Si Internet fuera un país, su mayor exportación serían discusiones. La mayoría de estas disputas suelen estar relacionadas con política y religión pero, como los humanos siempre sabemos elegir bien nuestras prioridades, otro de los temas más discutidos es el de los videojuegos. El foro más visitado de internet, con un millón de publicaciones a diario y veintitrés millones de usuarios registrados, está lleno con críticas de videojuegos, peleas sobre cuál es mejor, sobre qué se le pudo haber cambiado a un juego para mejorar la experiencia. A menudo profetizan un juego perfecto, que bajará de los cielos y que solo podrá ser jugado por los injustos de corazón. Conversan por medio de avatares manipulables controlados, en su mayoría, por adolecentes.
La academia platónica de nuestros tiempos.Pero lo que todos estos adolescentes idiotas no saben es que todas sus pequeñas discusiones sobre videojuegos son inútiles, bueno, más inútiles, porque ese juego perfecto ya existe desde el 2011, perras. ¿Que no sabes de qué estoy hablando? Pues haz memoria, amigo. Me refiero al glorioso año en el que salió The Elder Scrolls V, mejor conocido como Skyrim.
Bajen sus armas y reúnanse como iguales, la duda será aclarada. Al final de este artículo les apuesto que estarán convencidos que Skyrim es el mejor juego alguna vez programado, y si no, que me devore un oso*.
#4. La Libertad
Debo admitir que he pasado más tiempo jugando este juego del que necesitaría para alcanzar cualquiera de mis metas personales, si hay niños presentes desháganse de ellos, no podrían soportar la verdad. He pasado 215 horas jugando Skyrim (hasta ahora), y no me arrepiento de una sola, pudieron haber sido 2 horas de gimnasio al día por 107 días. Ahora mismo estaría espantando a cientos de mujeres queriendo seducirme, pero no, Skyrim es más importante.
La principal razón de mi pasión malsana es la inagotable libertad que ofrece esta entrega de The Elder Scrolls. No sufre del usual orden dictatorial que ofrecen otros videojuegos y otros medios para contar historias, ya sean libros, películas, etc. Sino que te permite diseñar tu propio modelo de juego. No te obliga a nada. El sistema permite que escojas tu camino, ya sea perseguir mariposas por el campo, o asesinar a todo lo que se mueva.
Aww.Puedes elegir qué raza ser, cómo llamarte, las habilidades que quieres desarrollar (porque de comprarlas nada) y, a diferencia de la aburrida vida real, no tienes que pasar por la niñez ni la pubertad ni nada de eso, empiezas directo desde la adultez. Lo que en la realidad sería un fastidio porque tendrías que empezar a pagar las cuentas, trabajar y eso. En Skyrim las cosas funcionan de manera distinta; las facturas puedes pagarlas con sangre o, si tienes habilidad suficiente, te será fácil conseguir dinero robando a aldeanos y soldados.
Tu único trabajo es explorar tierras desconocidas, y si te provoca puedes salvar al mundo matando dragones zombis.
El mal aliento es su más potente arma.¿Quieres ser un lagarto asesino a sueldo y vestirte con pieles de oso? ¿Quizás optarías por ser una orca arquera llamada DemonioPony69? O prefieres ser como yo y convertirte en un hombre gato monje que es experto cabalgando y solo necesita unas cuantas flechas de su aljaba para liquidar castillos enteros llenos de imperiales. Pues puedes hacerlo. Skyrim no juzga, solo te entiende.
#3. La Exploración
Skyrim goza de tener el mundo virtual más grande de los videojuegos, sin contar por supuesto a títulos online como World of Warcraft o Minecraft. A diferencia de mapas que parecen gigantes pero en realidad no lo son, como el de GTA V. Todos los calabozos, cuevas, castillos, y casas de este juego fueron hechos a mano, nunca encontrarás dos escenarios exactamente iguales en toda tu experiencia.
A la vez, estos lugares están llenos de personajes con sus propias motivaciones, trabajos y pasiones. Algunos te serán hostiles y tendrás que elegir entre matarlos o huir, otros querrán ser tus amigos y acompañarte en tus aventuras, incluso pelearán por ti hasta la muerte. Ciertos personajes están disponibles para casarse contigo, luego de hacerles algún favor importante para ellos, estarán dispuestos a pasar el resto de sus vidas tratando de no morir a tu lado.
En un juego tan masivo, con tantos personajes, las cosas pueden llegar a ponerse trágicas. Mi primera compañera de misiones se llamaba Lydia, la conocí en una ciudad, y luego de conversar un rato con ella dijo que estaba aburrida y que quería acompañarme a explorar Skyrim. Acepté su propuesta y partimos hacia el horizonte.
