Se dice que el amor es el sentimiento más bello del mundo, para mi es el sentimiento que más juega con la «salud mental» de las personas. ¿Dudan? Pues verán, sean hombres o mujeres existen puntos que son reales sin importar el género.
Cuando alguien nos gusta nos convertimos en mejores investigadores que el F.B.I., nos dedicamos a saber todo acerca de esa persona, nos acercamos, conversamos, buscamos intereses comunes y muchas veces si no sabemos de que habla nos dedicamos a averiguar para poder seguir el tema. Todo por estar más cerca de ser la persona que nos esta haciendo vibrar.
Empezamos a «torturar» a nuestros amigos con preguntas tipo «¿Crees que me esta viendo?», «¿Quién es esa/ese?», «¿Me veo bien?», «¿Y si la/lo invito a salir?, «¿Crees que le gusto?», tanto que parece que queremos que sean sus espías privados y vivan pendientes de lo que creemos que son las «señales» de que se derrite por nosotros como nosotros por ellos.
Nos hacemos «chaquetas mentales» del tipo: «¿Me extrañara?», «¿Estará pensando en mi?» «Nadie puede amarlo como yo«; es decir, soñamos despiertos con todos los sentimientos que «seguramente» esa persona tiene por nosotros, además de mirar el teléfono y redes sociales como si de nuestra mirada dependiera que esa persona nos llamara, mensajeara o se conectara para hablar con nosotros.
Hablando de redes sociales, estas se convierten en toda nuestra conexión para averiguar todo acerca de su vida, ver sus fotos, publicaciones, comentarios y las «tip@s» con las que hablan; a las cuales por supuesto tenemos que stalkear y criticar porque obviamente si tienen tratos con él/ella es porque quieren algo.
Es decir, morimos de los celos si de otras chicas/chicos se trata, ya que esas «amiguit@s» (aún después de esta etapa siguen siendo el blanco de muchas peleas). Son odiados sin conocerlos, ¿por qué? Simplemente porque tienen su atención y sabemos que alguna de ellas puede ser exactamente lo que esta buscando. Representan todos los miedos e inseguridades de las que somos presos al conocer a alguien que nos interesa y queremos conquistar.
Ahora bien, si esa persona nos llega a mandar mensaje, lo leemos cien veces y preguntamos a todos nuestros amigos que responder, como hacerlo, donde poner puntos y donde comas para sonar interesantes. Si lo vamos a ver o pasa cerca, pedimos opiniones sobre si actuar casual, como «flirtearle» o como llamar su atención.
Y claro, no olvidemos las típicas canciones de amor que escuchamos soñando con esa persona, dedicándoselas en nuestra mente así como películas, ósea, todo lo que sea versión «Te amaré de aquí a que se acabe el mundo«.
Conclusión:
Sea como sea, el amor es el sentimiento que hace girar el mundo, lo que inspira las mejores novelas e historias, es música, es arte, es un motor. Juega con la salud mental porque nos hace soñar, imaginar y creer cosas que pueden o no estar ahí, porque, admítelo, muchas veces nuestras chaquetas mentales son mucho más intensas que lo que realmente estamos viviendo.
Sea por decepción o por amores correspondidos, el amor siempre ha sido parte de la historia de todos y cada uno de nosotros, somos fruto de él y nunca pasará de moda. Tanto es así que las películas, canciones y novelas de amor siguen siendo igual de populares sin importar el tiempo que pase.
Así que, si tienen la oportunidad de empezar a ilusionarse con alguien, recuerden que debemos arriesgarnos, sin miedo, de un corazón roto no pasa y es mejor confesar nuestros sentimientos a vivir en el hubiera y la duda. Vive cada etapa del amor, aprende, disfruta. Suerte.
Imagen extraída de: http://img.izismile.com//img/img2/20090330/bonus/12/star_wars_62.jpg
Hola me encantó tu título.
Y sí es cierto eso de que el amor juega con nuestra salud mental, todas y cada una de las veces que tenemos la oportunidad de toparnos con el.