Las artes no pueden (no deben, quiero pensar) alejarse de la realidad: exponerla, tomar postura, denunciar.
Los temas actuales, ya sean políticos, culturales o sociales no pueden dejar de ser parte de la creación artística, de dejar testimonio, dar fe de lo que ocurre.
Soy quizá reiterativo al decir que veo a la literatura como la fotografía de una época, un legado de los sucesos que se vivieron en algún momento e inspiraron la creación de textos en cualquiera de los géneros conocidos o que son formados en estos ejercicios de escritura.
Si hablamos del México contemporáneo muchos temas urgentes surgen, uno de ellos el feminicidio, un crimen de odio: el asesinato de una persona por cuestión de género, por ser mujer. Es uno de los delitos que más a crecido en la última década, hasta la alarmante cifra de 23000 en el periodo de 2007-2017. Es decir que, en promedio de una mujer (niña, joven o adulta) fue asesinada cada 4 horas en territorio nacional, siendo la zona centro del país la de mayor incidencia de acuerdo al INEGI.
En «El silencio de los cuerpos. Relatos sobre feminicidios» (Ediciones B México, 2015), nueve escritoras mexicanas abordan desde la ficción la violencia contra las mujeres que deviene en la muerte en muchos casos.
Los textos son diferentes entre sí, pero no inconexos. Giran en torno al feminicidio, pero va más allá de eso. Comienza con la pluma magistral de Cristina Rivera Garza, en un relato casi etéreo sobre el temor de ser mujer en un mundo que le es adverso y cierra con el frenesí de las drogas, el alcohol y el sexo en un texto de la indudable manufactura de Susana Iglesias.
Especialmente impactantes para mí fueron los relatos «Soñarán en el jardín» de Gabriela Damián Miravete y «Viva» Raquel Castro. Redondos, bien logrados anhelantes de justicia (cosa que se ve más lejana cada día en este país) y que, sin proponérselo nos gritan en la cara que la violencia de género está más cerca de lo que creemos. «Bato» de Orfa Alarcón es otro de los textos que llamaron mi atención, pues toca el tema de la lesbofobia, poco explorado en la literatura mexicana actual.
Integran además esta antología: Iris García Cuevas, Abril Posas, Ivonne Reyes Chiquete y Tania Tagle. Ninguno de los relatos tiene desperdicio, la selección de los textos se nota cuidada, incluso hasta el prologo, que estuvo a cargo de Sergio González Rodríguez (autor de «Huesos en el desierto», quien falleciera en 2017).
Lectura recomendable, necesaria me atrevería a decir, no puede faltar en tu biblioteca.
