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  • Cuarta temporada de The Crown: De víctimas a verdugos

    Cuarta temporada de The Crown: De víctimas a verdugos

    La cuarta temporada de The Crown está aquí y trae el drama con la Dama de Hierro y la Princesa del Pueblo uniéndose a la Reina en el centro de atención. La adición de estas dos mujeres, una ampliamente odiada y la otra universalmente amada, permite un enfoque más lineal.

    La serie de Netflix, The Crown, llegó esta vez no solo para alegrar a sus fieles seguidores sino también para hacer sonrojar a la familia Real. La cuarta temporada es la primera que no retrata a Isabel II y sus parientes como víctimas de un sistema intransigente; al contrario, son ellos quienes se convierten en verdugos de una joven Dianna Spencer quien es atada a la familia por su candidez e imagen impoluta para tratar de subsanar los errores del Príncipe Carlos. Es así como Lady Di se posiciona en el centro de la historia, tanto en la cuarta temporada de The Corwn como en la familia Real, dejando como resultado la temporada más polémica de todas.

    ¿De qué va la cuarta temporada de The Crown?

    Desde su primera temporada, The Crown fue catalogada como ´la sucesora de Downton Abbey’ ya que ambas series narran las vivencias de dos familias aristocráticas. Pero The Crown no narra la historia de una familia cualquiera, narra la historia de los Windsor, teniendo como pilar central a Isabel II.

    Cada temporada abarca al menos diez años de su reinado. Las dos primeras temporadas protagonizadas por Claire Foy y Matt Smith como la Reina y el Príncipe Felipe respectivamente abarcaron los años cincuenta y sesenta. La tercera temporada, liderada por Olivia Colman y Tobias Menzies narró los hecho más importantes del reinado en los setenta. Y en esta ocasión, la cuarta temporada se centró en los años ochenta; una de las décadas más complejas de la historia británica (la Guerra de las Malvinas, el auge y ocaso de Margaret Tatcher y el polémico matrimonio entre Diana y Carlos). Por supuesto, la polémica resurgió principalmente por la forma en la que es retratada la vida de Diana como miembro de los Windsor. Sin duda, el plato fuerte de estos diez episodios.

    Futuro Rey busca futura (víctima) Reina

    La cuarta temporada le da continuidad a los sucesos mostrados en la tercera donde un joven Carlos, Príncipe de Gales, se enamora de Camila Parker-Bowles a quien debe dejar por no cumplir con los estándares impuestos por la corona para quien en un futuro se convertiría en la Reina de la nación. Una vez que Camila se casa con Andrew Parker-Bowles, Carlos no tiene más opción que seguir buscando a su futura esposa.

    Aconsejado por su tío Dickie, el Príncipe de Gales (interpretado nuevamente por Josh O’Connor) enlaza una larga lista de nombres de potenciales candidatas. Ninguna resulta llenar sus expectativas (ninguna es Camila) pero el reloj sigue andando y la familia lo insta a encontrar a alguien que cumpla las expectativas de ellos. Allí entra en juego Diana, hermana menor de Sarah Spencer, una de las amigas de Carlos. Diana es una joven inocente, impoluta y muy hermosa, proveniente de una familia con un pasado aristocrático incluso más importante que la de los Windsor. Diana, quien se dice tenía interés por Carlos incluso antes de conocerlo, encajaba en la imagen sumisa y discreta que la corona estaba necesitando.

    Sin embargo y a pesar de su notorio interés por Carlos, Diana es ante todo una joven que empieza a vivir su vida, de disfrutar su juventud y sobre todo, ávida de divertirse y de ser amada. Mientras que Carlos es un hombre entrado en sus treinta (trece años mayor que Diana), con un alma vieja y un amor correspondido por Camila pero prohibido ante su familia. Pero da igual lo que pase en privado, la humanidad de Diana la convierte en la persona más famosa y querida del planeta. Para descontento de su esposo. Quien a la más mínima oportunidad le reprocha a Diana cualquier cosa que ella haga.

    Desde estas diferencias empieza a fracturarse una relación tóxica de dos personas necesitadas de amor, reconocimiento pero que son incapaces de darle uno al otro lo que necesita. Lo que desencadena en trastornos alimenticios e inestabilidad emocional en Diana; problemas psicológicos para Carlos y un largo historial de infidelidades por parte de ambos. Mientras tanto la corona debe lidiar con la forma de seguir vendiendo el cuento de hadas, un cuento que realmente nunca existió.

