A veces me pregunto si tu rostro se ilumina cuando alguien pronuncia mi nombre o si esos ojos que roban mi aliento y hacen que me pierda, emiten una luz especial. Me cuestiono si soy capaz de provocar tu sonrisa cuando alguien me menciona y encender tus mejillas cuando te preguntan qué sientes por mí.
Estás constantemente en mi mente como si de una canción se tratara, quizá es porque tú eres música para mi alma. Das vueltas en mi mente y provocas una revolución en mi corazón, sólo tú has logrado colarte a mis sueños y soy incapaz de sacarte de ellos. Tu rostro se quedó en mi mente como un tatuaje, me perdí en esas palabras que cruzamos la primera vez que tomé tu mano, sin querer, se posó sobre la mía y algo como si fuera una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo.
Te imagino escribiendo mi nombre al final de tus libretas, revisando tu celular en busca de algún mensaje nuevo, aprovechando para ver esa foto que, aunque yo no te haya enviado, ya es parte de la galería de tu móvil. Quisiera saber si cada que escuchas una melodía romántica cruzo tu mente o cuando vas por la calle y ves parejas besándose, abrazadas o tomadas de la mano soy yo a quien anhelas a tu lado.
Me da curiosidad el saber si soy tu deseo de media noche, la persona que roba tus suspiros y lo que le pides a la estrella más brillante cuando miras hacia el cielo. Si soy tu último pensamiento antes de dormir y el primero por las mañanas.
Sí, puede que me esté engañando y ni siquiera pienses en mí, quizás no soy algo significativo en tu vida aún, pero créeme que eso no me desanima, al contrario, me hace desear esforzarme más hasta que te des cuenta que podemos iniciar una historia.
Mientras ocurre, conserva la calma pues te aseguro que para mí si eres el nombre al final de las libretas. Eres esa persona a quien dedico canciones de amor en mi mente, roba mis pensamientos y suspiros durante el día y mis sueños durante la noche. Esa persona con la que desearía compartir momentos mágicos y si coincidimos, el resto de nuestra vida.