¿Es todo?

 

Amor y pasión palabras que forman parte en una relación, que son significativas y que son el comienzo de un lazo que une. Qué una y otra van de la mano para querer vivir por siempre con una persona. Pero la pregunta que me surge ¿esto es suficiente para crear esos lazos fuertes e irrompibles?

Toqué fondo y me pegué contra la pared para encontrarme con la respuesta. Esta es simple, clara  y sencilla: es un rotundo NO. Estas dos palabras no lo son todo, no son las únicas que pueden significar,  para todos o para muchos, que una relación dure largo tiempo. En realidad son una cuarta parte del todo. Sólo un pequeño aliento, para vivir intensamente con la persona a la que ves cada día como parte de lo que queda por el resto de tu vida. Pero hay que trabajar en cosas más significativas para que se afiance un futuro, para que la realidad no se vuelva violenta y arranque de una mordida feroz los planes y sueños.

A veces es necesario llegar a ese mar profundo para abrir muy  bien los ojos, los sentidos y la razón. En ese mar flotan un montón de premisas que dejamos escapar sin saber lo valiosas que son para acomodar las cosas. Puedes ir tomando una y otra hasta que se acomodan.  Para tener razones suficientes y saber tomar la decisión para una relación o para cualquier cosa que se presente a tu alrededor.

Pero hoy me enfoco más en cuanto a relaciones amorosas se refiere. El amor y la pasión se dan sin duda alguna por añadidura, pero las otras tres cuartas partes que se necesitan ¿cómo las generamos? Parece la cosa más simple, pero no lo es. Esas partes son las que, sin duda alguna, nos llevan a subir la cumbre. Por ejemplo se necesita comunicación, sé que esto es trillado, que todo mundo habla y dice que es importante. Pero alguna vez te has puesto a analizar verdaderamente a ¿qué se refiere? La comunicación va más allá de sólo hablar, es crear una conexión, donde esas palabras salen sin darse cuenta en decirlas o pensarlas. Fluyen en el viento como hojas en otoño. Así desde el comienzo, tan sencillo como preguntar, ¿cómo estás? Surgen respuestas que van dando forma a un torrente de ideas que compartir, de sensaciones o pensamientos. Pueden seguir hasta llegar a los rincones más íntimos que abren el alma.

Además del respeto que no se discute, la dulzura, la empatía, la tolerancia, la democracia, la equidad, dedicación, tiempo, constancia y bueno imagínate que tienes que llenar esa partes con todas las cosas que se te ocurra que faltan.  Se tendrá que hacer un trabajo arduo, sin descanso, que te haga sentir inmenso, que pienses en cómo poner todos los días algo de chispa, magia (cómo prefieras llamarle) pero esa sal que abre más la admiración, el amor y hace que los lazos se fortalezcan.

El punto es que no hay que conformarse con sólo saber que se quiere a esa persona, que sólo te atrae, que sientes pasión. No, no te detengas en eso. Intenta, reinventa, crea, para darle un soplo de vida todos los días a tu relación, que importa que lleves 2, 5, 10, 50 años siempre hay que intentar mejorar.

No estoy diciendo nada que no sepas, sólo considera tener un tiempo para pensar.

Es una invitación, solamente eso.

¡Suerte!

 

Alejandra Olson