    Mujeres al poder

    Otro acontecimiento que revolucionó la década de los ochenta fue el mandato de Margaret Tatcher. La primera mujer en convertirse en Primer Ministro de Inglaterra, dividió la historia del país con un antes y un después, donde se rememora la Guerra de las Malvinas y otras decisiones que le acreditaron el título de la Dama de Hierro.

    En esta temporada Gillian Anderson da vida a Tatcher, una mujer orgullosa de sus orígenes (una familia de clase trabajadora) con un compromiso inquebrantable del deber y del servicio a su país pero sobre todo, con unos ideales extremadamente conservadores y nacionalistas que precisamente le llevaron a ganarse el afecto y el descontento de su pueblo a partes iguales; así como el respeto de Isabel II. La Dama de Hierro gobernó en un mundo dominado por hombres, pero nunca le faltó ahínco en sus decisiones lo que la llevó a ser considerada una de las mejores líderes que tuvo Inglaterra. Esa personalidad férrea, es reflejada en una interpretación magistral por parte de Anderson de un guión que no teme mostrar los matices de Tatcher.

    Todo por el futuro de la corona

    Tal como nos recuerda esta temporada, la infelicidad de Diana y Carlos no fue lo único que la corona trató de ocultar durante años del ojo público. Uno de los episodios revive uno de los capítulos más escabrosos de la monarquía: Nerissa y Katherine Bowes-Lyon,dos primas de Isabel y la Princesa Margarita, con discapacidad intelectual, que fueron encerradas en un Hospital y posteriormente declaradas muertas una vez que Isabel Bowes-Lyon, su tía, ascendió al trono como Reina Consorte del Rey Jorge.

    Son muchos los actos de dudosa moral que la corona ha cometido bajo la bandera de ‘todo por la monarquía’ tal como hemos visto desde la primera temporada y que aparentemente seguiremos viendo en las dos últimas, tal como ha asomado el final de esta cuarta que ha cerrado con una ¿amenaza? Y un primer plano de Diana, alimentando el morbo del público y la preocupación de la familia Real que ha exigido desde aclarar en cada episodio que The Crown no es más que ficción hasta amenazar con su cancelación.

    En esta temporada Olivia Colman, Tobias Menzies y Helena Bonham-Carter siguieron manteniendo en alto el listón que dejaron Claire Foy, Matt Smith y Vanessa Kirby; mientras que Josh O’Connor, Emerald Fennell (como Camila Parker-Bowles) y Erin Doherty (como Princesa Ana) se confirmaron como dos grandes adiciones. Mientras que Emma Corrin fue la revelación de esta temporada como la Princesa Diana.

    The Crown vuelve a tomar el adictivo drama y lo eleva a grandes alturas cinematográficas con ubicaciones pintorescas, decorados opulentos, vestuario bien conseguidos y una banda sonora conmovedora. En otras palabras, es un espectáculo de gran clase y cultura con una generosa pizca de historia.

  • Crítica: Tercera temporada de The Crown, el reinado se fortalece

    Crítica: Tercera temporada de The Crown, el reinado se fortalece

    Para muchos líderes, pueblos… y series de televisión, en la debilidad está la fuerza; y esa es precisamente la forma en que puedo describir la tercera temporada de The Crown. El reinado de Isabel II se fortalece haciendo frente a nuevos obstáculos, la mismísima Reina hace cara a diferentes retos personales y familiares. En paralelo la serie sufre uno de los cambios más radicales: introducir un nuevo elenco sin echar de menos a los protagonistas salientes.

    Y a pesar de esos nuevos actores, la tercera temporada de The Crown es tan atractiva y compleja como las entregas anteriores. Continúa abordando la vida y los tiempos de Isabel II y la historia de Inglaterra durante el siglo pasado a través de la perspectiva de la familia real.

