Te besé, fue un momento de torpeza o quizá de debilidad en el que todo lo perfecto o adecuado quedo lejos de mí y dejé simplemente de pensar o de preguntarme si estaba haciendo lo correcto. Esta tarde luces mejor que nunca y tu cabello destella con los rayos del sol, algo que sencillamente me hipnotiza y no me deja pensar con claridad.
Me deje llevar con el roce de tus labios y me embriague con el aroma de tu piel, lo deseaba y creo que tú lo deseabas aun más. Te aferraste con tus brazos a mí rodeándome con infinita ternura y en breve tus manos lucharon por atraerme aún más a ti, yo enloquecía al sentirte tan cerca de mí y no dude en presionarte contra la pared para sentir que nunca te ibas a separar.
Aún no entiendo que estás pensando al separarme de ti, sabes que para mí siempre has sido tú, desde siempre, no sólo por esas tres semanas en las que he hecho todo por enamorarte. En tus ojos veo que mientras más te digo que te amo tú menos me crees, comprendo que no son mis palabras sino tú misma. Nunca te has sentido digna de amor y realmente no entiendo el porque.
Si te pudieras ver como yo te veo podrías entender fácilmente el porque me enamore de esta manera, verías como tus ojos brillan, como resuena tu risa y como arrugas la nariz cuando algo te hace sonreír. Notarías la manera en la que juegas con tu cabello cuando te pones nerviosa y lo mucho que me gusta el lunar de tu mejilla izquierda.
He soñado contigo desde que te conocí, ansiaba probar tus labios y ahora que lo he hecho no sé si podré borrarlo, moría por sentir el calor de tu cuerpo e imaginaba sentir tus manos recorriendo mi espalda para después de abrazarte a mi cuerpo en la madrugada para ayudarme a dormir.
Pero la noche está aquí, igual que nosotros y ahora mirándote a los ojos sólo te pido la oportunidad de hacerte feliz. Si me dices que no lo entenderé y quizá acelere mis pasos para no caer de rodillas para rogar por esa oportunidad, voy a respetar esa decisión y me conformare con este único beso y así terminara esta historia sin siquiera haber empezado.
Si decides no creerme, si me alejas de ti sé que conoceré a alguien más, no será como tú, no tendrá tu manera de caminar ni tomará mi mano como tú lo haces pero nos daré una oportunidad, esa que tú no quieres tomar. Quizá un día nos veas caminar por la calle y entonces… ¿entonces querrás la oportunidad?