El destino (y Netflix) ha vuelto a reunir, por cuarta vez, a Jane Fonda y Robert Redford quienes en esta ocasión dan vida Addie y Louis, respectivamente, dos vecinos viudos que deciden dormir juntos para huir de la soledad, pero en sus almas comenzará a florecer el amor. La película que dirige Ritesh Batra está basada en la novela homónima de Kent Haruf, quien curiosamente escribió la historia después de ser diagnosticado de cáncer de pulmón, por ello es comprensible saber que Nosotros en la Noche -como la han titulado en el mercado hispano- es una historia romántica que, al centrarse en el ocaso de la vida de estos dos personajes, funciona como un examen de conciencia para afrontar sus errores personales -que afectaron su pasado- tratar de saldar deudas, y llevar lo que les resta de vida en paz. En ese amor propio que renace y el amor por el otro que noche tras noche tras largas conversan descubren.
Our Souls at Night es una historia entrañable, tratada desde todos los puntos con bastante sensibilidad, sin demasiadas pretensiones. El guión está a cargo de Scott Neustadter y Michael H. Weber que en los últimos años han firmado historias singulares como (500) Days of Summer y The Spectacular Now o adaptaciones bastante efectivas que han funcionado entre el público medio como The Faut in Our Stars y Paper Towns. Fonda y Redford, tienen la tarea de darle vida a Addie y Louis dos solitarios que hacen vida en un pueblo rural americano -y sorprende cuan convincente son tomando en cuenta que estamos viendo a dos de las estrellas con más elegancia y glamour de todo Hollywood-, completan el reparto Judy Greer como la hija de Redford, con una intervención pequeña pero correcta, Matthias Schoenaerts como el hijo un tanto problemático de Fonda, Iain Armitage la pequeña gran revelación de este año que se ha dejado ver en la pantalla chica en Big Little Lies y Young Sheldon y un desperdiciado Bruce Dern quien cuenta con segundos frente a las cámaras.
Ese pequeño pueblo a las afueras de Denver, donde está ambientada la historia, funciona como otro personaje secundario, ese lugar recóndito donde sus habitantes no pueden asimilar que dos personas mayores vuelvan a enamorarse -cómo si no les resultase difícil ya a ellos tener ese acercamiento mutuo-, esos paisajes que funcionan como escenario perfecto para que el amor nazca cuando menos lo esperan. Elliot Goldenthal ayuda con su banda sonora (donde abundan las melodías country) a mantener ese espíritu entrañable que caracteriza a la historia mientras que Stephen Goldblatt captura con el lente de su cámara ese entorno amable como los personajes mismos.
Nosotros en la Noche es un drama inofensivo pero que vale la pena darle una oportunidad porque la historia lo vale y porque disfrutar del talento de Jane Fonda y Robert Redford no tiene precio.