No estoy diciendo que saber de fútbol sea algo obligatorio, que las escuelas deben enseñar sobre saques de arco, tiros libres, penas máximas, corners, fuera de lugar, valores de gol de visitante, nombres de estadios, directores técnicos, clubes de fútbol o historia de los mundiales. Nada de eso. Pero lo que no he podido entender, es por qué si ustedes hombres, dedican tanto tiempo de sus vidas a vestir las camisetas de sus equipos preferidos, invierten gran cantidad de horas en ver los partidos de la Champions League y pelean con el televisor cuando no están de acuerdo con el árbitro, no saquen ni un minuto de las 24 horas de sus días, a enseñar a sus parejas las normas básicas del fútbol.
Yo soy de las que sabe de fútbol por sí misma, porque me encanta, porque sigo el desempeño de varios clubes y varias ligas y porque junto a la fórmula 1, es mi deporte favorito. Sé que soy un caso raro, el promedio de las mujeres odian el fútbol o en el mejor de los casos les resulta indiferente, y también lo entiendo; en muchos casos el fútbol significa sentirse desplazada por 11 jugadores en una pantalla, una tarde perdida mientras el hombre de la relación las ignora y ustedes tienen un mundo de cosas en la cabeza, que desde su percepción son más importantes que cualquier liga del mundo, aunque en ella jueguen Lionel Messi y Cristiano Ronaldo.
En mi caso, en mi relación particular, disfruto de clásicos con mi novio, discutimos sobre jugadas y exponemos diversos puntos de vista sobre el desarrollo del partido; es por eso que sé, que no es tan complicado que los hombres les dediquen a sus novias un espacio y en lugar de excluirlas por el fútbol, hagan que ellas tomen interés por un hermoso deporte y disfruten juntos de un buen clásico, en lugar de discutir sobre si ven ESPN o E Entertainment.
Y se los digo, no porque esté interesada en salvar sus relaciones, ni porque quiera librarlos del tedio de una tarde de discusión, no. Se los digo porque en muchos casos, (en particular cuando las mujeres odian el fútbol), llegan a un punto en donde tratando de exponer argumentos en contra del rey de los deportes, se suele caer con extrema facilidad en el ridículo contundente.
Todo esto se originó sencillamente, porque vi en twitter el siguiente comentario: “O sea, no bastan los 90 minutos normales, en el fútbol internacional también hay 2 tiempos extra de 15 min cada uno… Ahhh bueeee…”. Supongo que no necesito aclarar el por qué me indignó leer esto, sin embargo lo que me dejó más fuera de base, es el hecho de que la señorita en cuestión, dueña de este contundente tweet tiene novio. Sí, de esos que ven mundiales, tienen camisetas de varios clubes y seguramente la ha desplazado más de una tarde por sentarse a ver a los 22 tras el balón. Me pregunto entonces ¿dónde queda el amor en todo esto?, porque créanme, que cuando uno ama realmente a alguien, o al menos lo estima en una medida pequeña, no permite que ese alguien vaya por ahí dejando de plano su ignorancia manifiesta en una red social, en la que dicho sea de paso, cuenta con un buen número de seguidores.
No sé si él, su novio, y sus demás amigos del sexo masculino al leer esta profundísima reflexión, prefirieron callar para no tocar el tema del fútbol, que por otros comentarios deduzco que es sugestivo para la dama en cuestión, o simplemente la dejaron hacer el ridículo sin darle mucha importancia.
Es por eso hombres que les digo, dedíquenle tiempo a ser más incluyentes con sus parejas, sobretodo en temas que son el fuerte en su género, porque cuando la niña con la que salen, escribe cosas como la arriba mencionada, aparte de quedar mal ella, de paso quedan muy mal ustedes.
Y a las chicas un consejito gratis: si no saben de un tema, háganse el favor y no hablen sobre él. De nada.