No suelo escribir posts en primera persona, a excepción de que sea sobre cosas que me gustan mucho y/o han tenido un impacto en mí. En esta ocasión hablaré de la meditación compasiva y cómo ha cambiado mi vida. Así que más que un post, creo que será un testimonio que me gustaría compartir.
Hace un tiempo mi vida dio un giro de trescientos sesenta grados cuando mi mamá fue diagnosticada con una grave enfermedad. Siempre, desde que tengo uso de razón, hemos sido mi madre y yo contra el mundo. En ella siempre he visto una mujer luchadora y comprometida que me crió y sacó adelante. Así que pensar en que exista algo que pueda desmoronar esa fortaleza que siempre ha tenido mi madre, que siempre me ha inspirado sacudió mi mundo por completo.
Ese diagnóstico fue en plena pandemia así que además de luchar contra un virus también teníamos que aprender como lidiar con este reto. En mi caso, las cosas no fueron muy bien. He sufrido de ansiedad desde los siete años así que tener que ser fuerte, esta vez me estaba costando más de lo normal. Cuando no estaba tratando de seguir adelante junto a mi madre (de citas médicas en citas médicas) estaba refugiándome en el arte como siempre lo he hecho: escuchando música, leyendo, escribiendo, viendo series y películas… al menos las opciones para escapar de mi realidad a ratos, nunca han sido escasas. Mi madre también buscó refugio en otras actividades como las manualidades.
Lo cierto es que una de esas tantas opciones que tuve por esos días, fue Hollywood de Ryan Murphy; no fue una serie que me haya gustado como esperaba que lo haría (tal vez fue mi culpa, tenía las expectativas MUY elevadas), pero siempre es reconfortante ver actores que admiras (Darren Criss, Samara Weaving, Jim Parsons,…) en pantalla y, por supuesto, descubrir otros nuevos como David Corenswet. Él, a pesar de estar rodeado de grandes actores, muchos de estos leyendas de la interpretación, fue lo mejor de la serie. Su presencia aportaba mucha luz, gracias a su talento y carisma. Enseguida vi The Politician y en esta serie, Corenswet, trajo consigo mucha pureza a una serie repleta de locura (en el buen sentido). Declarándome fan de David y queriendo saber más de sus próximos proyectos, empecé a seguirlo en las redes sociales y descubrí que además de talentoso y carismático, es también muy inteligente. Y esa inteligencia es algo que comparte con su madre.
Caroline C. Packard es mediadora y especialista en resolución de conflictos organizacionales con más de veinte años de experiencia. Es coautora de The Mediator’s Handbook y ha capacitado a cientos de mediadores. Tiene una amplia formación formal en teoría de sistemas organizacionales, dinámica de grupos y psicología. En un post de instagram, Caroline hablaba de la meditación compasiva o ‘loving kindness’ una solución cuando tú o alguien que quieres está asustada o enferma. En mi caso, eran ambas. Ese post de escasas palabras llegó a mi cuando más lo necesitaba y ni siquiera lo sabía. Así que lo puse en práctica primero y luego le comenté a mi mamá de este, cuando empecé a notar los resultados.
Meditación compasiva o ‘loving kindness’
Comencé a averiguar más sobre la práctica de la meditación compasiva, de donde provenía y si la estaba haciendo de forma correcta.
A medida que el ritmo de nuestras vidas continúa acelerándose, impulsado por una serie de fuerzas que parecen estar fuera de nuestro control, cada vez somos más los que nos sentimos atraídos por la meditación.
La meditación compasiva o meditación Metta es una práctica centenaria que proviene originalmente de la tradición budista. Consiste en repetir una serie de frases que envían tu deseo de que tú, y todos los seres, sean felices, pacíficos y saludables.
Las frases son tradicionalmente algo así como:
- Te deseo que estés a salvo.
- Te deseo que tengas salud.
- Te deseo que seas feliz.
- Te deseo que tu mente esté tranquila.
Se empieza por decir estas frases a uno mismo y luego a un grupo cada vez más amplio: empezando por alguien a quien se quiere, luego alguien neutral, alguien sobre el que se tienen algunos sentimientos negativos y, finalmente, ampliando esto a todos los seres.
Beneficios de la meditación compasiva
Después de estar practicando la meditación compasiva durante un tiempo, he sido testigo de que ayuda a:
Disminuir las emociones negativas y aumenta las positivas. La meditación me ha permitido disminuir la depresión y la ansiedad social, y también ha aumentado los sentimientos positivos como el amor, la alegría, la felicidad, el aprecio, la satisfacción en estos momentos tan duros.
Acallar la crítica interior. Como una persona con ansiedad, el crítico interior es más que una voz molesta: es francamente cruel. La meditación metta me ha ayudado a mermar esa autocrítica.
Fortalecer la empatía y aumenta la compasión. No es sorprendente que la práctica fomente la empatía y la compasión por los demás, potencialmente más que cualquier otro tipo de meditación. Pero, ¿sabías que también puede aumentar estos sentimientos?
Si haces la meditación por tu cuenta, dedica un tiempo a pensar primero en las frases que vas a utilizar. Tradicionalmente, se utilizan frases como «Que estés a salvo», «que seas feliz», «que estés sano», pero puedes ser creativo y utilizar frases que te hablen a ti, para hacer las afirmaciones más personales.
Lo digo con franqueza, la meditación compasiva ha cambiado mi vida y estaré eternamente agradecida con Caroline Packard por haberme introducido esta práctica. Estoy feliz de haber descubierto su instagram y me emocionaría muchísimo saber más de su trabajo.