Pasamos muchas horas juntos aniquilando dragones, pescando con las manos en los ríos, paseando por cuevas desconocidas y conquistando fortines. Le compré una armadura y algunas armas para que se defendiera mejor.
Un día me fijé en un pequeño fuerte al borde de una montaña, se veía pacífico o por lo menos, fácil de conquistar, pronto me daría cuenta de que estaba muy equivocado.
Un gran túnel servía de entrada, Lydia y yo no le teníamos miedo a nada por lo que corrimos hacia él, cuando mis botas pisaron la fría piedra de la estructura, varias llamaradas llenaron todo el lugar, era una especie de trampa contra intrusos. Ambos comenzamos a correr para salir de ahí. Mientras nos quemábamos, decenas de magos salieron de sus escondites y nos lanzaban hechizos poderosos desde todos lados. Peleamos valientemente y estuvimos a punto de morir, pero nuestras barras de vida aguantaron.
En el interior del fuerte habían varios cuartos llenos con aparatos mágicos y laboratorios para crear pociones. Luego de saquearlos, bajé por unas escaleras para ver que más encontraba, cuando de la nada apareció una maga vestida con una túnica negra. Sin avisar le lanzó una bola de fuego a Lydia, tan potente que la mató al instante. «¡NOOOOO!» grité, pero ya era demasiado tarde. Ataqué a la hechicera sin piedad pero era muy poderosa, otros magos salieron detrás de ella y empezaron a lanzarme hechizos, no me quedó más opción que huir. Desde ese día prometí que volvería más temprano que tarde a ese fuerte y me vengaría de todos esos magos con sus túnicas negras.
Pasaron algunos meses, llegué a ser nivel 35. Y desde entonces, gracias a mi espada de ébano, ninguno de esos hechiceros volvió a ver la luz del Sol.
Nunca te olvidaré, Lydia.#2. El infinito suministro de misiones.
Aunque lo parezca, no estoy exagerando. Skyrim cuenta con un sistema llamado «Radiant Story» en el que el software del juego crea misiones de acuerdo a tus acciones y a como interactúas con otros personajes. Por ejemplo: si matas a un aldeano en algún pueblo, los demás habitantes, tarde o temprano, se enterarán, por lo que pueden mandar a algún mercenario a por tu cabeza o, si los otros aldeanos son unos cobardes, solo te hablarán sin cortesía de una manera pasivo-agresiva.
También si hay una recompensa por tu cabeza bastante alta en alguna ciudad, algún caza recompensas anónimo puede darse la tarea de encontrarte para cobrársela. El sistema de juego es reactivo, por lo que estas misiones no son previamente determinadas por los programadores, sino que son generadas a lo largo del juego, dependiendo de lo que hagas.
Por supuesto hay bastantes misiones que si fueron creadas desde cero y están estructuradas de varias formas: contratos de asesinato, contratos de robo, atacar a magos malvados que quieren conquistar el mundo, entrar a un grupo de hombres lobo, pelear en una guerra civil, cazar dragones ancestrales y hasta convertirte en mensajero de cartas de amor. Todas estas posibilidades fueron ideadas por los creadores, obviamente este tipo de misiones no son infinitas, pero son tantas que lo parecen. Sin contar los DLC, serían aproximadamente cuatrocientas misiones con estas características. Considerando que un juego grande promedio no pasa de las cincuenta misiones, Skyrim es masivo.
#1. El realismo
El nivel de detalle en los paisajes hace que en verdad sientas el mundo en el que estás y te quieras quedar por mucho tiempo. Desde las formas infinitas de las rocas, hasta las auroras boreales que vuelan por las montañas de Skyrim, todos los elementos están construidos para que se te haga difícil notar la diferencia con la realidad al terminar de jugar. Yo mismo he confundido, luego de pasar muchas horas seguidas jugando, la vida real con la vista de primera persona del juego, ya que cuenta con tanto cuidado para que cada elemento se vea perfecto, que tarda un tiempo salir del trance que te induce.
Como a los realizadores del juego solo les pagan con cocaína y laptops nuevas, se tomaron la molestia de llenar el mundo de Skyrim con cientos de diferentes libros. Puedes encontrar varios en cuevas, casas y calabozos. La mayoría son cuentos fantásticos sobre la historia de los sitios que visitas, biografías de personajes famosos, diarios de algunos personajes y hasta manuales de cómo vencer a ciertas criaturas como trolls y espíritus de hielo
Semejante juegazo apenas cuesta diez dólares para cualquier consola. ¿Qué esperas para comprarlo?
*Me refiero a un oso en Skyrim, por supuesto.