El miedo puede ser comprendido como un factor que amenace el extremo la vida de un individuo y lo limite a pasar su cotidianidad bajo la rabia, la negación o incluso el rechazo de quienes lo rodean. Cuando se es niño la perspectiva del mundo se asocia a la ficción, conocemos otra faceta del mundo donde todo está censurado y modificado para ahorrar el sufrimiento pero… ¿Qué pasa cuándo se está en medio del camino? En ese caso en que no eres un niño pero tampoco un adulto y en que sólo estás presente más no cuentas para nadie más que para ti mismo.
Realidad y Ficción
En el primer instante en que escuchas el título piensas que la película puede ser algo como “Mi amigo el Gigante” u otra fantasía infantil arraigada a mercadear un mejor amigo que trollea al vecindario y ayuda a un niño atormentado. Juan Antonio Bayona (El Orfanato) adapta el libro de Patrick Ness y transforma lo que podría ser una historia sobre la soledad y la desolación en mucho más, en un espacio avocado a la dura realidad y a tener que aprender lecciones a partir de lo imaginario.
Connor (Lewis MacDougall), es un niño de 12 años que vive al margen de la separación de sus padres, su madr (Felicity Jones) padece de cáncer y está en la última etapa de su tratamiento mientras que su padre vive en Estados Unidos. El niño vive aislado de forma constante, atrae la atención de los bravucones de la escuela para recibir una paliza y percibe sus días como algo efímero, sin importancia, porque nada cuenta, todo le da igual.
En medio de las circunstancias en que se encuentra su madre y los trazos de un bosquejo en su libreta de dibujo, una criatura mágica surge ante él, un viejo roble que le advierte que ha acudido a él para que aprenda una lección. Hasta el momento podríamos creer que el Groot Transformer nos enseñará sobre la vida y aunque es así no todo es tan literal como parece.
Historias fragmentadas
A medida que avanza el film el árbol se presenta a cierta hora ante Connor y le reitera que le contará 3 historias particulares. Cada uno de estos relatos tiene una intención de acuerdo a sus personajes y un valor que se reflejará en la vida del protagonista (no spoilers). Lo inteligente es como estas historias se recrean de una forma alterna mediante una animación poco convencional que cautiva al espectador y que reinterpreta su modalidad.
A Monster Calls va más allá de las relaciones familiares o del miedo que pueda asociarse a la oscuridad por parte de un niño, habla de aquellas ideas que no expresa un niño en medio de un conflicto familiar, de las ganas de destrozar todo que puede sentir y de cada uno de esos comportamientos que puede tener el mismo para llamar la atención, porque aunque presienta que no cuenta en el mundo quiere llamar la atención, quiere tener la noción de que cuenta para algo, aunque sea para un golpe de su peor enemigo.
Los detalles, la fotografía y las referencias dentro del pequeño universo que construye la historia son memorables, Bayona hace un trabajo increíble que justifica los Goya, si buscan una película buena, esta podría ser una opción a considerar sin duda.