    Tercera temporada de The Crown se consolida

    Hace unos meses, cuando escribí sobre A Hard Day’s Night (la película de los Beatles) comentaba como la banda de rock and roll británica fue lo mejor que sucedió en la década de 1960 y la familia Windsor probablemente me de la razón. Esta década no fue un momento de tranquilidad y comodidad para la familia real británica, y aunque obviamente han soportado cosas peores antes (y después) los sucesos de esos diez años significó un enorme peso para la Reina y sus parientes cercanos.

    Las dos temporadas anteriores de la serie de Peter Morgan profundizaron a través de las relaciones privadas entre la reina Isabel II (Claire Foy) y el príncipe Felipe (Matt Smith), y la princesa Margarita (Vanessa Kirby) y Antony Armstrong-Jones (Matthew Goode). El reto para Morgan en la creación de la tercera temporada de The Crown ha sido continuar indagando en esas tumultuosas relaciones, introducir nuevos rostros y conflictos; todo esto de una forma bastante orgánica. Y lo consigue.

    La serie mantiene una de las razones por las que ha sido tan exitoso: funcionar como una crónica del reinado de la Reina Isabel y del último siglo del Reino Unido en general, sin perder el grado correcto de entretenimiento necesario para capturar el interés.

    La historia de The Crown y el diseño impecable de producción son sus armas secretas. Pero una vez más, hay que destacar el elenco. Decir adiós a un grupo de actores glorioso como el que conformaban Claire Foy (Unsane), Matt Smith (Star Wars: The Rise of Skywalker), Vanessa Kirby (Hobbs & Shaw) y Matthew Goode (A Discovery of Witches; Downton Abbey) era una tarea complicada pero contar con un relevo conformado por Olivia Colman (La Favorita), Tobias Menzies (Game of Thrones), Helena Bonham Carter (Harry Potter) y Ben Daniels (House of Cards) facilitó el proceso.

    Menzies interpreta al Príncipe Felipe con la misma arrogancia y carisma que caracterizó el trabajo de Smith. Bonham Carter demuestra que nació para interpretar a la princesa Margarita, específicamente en su racha más agridulce. Ben Daniels mantiene ese tono misterioso y descarado que impregnó Goode a Lord Snowden. Pero afortunadamente, si hay alguien a la altura de la tarea de relevar a Foy como Isabel, es Olivia Colman. Como Elizabeth, continúa justificando la aclamación que ha recibido en los últimos años, dando vida a la monarca con una mezcla de reserva de acero y perpetua pesadumbre. Aunque ni Colman ni el resto de los actores busca calcar el trabajo de los actores, sí que consiguen capturar los tonos de voz y ademanes. Incluso, a pesar de las diferencias físicas, no es tan complicado imaginar que en efecto, Olivia y compañía son las versiones más maduras de sus colegas.

    Además, esta temporada introdujo al elenco protagonistas personajes que desempeñarán roles imprescindibles en las temporadas venideras, tal es el caso de la Princesa Ana y el Príncipe Carlos. Erin Doherty y Josh O’Connor dan vida a los hermanos respectivamente. Mientras Doherty dota de una personalidad de acero a la hija Isabel y Felipe, O’Connor es la revelación; el actor impregna de vulnerabilidad, inocencia e incluso humor a una versión digna de empatía del heredero del trono.

    Historia, veracidad… Y mucho drama

    Esta temporada significa la primera transición de la serie y la producción consigue salir airosa de la hazaña. Aunque hay nuevos conflictos a la orden del día, también hay una continuidad con sucesos anteriores. Por ejemplo, los conflictos dentro del matrimonio con Margarita y Snowdon, aupados por la infidelidad de él, desatando la infelicidad de ella (dos factores que se intuían en la temporada pasada); el reto del Príncipe Carlos para encajar entre las masas como futuro heredero del Trono y la fricción entre él y su madre bajo la tarea de heredar un trabajo que no desea; el Príncipe Felipe afronta la crisis de la mediana edad; mientras que la Reina hace un examen de conciencia sobre su reinado y si le ha brindado a Reino Unido lo que este merece.

    Tal como esto sucedió en las temporadas pasadas, los hechos verídicos son la excusa para excavar en la vida de los Windsor. Los prejuicios de la Reina ante su Primer Ministro de izquierda, Harold Wilson, quien presidió la implementación de políticas progresivas que son comunes en la actualidad; como la despenalización de la homosexualidad, el aborto legalizado y el permiso de las mujeres para trabajar en la política. Además, introdujeron la Ley de relaciones raciales y la Ley de igualdad salarial. La relación entre ambos culminó en una amistad hasta la muerte de este (tal como aconteció con Churchill). El intento de golpe de estado por parte de Cecil King, director del Banco de Inglaterra, y Lord Mountbatten (interpretado magistralmente por Charles Dance).

