El lunes 20 de junio la noticia de la renuncia de Agustin Basave a la dirigencia nacional del PRD se dió a conocer. El motivo de dicha renuncia trascendió fue la ingobernabilidad al interior del partido, que se ve superado por la lucha encarnizada entre las tribus sobrevivientes despues de la desbandada de sus militantes y principales figuras al partido lopezobradorista: Morena.
Un día despues, aunque sin sorpresa, Manlio Fabio Beltrones renuncia a la presidencia del PRI, reconociendo los reveces en las urnas en el pasado periodo electoral donde el partido en el poder perdió a su segundo bastión, Veracruz y deja de gobernar en estados tradicionalmente priistas como Tamaulipas y Quintana Roo.
Debo ser muy insistente y remarcar, el desplome del PRI no nos sorprende. Manlio recogió las facturas que le pasaron la descepcionante administración de Peña Nieto, la impacibilidad ante la violencia del gobierno de Torre Cantú en Tamaulipas, los excesos de la Gordobesa Duarte en Veracruz y podemos seguir con la lista.
El reves en la elección no sólo coloca al PRI como tercera fuerza política en el país, sino que además le cierra las posibilidades de la candidatura presidencial a Beltrones, que aparentemente, será un eterno suspirante a la silla.
El caso de Basave hay que verlo a detalle:
- Asumió la presidencia de un partido del sol azteca fragmentado, y así lo deja.
- Los «Chuchos» fueron los principales causantes de la desbandada de militantes y simpatizantes, y Basave no logró sumar nuevos simpatizantes.
- Basave promovió y apoyo las alianzas con el PAN, pensando fortalecer al partido, pero ningún perredista fue candidato a la gobernatura en los estados «estrategicos»(en cuestión politico-electoral): Veracruz, Tamaulipas y Chihuahua. El blanquiazul creció en la pasada elección, mientras el PRD se desdibuja de la preferencia del elector.
- Basave, quien gozaba de cierta credibilidad en el PRD (y a pesar del PRD) no cuestionó la candidatura de Miguel Angel Yunes a la gobernatura de Veracruz, siendo este un personaje de oscuro pasado y señalado por sus vinculos con narcotraficantes y pederastas, dandole así al traste a su propia credibilidad.
- El PRD es un efermo terminal y Basave no sólo no lo ayudo a revivir, sino que no le dio una decente eutanasia.
El resultado electoral nos muestra a un mastodonte que se derrumba y a un elefante que agoniza.
Pero, del proceso electoral hay quienes salieron airosos. El PAN gana terreno, a pesar de sus nefastos candidatos en Veracruz y Tamaulipas (no puedo decir lo mismo de Corral en Chihuahua).
Y aunque en apariencia Morena no ganó nada, se perfila como el segundo en la preferencia electoral rumbo al 2018, porque, nos guste o no, es el único partido que ha crecido en militancia, en sipatizantes y en sus primeros rounds electorales ha conseguido escaños que los otros partidos «de izquierda» no han logrado.
¿Será que en 2018 veremos a la derecha más recalcitrante disputarse la presidencia con la izquierda más pendenciera?