El presidente Peña Nieto presentó en la Asamblea Especial de Naciones Unidas sobre las Drogas un decálogo acerca de la postura sobre las drogas y la repercusión que tiene o debiera de tener en el la sociedad, se había dicho que no asistiría, pero creo que fue “sugerida” su presencia por Alemania, Dinamarca en su última visita de Estado donde parece que sólo deja mal parado al país al decir que todo “ES MIEL SOBRE HOJUELAS”.
El discurso incluyó entre otras monerías lo mismo de siempre, pero sin saber (o por lo menos eso ha demostrado) como combatir la delincuencia organizada, y ya no denominarla “trasnacional”, sino simplemente la local, que cada día que pasa la sociedad sólo observa que se le va de las manos, aunque él perciba que todos tenemos una realidad distorsionada como jura y perjura.
Así mismo tampoco se ha notado una sana práctica de protección a la sociedad en lugar de mancharla día a día con los problemas que aquejan los mercados ilícitos de drogas, al contrario siempre se busca culpar, perseguir, sentenciar y ahora ya hasta torturar (creo que ya existía, pero ahora existe el streaming o youtube) a quien no esté alineado a lo que diga y dicte el poder, dígase municipal, estatal o federal, no importa, creo que todos tienen la misma orden.
Otro de los aspectos importantes en su discurso es que llama a “tratar el consumo de drogas como un asunto de salud pública”, hasta parece una broma de mal gusto y como siempre para “disque para quedar bien en el exterior”, el IMSS y el ISSSTE agonizan porque no tienen los suficientes recursos, instalaciones, medicamentos, citas, y todo lo que implique un tratamiento médico por cualquier enfermedad, ¿de qué manera piensa atender a las personas que decidan radicalizar su consumo de cualquier sustancia y someterlo a un tratamiento médico?, tal y como lo expuse en otras columnas no se trata sólo de buenas intenciones y de dar discursos sin ningún tipo de fundamento, se requiere planeación, recursos y verdaderos proyectos de asistencia.
Y el parteaguas del decálogo citado por Peña Nieto se trata de casi una legalización de sustancias controladas para fines médicos y científicos, lo que contrasta y pone en entredicho a lo dictado por la SCJN en el fallo a una comercializadora para distribución de medicamentos con marihuana (o tal vez sea por el dictamen de que una persona moral, no tiene “salud”, que desde un punto de vista rígido, es coherente).
El refrendo de este si a las sustancias medicinales, fue considerado hoy por el Secretario de Salud como que deberá realizarse toda una modificación a la Ley General de Salud que establece la notable prohibición de este tipo de sustancias, pero habrá que esperar a que regrese Peña Nieto y delimite la directriz; sin embargo, el punto focal sigue siendo, ¿y de dónde vendrá el insumo?, ¿en qué se beneficia el Estado?, ¿qué y cuándo pondrán en marcha los lineamientos?, ¿observaron una gran rentabilidad y ahora la élite política será comercializadora y distribuidora?, ¿SABEMOS LA RESPUESTA?
Peculiaridad
Una vez más vemos que los personajes que se quieren hacer pasar como políticos o que piensan que tienen unos cuantos seguidores y posibilidades de lograr algo como “representantes de la población” sólo terminan siendo unos simples payasos de circo, tal y como lo demostró Ferriz de Con al gritarle “pendejo” a un alumno por una pregunta con “jiribilla” rayando en las cuestiones personales, pero parafraseando en términos de actitud, pero tal vez por eso tenemos a gobernantes que se llenan los bolsillos por no conocer tal vez hasta lo más básico de su personalidad, valores, identidad familiar…