2022 prometia ser un año fantástico porque después de superar una pandemia que se prolongó cerca de los dos años, nada peor puede pasar ¿verdad? Pues… no. Aparentemente hay cosas igual de terribles o incluso peores como los conflictos globales en 2022 que empiezan con una guerra en Ucrania y terminan con una hambruna en Afganistán.
El mundo está absorto por la invasión rusa en territorio ucraniano ¿algo lamentable? Sí pero no es lo único que sucede en el mundo ahora mismo, tristemente. Estas crisis, si se intensifican aún más, pueden tener efectos devastadores a nivel nacional, regional o incluso mundial.
Más allá de Ucrania y Rusia: Otros conflictos globales en 2022
¿Una Tercera Guerra Mundial, originada (una vez más) en Europa? ¿Hambre en Afganistán? Ya sean guerras, golpes de estado o hambrunas, el año 2021 fue tumultuoso para muchas naciones en la faz de la tierra, cuyos efectos repercutirán a lo largo de 2022.
Hambruna en Afganistán
Un Afganistán devastado por la guerra se encuentra en medio de una catástrofe humanitaria. En 2022, el pueblo afgano no solo se enfrenta a una hambruna generalizada durante el próximo invierno, sino que el coste económico del colapso del sistema bancario del país sería colosal.
Cuando el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, retiró las tropas estadounidenses del país, los talibanes salieron victoriosos de una guerra que duró dos décadas enteras, resucitando así el Emirato Islámico de Afganistán que una vez existió entre 1996 y 2001.
Las mujeres se enfrentan a la pérdida más inmediata de sus libertades, siendo la más reciente la prohibición de viajar largas distancias a menos que estén acompañadas por un tutor masculino cercano. Mientras tanto, la educación y el empleo para las mujeres son ahora un sueño lejano, a pesar de que los talibanes prometen lo contrario a la comunidad internacional.
China y la probabilidad de invasión en Taiwán
Tras el inicio de la guerra en Ucrania, muchos han especulado con la idea de que China ‘se sienta inspirada’ para hacer lo mismo sobre Taiwán.
El líder supremo de China, Xi Jinping, ha seguido empleando una política agresiva y hostil hacia Taiwán en lo que parece ser un componente esencial del «Gran Proyecto de Rejuvenecimiento» de China. Si bien la mayoría de los taiwaneses sienten que pertenecen a una nación independiente de facto que está separada de China continental, esta última (especialmente su administración, el Partido Comunista de China) no está de acuerdo con vehemencia, acusando a la isla de ser nada más que una provincia disidente.
Hace unos meses, China envió alrededor de 150 aviones sobre la zona de defensa aérea de Taiwán en una demostración de fuerza que ha llevado a expertos y analistas a señalar que la probabilidad de guerra en 2022 es mayor que nunca.
Durante la mayor parte de la historia, la política estadounidense en la disputa a través del Estrecho ha estado del lado de Taiwán. El presidente Joe Biden ha anunciado repetidamente que su administración apoyará la democracia de Taiwán, que actualmente está siendo gobernada por Tsai Ing-wen. Con Estados Unidos firmemente del lado de Taiwán, cualquier acción militar iniciada por los chinos inevitablemente atraerá a los estadounidenses en lo que podría convertirse en un conflicto devastador entre las dos economías más grandes del mundo.
El futuro incierto de Myanmar
El país fue testigo de uno de los golpes de Estado más impactantes de 2021 en el mes de febrero, cuando el gobierno civil encabezado por la Consejera de Estado Aung San Suu Kyi fue derrocado y miembros de su partido, la Liga Nacional para la Democracia (LND), junto con con ella, fueron detenidos.
A pesar de que un tribunal birmano redujo a la mitad la sentencia inicial de cuatro años de prisión de Suu Kyi por cargos que van desde la violación de las normas de COVID hasta el mal manejo de información secreta que podría ayudar a un enemigo, el pueblo birmano no retrocede.
Miles, incluidos niños, han sido asesinados por el Tatmadaw y más de 10.000 han sido golpeados o arrestados.
A medida que avanzamos en 2022, Myanmar tiene un futuro precario por delante. ¿Conducirá la coerción internacional a la restauración de la democracia del país y la liberación de la controvertida premio Nobel Aung San Suu Kyi?
Gobierno civil-militar en Sudán
A pesar de la restauración del gobierno civil-militar en Sudán después del golpe de octubre que derrocó temporalmente al primer ministro Abdalla Hamdok, las protestas a favor de la democracia continúan sacudiendo el país del noreste de África.
Después de la destitución de Omar al-Bashir en 2018, el dictador que gobernó Sudán durante casi tres décadas, se hicieron arreglos para compartir el poder entre el ejército y el movimiento prodemocrático para formar un jefe de estado colectivo llamado Consejo Soberano de Sudán, que estaría formado por miembros tanto militares como civiles.
Sin embargo, los militares derrocaron al gobierno cívico-militar hace unos meses y detuvieron a Hamdok y miembros de su gabinete, lo que provocó protestas generalizadas a las que se respondió con la máxima brutalidad.
Finalmente, el 21 de noviembre, Hamdok fue restituido como primer ministro, pero persisten las tensiones entre civiles y militares y las protestas en favor de la democracia.
Israel contra Palestina, un ataque que no se detiene
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, ha dejado claro que no tiene ningún interés en reactivar el proceso de paz israelí-palestino. En una entrevista, afirmó su posición de larga data de que “se opone a un estado palestino y no permitirá conversaciones sobre la línea de un estado palestino”. Haciéndose eco de Bennett, el primer ministro suplente más moderado de Israel, Yair Lapid, que asumirá el cargo en agosto de 2023, dice que él tampoco buscará conversaciones de paz una vez que asuma el cargo, a pesar de su apoyo declarado a una solución de dos estados.
Esto nos dice que la región israelí no tiene intenciones de socavar el fuego contra la población palestina.
Porsible “Tercera Guerra Mundial” sobre Ucrania
La guerra ya ha estallado, lo que no sabemos es si tendrá un impacto mundial como muchos vaticinan. Este conflicto se debe a que Ucrania, un pequeño país de Europa del Este dirigido por Volodymyr Zelensky, se niega a dejarse intimidar por la Rusia de Vladimir Putin.
Después de haber tomado el control de facto de la península de Crimea y la región oriental de Donbas (las unidades administrativas de Donetsk y Lugansk) desde 2014, Putin claramente tiene una agenda expansionista con respecto a Ucrania.