Conseguir el respeto/admiración de los demás es un anhelo que muchos tienen, pero que pocos logran y algunos otros que creen haberlo encontrando pero simplemente están siendo engañados por la sociedad y sólo ellos no se dan cuenta, la razón de la búsqueda de este estatus es sencilla, representa una gran ventaja en la vida. No es fácil el camino para conseguir esto, no hay que confundir con el temor, uno de los principales caminos para conseguirlo es la autodisciplina. Las personas con alta autodisciplina no tienen que “poner una pistola” en la cabeza de los otros, no tienen que rogar, no tienen que intercambiar algo cuando quieren que alguien realice una actividad; la gente simplemente siente su poder y hacen lo que se requiere.
Es fácil detectar la poca autodisciplina que tiene la mayoría de las personas, basta con ver en tu trabajo qué tan graves son los problemas que se deben a la impuntualidad y el ausentismo, muchas personas no tienen siquiera la autodisciplina para levantarse temprano en las mañanas, es fácil de detectar, estas personas siempre destacan, para mal.
En el mundo laboral, dice mucho de ti el únicamente estar a tiempo, preparado y descansado para trabajar, el desvelo se nota a kilómetros de distancia, de igual forma el cumplir con las fechas de entrega y con los compromisos establecidos, te permite que destaques de entre la multitud que se deja llevar. La habilidad de hacer las cosas, y hacerlas bien desde la primera vez, atraerá a buenos contactos, mejores oportunidades y más recursos de diferente índole. Y finalmente, todo se trata de autodisciplina. Y la autodisciplina es tan efectiva que resulta casi mágica, sobre todo si la enfocas en un solo propósito específico, puedes tener la certeza que va a generar grandes resultados.
La consecución exitosa de la mayoría de los objetivos valiosos es difícil, pero puede ser relativamente simple. De hecho, puede resumirse en los siguientes tres pasos:
Reconocimiento: si estás consciente de la importancia de la autodisiciplina, entonces tendrás un concepto distinto de las cosas y aprenderás a controlar mejor ciertas situaciones que te permitan alcanzar tus metas y máximo potencial. Por ejemplo, la puntualidad, en este caso debes reconocer cómo usas tu tiempo, cómo lo desperdicias, inviertes y controlarlo totalmente. Y no hay que olvidar que el primer paso para lograr algo, es reconocer los problemas, fallas, oportunidades y éxitos.
Decisión: todo logro sigue a una toma deliberada de decisión, con pequeñas excepciones de logros “accidentales”, como tropezarte con tu agujeta, caer al pavimento y encontrarte un billete de 500 pesos. Además de ese tipo de accidentes, el logro sólo puede seguir a una decisión.
Acción: existen tres tipos de acción: iniciar nuevas cosas o implementación, seguimiento y terminación. Cuando has tomado una decisión, tienes que empezar a actuar en torno a ello. Para algunas personas, ésta es la parte más difícil, aunque en realidad lo más complejo es el seguimiento. Por ejemplo, a una persona que decide seguir una dieta puede parecerle sencillo tirar a la basura un montón de comida chatarra; lo complicado será que no la consuma una semana después. Y es aquí donde la autodisciplina es clave, aunque también es importante que crees un ambiente que soporte a esta nueva actitud.
Por: Josué González
Twitter: @joss_gonzalez