Todos alguna vez nos hemos enamorado de una persona especial con la cual queremos vivir el resto de nuestras vidas.
Te acuerdas como empezó nuestra historia de amor…
Fue nuestro primer día de clases en la Universidad cuando cruzamos por primera vez nuestras miradas parecía que cupido nos había flechado acaso sería amor a primera vista, cada vez que te veía mi corazón latía a más no poder o cuando me mirabas me sonrojaba, cada vez que me saludabas me ponía nerviosa y sentía las dichosas mariposas en el estómago al parecer todo indicaba que me estaba enamorando de ti de aquel hombre simpático que hacia que mis días fueran fabulosos.
Cada locura que hacíamos juntos, nuestras peleas sin sentido, todos esos hermosos momentos que pasamos juntos, transcurrieron 5 años cuando nos comprometimos, ese día me invitaste a cenar a un restaurant de lujo de repente te desapareciste lo cual me sacó mucho de onda, en eso escuché nuestra canción, cuando vi tenías un anillo de compromiso y me dijiste «¿Te quieres casar conmigo?» con lágrimas en los ojos de tanta emoción respondí que SÍ.
Empezamos a ver lo de los preparativos, llegó el gran día, la verdad estaba muy nerviosa pero al final de cuentas no las pasamos muy bien y ahora ya éramos marido y mujer.
Cómo olvidar nuestra luna miel, los viajes que hicimos, todas esas fotos que nos tomamos en cada uno de ellos y lo mas importante de nuestras vidas fue cuando encargamos a nuestro primer bebé.
Te acuerdas de todos los antojos que tenía, sus primeras pataditas o cuando di a luz que fue el momento mas feliz de nuestras vidas. A partir de ese momento todo cambió, todas esas mamilas que teníamos que preparar, las desveladas, cambio de pañal o de ropita o cuando lloraba y no sabíamos que es lo que tenía, así fue nuestra experiencia como padres primerizos.
Con el paso del tiempo nuestro hijo iba creciendo hasta convertirse en adulto y nosotros seguíamos siendo una familia feliz, sus primeros pasos, sus primeras palabras, su primer cumpleaños; cómo olvidar todo lo que vivimos con él en su niñez. Recuerdas cuando se graduó todo un Licenciado, nuestro orgullo de verlo superarse o cuando nos presentó a su novia o cuando nos dijo que iba hacer papá qué felicidad nos dio al enterarnos de esa noticia, el saber que todo nuestro esfuerzo había valido la pena.
Cada vez nos hacíamos mas viejitos pero lo único bueno de esto era que tu y yo seguíamos juntos a pesar de las peleas, siempre supimos mantener nuestra relación.
Nuestra historia parecía un cuento de princesas con un final feliz, per el AMOR lo puede todo. Y es así como termina nuestra historia ahora los dos estamos en un mejor lugar.