Hace unos días leí una noticia que me consternó, en ella, se leía acerca de niños de menos de seis años que son sometidos a cirugías estéticas para mejorar su imagen y que no fueran objeto del bullying.
«Lo que alguien dice no revela todo acerca de ellos y nada de ti. Si cambias para ellos, estás viviendo por los demás en vez de amarte a ti mismo.» – Dra. Karen Ruskin
No supe ni qué pensar por unos momentos, sinceramente son medidas que me parecen extremas y torpes por parte de los padres. Entiendo perfecto que quieran evitar el sufrimiento de sus hijas, que deseen evitar que su apariencia sea objeto de burlas pero ¿no creen que se están yendo por la salida fácil? ¿Qué les estamos enseñando a los niños?
A mi parecer estamos creando niños de carácter débil, incapaces de enfrentarse al rechazo, con baja tolerancia a la frustración y sobre todo con la idea de que la apariencia lo es todo. Además ¿no creen que después se puedan formar la idea de que todo «defecto» físico se resuelve con una cirugía? ¿Qué tal que estamos criando a los futuros pacientes eternos de los cirujanos plásticos?
Creo que en lugar de tomar estas medidas deberíamos ayudarles a nuestros niños a formar las bases de una autoestima sólida. Ayudarlos a aceptarse tal cual son, amar su cuerpo, amar sus facciones; enseñarlos a defenderse, a ignorar las opiniones negativas de los demás y no dejar que un comentario hiriente los destruya a tal grado de querer cambiar ese rasgo por completo.
Estamos en otra época, lo entiendo perfecto, pero ¿someter a un niño a una otoplastia sólo porque unos niños se burlan de sus orejas? ¿No es mejor hacerle ver que este rasgo lo hace especial, diferente y que no tiene nada de malo? ¿No sería mejor reírnos de nuestros propios defectos y no dejar que algo tan común nos afecte? ¿No podemos enseñar a nuestros niños a abrazar sus particularidades en lugar de eliminarlas en una sala de operaciones?
El número creciente, no sólo en México sino en todos los países, de niños que se someten a cirugías a mi modo de ver la vida, es alarmante. Los niños están comenzando a practicarse cirugías de párpados (mejorar la apariencia de los ojos) o de nariz.
“Cada día más niños solicitan consultas para someterse a procedimientos estéticos, niños tan pequeños que oscilan entre los 8 y 9 años de edad” – Dr. Serafín Iglesias, Presidente de la Escuela de Cirujanos Plásticos del Valle de México.
Vemos a niños que no sólo desean librarse del bullying sino que ya a temprana edad desean parecerse a un artista de moda. La presión social ya no únicamente afecta a los adolescentes sino que ha llegado a los pequeños ¿qué están haciendo los padres? Puede que en muchos casos, se cumpla la frase de «tu hijo, tu espejo» y entonces sean los propios padres los que proyectan en sus hijos su deseo de perfección o deseen que sean como ellos nunca pudieron ser.
Es obvio, que la autorización de las cirugías plásticas deben brindarla los padres, entonces podría cuestionar el papel que juegan ellos. ¿Acaso están cumpliendo con el rol de protección? ¿Están cumpliendo con el brindar amor incondicional y formar la autoestima de sus niños? Creo que el darle seguridad al niño, mecanismos de defensa ante el bullying es mucho mejor inversión que el pagarle una rinoplastia. De cualquier modo, independientemente de cómo te veas, creo que siempre habrá quien te critique y se burle de tu persona, queda en los padres darle armas a su niño para reaccionar ante ello.
No sé gente, es sólo mi opinión, cada quien es libre de hacer con su hijo lo que considere mejor. Pero ¿realmente queremos eso para los niños? Pensemos, operamos algo que todavía no ha terminado de desarrollarse ¿y las consecuencias a futuro? Entiendo que una cirugía se debe realizar cuando ésta es completamente necesaria ¿pero una simple cirugía cosmética? Lo dejo a su criterio.
«Nos estamos convirtiendo en una cultura airbrush.» – Dra. Karen Ruskin