Dejar ir

“Todo tiene una razón de ser.” A veces nos preguntamos porqué pasan las cosas, a veces nos lamentamos de cómo sucedieron y nunca falta quien nos diga que todo pasa por algo, nosotros mismos se lo hemos dicho a alguien y más de una vez. Jamás llegamos a saber qué es ese algo pero nos gusta creer que si las cosas no hubieran sido así, estaríamos peor; a mí me gusta creer eso.

    Pero esa frase tiene muchos más significados y aplicaciones, lo más curioso es que así como muchas otras cosas en la vida, ya lo habíamos notado, pero no lo sabíamos; y justamente fue hace muy poco tiempo que yo lo noté.

    Si todo tiene una razón de ser, lo que no tenga razón, no debe ser, ¿cierto? Y es así como últimamente ha estado presente en mi vida esta frase, pues me han dicho que las cosas no se deben hacer, decir, pensar o suceder solamente porque sí, sólo porque se puede o porque no hay una razón para no hacerlo de esa manera. Y no aplica cuando hablamos de porqué usamos una blusa y no otra, sino cuando hablamos de cosas importantes, de decisiones, de grandes momentos o de lo que nos puede o no pesar toda la vida.

    ¿Madurez? Sí, probablemente. Sabiduría, suerte, experiencia, miedo, errores, sentimientos, emociones…todo interviene a la hora de tomar una decisión; pero justamente en ese segundo en el que decidimos algo, en ese único momento, es cuando más debemos olvidarnos de todo, poner la cabeza fría, pensar sólo en las metas y objetivos, dejar a un lado el ¿por qué no?, apagar la parte que se rige por anhelos y deseos y encender la que dice “Úsese en caso de tomar decisiones” pensar en lo que verdaderamente es lo mejor y lo que debemos hacer.

     Así es como llegué a la conclusión de que sólo hay una cosa más dolorosa que el encontrar el camino cerrado a nuestros deseos, y es que nosotros mismos tapemos el camino; así fue como aprendí que duele no poder alcanzar lo que más anhelamos, pero que duele mucho más dejar de intentar alcanzarlo por voluntad propia. Y en momentos como estos es cuando hay que rascar en lo más profundo de nuestro interior para juntar toda la fuerza y voluntad que poseemos, porque es hora de dejar lo que más queremos, por lo que en un futuro será mucho mejor.

    Ya sea que hablamos de lo que más deseamos, de nuestro mayor anhelo, el más bello sueño, pero casualmente no es lo que nos hace bien ni lo que necesitamos; así que con todo el dolor que nos provoque, habrá que dar la vuelta y poner los ojos más adelante, donde seremos recompensados por haber tomado la decisión correcta. ¿Cierto?

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Mariana Huerta
Mariana Huerta
Soy Mariana, estudiante de la escuela y de la casa, de las amistades y del día a día, estudiante de la vida. Quizá mis cortos años; porque sí, son pocos; no me permitan decirles todo lo que he hecho pero sí todo lo que soy. Me gusta sorprenderme pero me gusta aún más sorprender. Escribir es un lujo, mi pasión, mi escape y contacto con la Mariana de adentro, con todo lo que me rodea. Un gusto estar aquí.

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