Leía recientemente un reportaje sobre como el crimen organizado está expulsando a los indígenas rarámuris de las sierras de Chihuahua.
El modus operandi nos es conocido: extorsionan a los pobladores que viven en la pobreza extrema para que trabajen con ellos, les quitan sus tierras, y si se niegan los matan sin más. Ante la pérdida de sus tierras, los indígenas deben desplazarse a las ciudades en busca de una justicia que nunca llega.
Hace algunos años, en Tamaulipas fue acribillado Don Alejo Garza Tamez en su rancho, el señor era aficionado a la cacería y prefirió atrincherarse en su casa y defender a punta de rifle ese terreno que los delincuentes pretendían arrebatar por la mala. El viejo cazador experimentado logro abatir a 4 delincuentes y herir a 2 más antes de ser acribillado por los sicarios.
En el punto más álgido de la “guerra contra el narco” calderonista, otrora lugares tranquilos del territorio tamaulipeco como Ciudad Mante o San Fernando se volvieron inhabitables, y está además el caso de Ciudad Mier que básicamente se volvió un pueblo fantasma.
A principios de esta década, diversas ONGs señalaban que aproximadamente 500 mil personas habían sido desplazadas de los estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, comparable en aquel momento con los desplazados del conflicto sirio.
Aunque los escenarios cambien y la numeralia varié, el problema del desplazamiento interno es real, es un tema al que la administración del expresidente Calderón le dio descaradamente la vuelta al ser consecuencia directa de su mal lograda “estrategia contra la delincuencia” y que el actual gobierno de Peña no quiere enfrentar.
Así lo demuestra la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que en días pasados presentó el “Informe especial sobre desplazamiento forzado interno (DFI) en México”.
En el informe sólo se reconocen 35 mil 433 casos denunciados antes autoridades municipales y estatales. Aunque la misma CNDH realizó un muestreo propio, que arroja resultados alarmantes:
- “El desplazamiento interno forzado en México está invisibilizado por las autoridades” en palabras del titular del organismo.
- No existe y urge crear un registro nacional de desplazamiento interno.
- Los indígenas son el sector más vulnerable a este problema.
- Chiapas, Guerrero, Michoacán, Jalisco y Tamaulipas son los estados más afectados por este fenómeno. Cabe mencionar que Sinaloa no aparece entre los punteros pero tampoco entrego información concisa cuando le fue requerida, se estima en más de 4000 desplazados en este estado.
- Casi el 89% de los casos de desplazamiento forzado en México son originados por la violencia.
- Otras causas son: conflictos de tierra, conflictos entre familias, conflictos religiosos y en menor medida por desastres naturales.
Este es un tema en que debemos tomar cartas los ciudadanos para exigirle a las autoridades acción inmediata.
El informe se encuentra para descarga libre en línea.