan complejos como podrías pensarlo. No puedes cambiar las cosas, ni como sucedieron, ni como actuaste y mucho menos lo que hizo el otro. Así que si ya no tiene solución «deja ir». Da ese paso, cierra el capítulo que ya terminó y comienza uno nuevo. Lo mejor que puedes hacer es soltar aquello que te causa dolor, todas las heridas cierran y cuando quedan cicatrices es solo para recordarte lo fuerte que eres. Suerte.