75 Aniversario INAH
En febrero del 2014 inició con manteles largos ya que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), celebró su 75 aniversario y es por eso que se realizaráron diversas actividades para festejarlo.
De entrada los festejos comenzaron el pasado miércoles 29 de enero, en el Museo Nacional de Historia “Castillo de Chapultepec”, en donde en marco del inicio de la noche de museos del 2014, el museo realizó un recorrido guiado por los jardines, la arquitectura del castillo y el entorno, además de una plática de divulgación con el tema “Hacia la Creación del INAH: 75 Aniversario del Instituto Nacional de Historia”, además también de disfrutar de un concierto para piano y orquesta de cámara, el cual estuvo bajo la dirección del joven maestro Isaac Hernández, junto a estudiantes de la Escuela Nacional de Música y de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México.
Los primeros años del INAH.
Pero como toda historia tiene un comienzo y éste se inicia a inicios del siglo XX, cuando el 3 de junio de 1913 se funda la Inspección de Monumentos Históricos de la República, este era dependiente del entonces Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, esta instancia estaba destinada principalmente para atender todo lo referente a las piezas históricas del país, hasta ese entonces descubiertas. Para ello se tuvo que nombrar a un inspector y conservador, para ello se nombró al ayudante de profesor de historia Juan Bautista Iguiniz, quien años después sería uno de los más importantes biógrafos del país.
La creación de esta inspección se incluyó en el tercer reglamento del Museo, presentado por Nemesio García Naranjo el 15 de diciembre de ese mismo año; en el capítulo XI quedó asentado que la Inspección y Conservación de Monumentos Históricos (IMH), la cual se encargaría de la Casa de Hidalgo en Dolores, Guanajuato y de las de Morelos en Morelia y San Cristóbal, Ecatepec; además de la Capilla del Cerro de las Campanas en Querétaro. Inmuebles que fueron custodiados por el profesor Genaro García del Museo Nacional, quien las recibió de parte de la Secretaría de Obras Públicas en el año de 1905.
Parte de las funciones del IMH se incluyó la formación de un inventario general de las reliquias históricas, muebles y demás objetos que se conservaran en los expresados monumentos; así mismo procuraría la recolección de objetos históricos, especialmente los epigráficos, con el objeto de enriquecer las colecciones del Museo Nacional.
Pero debido a la tensión que vivía el país en ese entonces sólo se limitó al nombramiento de un guardia para la casa de Morelos en San Cristóbal Ecatepec.
El 6 de abril de 1914 Nemesio García Naranjo quien era el Subsecretario de Instrucción Pública y Bellas Artes del gobierno de Victoriano Huerta, promovió la Ley sobre Conservación de Monumentos Históricos, Artísticos y Bellezas Naturales, la cual consideró la creación de la Inspección Nacional de Monumentos Artísticos e Históricos, dependiente de la Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes. Y está se instaló el 28 de mayo de ese mismo año nombrando a Juan Bautista secretario.
Tiempo después Carranza desconoció tanto a la Ley propuesta por Naranjo, como a la Inspección Nacional de Monumentos Artístico e Históricos.
Para el 5 de enero de 1916 Carranza se trasladaría a Querétaro y ahí bajo su envestidura, decretó ese mes la Ley sobre Conservación de Monumentos, Edificios, Templos y Objetos Históricos o Artísticos, esta Ley contempló que eran de injerencia del Museo Nacional las inspecciones de todo lo concerniente a los bienes muebles e inmuebles de interés histórico o artístico.
En esta Ley se consideró por primera vez como patrimonio de la cultura universal a los monumentos, edificios y objetos artísticos e históricos, además de establecer la clasificación de las bellezas naturales que fueran dignas de permanecer inalterables. De tal forma que pudo crearse una institución capaz de atender exclusivamente todos estos bienes de interés al país.
El 8 de noviembre de ese mismo año, el Director General de la Bellas Artes, Alfonso Cravioto, presentó con carácter de provisional a la Ley de Inspecciones y Monumentos Artísticos e Históricos, esta Ley retomo de manera textual lo expuesto con anterioridad lo propuesto por Jorge Enciso. La cual estableció que la Inspección de Monumentos Artísticos tendría un “carácter consultivo, administrativo, cultural y docente” y entre sus principales funciones estarían “la conservación de los monumentos artísticos, tanto religiosos como civiles, incluyendo los inmuebles, ya fuesen propiedad nacional o privada”. Además de la formación de un catálogo, en el cual se debían incluir información detallada, todo esto con la finalidad de dar a conocer las obras artísticas de nuestro país.
A la inspección también se le encomendó la tarea de custodiar las casas históricas y ex conventos, ya que era un trabajo de gran magnitud la Ley consideró “las capitales de los estados y algunas ciudades de los mismos, como centros de cultura”, para este evento se incluyó en el artículo 3° de dicha Ley la Junta Conservadora, la cual estaría compuesta por un inspector, que a su vez sería asesorado por el Director de la Institución Pública y el Presidente del Ayuntamiento, el cual nombraría a sub inspectores regionales.
Esto origino la creación de una red de inspectores y sub inspectores, que, amparados por su nombramiento honorario, reportarían el patrimonio encontrado y así facilitar el material encontrado a la Inspección, señalando así el lugar, agregando planos del sitio y fotos testimoniales.
En 1918 la Inspección de Monumentos Históricos y la Inspección de Monumentos Artísticos desarrollaron sus actividades de manera paralela por algunos años; sin embargo desde ese mismo año Jorge Enciso fue preparando los cambios necesarios para fusionar dichas instancias.
En 1920 Jorge Enciso recibiría el nombramiento de Inspector General de Monumentos Artísticos e Históricos de la República, cargo que corrió tras la fusión de las dos inspecciones, cargo con el cual se encargaría de todos los asuntos relacionados con las casas históricas, lo mismo que del personal encargado a su cuidado, los cuales también pasaron a ser responsabilidad de Jorge.
Rumbo a la creación del INAH
Ante la falta de un cuerpo legal que posibilitara la protección y conservación de los monumentos a partir de 1928 se creó una comisión para formar lo que en primer momento se denominó Ley General de Antigüedades Mexicanas. La cual quedó integrada por el Director de Arqueología, Ing. Jesús Reyes Vértiz; el Inspector General de Monumentos Artísticos e Históricos, Jorge Enciso; el Profesor de Etnografía Aborigen del Museo nacional, Lic. Andrés Molina Enríquez; y el Director del Museo Nacional, Luis Castillo Ledón.
La nueva Ley abarcó la protección de las riquezas naturales, científicas o artísticas que se vincularan directamente con el desarrollo de la cultura nacional.
En síntesis, el resultado del trabajo de la Comisión fue la emisión de la Ley sobre Protección y Conservación de Monumentos y Bellas Naturales, el 20 de enero de 1930, la cual dio origen al Departamento de Monumentos y Objetos Artísticos, Arqueológicos e Histórico de la República.
Dos años más tarde la estructura estaba formada por los departamentos de Arqueología, Historia, Etnografía, Colonia Paleografía, Etnografía Aborigen y la sección de Antropología, Paleontología, Ciencias Auxiliares de la Historia, Folclore, Leguas Indígenas, Biblioteca e Intendencia. Toda esta estructura apuntaló a la creación del INAH el 3 de febrero de 1939, del cual se hereda el gusto y la vocación por el estudio, la conservación y la difusión de lo que hoy en día consideramos patrimonio paleontológico, arqueológico e histórico del país.