    La visita de Margarita al presidente Lyndon B. Johnson, que sirvió para recibir un rescate económico £ 800 millones; y que desató celos y viejas riñas entre las hermanas. El deceso del Duque Eduardo, y la sustitución de Carlos como el miembro de su familia desterrado por amar a la mujer incorrecta. Y el desastre de Aberfan que se cobró la vida de 28 adultos y 116 niños y afianzó las diferencias de clases en el Reino Unido que desató protestas, y acabó con un documental infame sobre la familia Real, Royal Family, donde los Windsor trataban de humanizarse ante su pueblo pero acabó recibiendo duras críticas y un lugar impenetrable dentro de la bóveda del Buckingham Palace.

    Precisamente lo que sentenció aquel documental es lo que hace grande The Crown: el poder contar hechos reales pero a través de un lente sobrio, aunque muy dramático y sobre todo muy british que ha sabido capturar su público de nicho y televidentes curiosos que buscan entretenimiento de calidad.

    La cuarta temporada apunto a que se centrará en los años finales de los setenta e inicios de los ochenta, introducirá dos personajes muy esperados, Margaret Thatcher y Diana Spencer y los dramas que sumaron a la historia británica.

    • La tercera temporada de The Crown está disponible en Netflix.
  • 12 escabrosos sucesos que marcaron la corona británica -The Crown

    12 escabrosos sucesos que marcaron la corona británica -The Crown

    Desde hace décadas, los tejemanejes de las diferentes monarquías europeas han inspirado joyas del cine y la televisión. Sin embargo, a pesar de ser, literalmente, siglos de historia, solo un puñado de personajes han sido representados tanto en la pantalla grande como en la chica. Maria Antonieta de Austria ha sido caracterizada unas cinco veces, desde 1938 hasta la adaptación de 2012 de manos de Sofia Coppola; Isabel I ha tenido el rostro de Cate Blanchett, Anne-Marie Duff o Helen Mirren, precisamente esta última actriz también dio vida a Isabel II en The Queen. Y hablando de Isabel II, el último en narrar el longevo reinado de actual monarca es Netflix, con The Crown.

    The Crown va a por su segunda temporada, tomando como centro del relato la década de los sesenta, es decir, la segunda década en el reinado de Isabel. Para comprender cómo la Reina llegó al trono y todo lo que ha sucedido antes de su reinado, basta con ver las series que se han centrado en sus antecesores, cuya línea se remonta al siglo I. Para ser testigos de los acontecimientos más recientes como la escabrosa relación del Príncipe Carlos y Lady Diana o, quien sabe, hasta el sonado compromiso del príncipe Harry con la actriz americana Megan Markle, probablemente habrá que esperar a las últimas temporadas de la serie original de Netflix. Es precisamente esta serie, The Crown, la que ha sacado a relucir cierto sucio debajo de las alfombras del Palacio de Buckingham que hasta el presente nadie recordaba, para el bien de los Windsor, como los amoríos de la Princesa Margarita o la alocada vida del Príncipe Felipe.

    Obviamente, así como el Reinado de Isabel II ha estado marcado por sucesos polémicos, otros reyes también se vieron salpicado por acontecimientos que, en el peor de los casos, acabaron con su reinado y/o sus vidas y que son tan escabrosos que ni la BBC ha adaptado. Ojalá Netflix lea este artículo y tome nota porque estos hechos reales son material perfecto para crear potentes series de televisión.

    01. CERDIC EL CONQUISTADOR. Y ASESINO.

    Cerdic fue, probablemente, el primer hombre del norte (entiendase hoy Alemania u Holanda) en llegar a las costas británicas (lo que hoy sería Hampshire), por ende se convirtió en el primer gobernante extranjero que conoció Inglaterra. Sin embargo, para alzarse con el título de conquistador, primero tuvo que conseguir el de asesino. Una de las leyendas entorno a su figura, aseguran que Cerdic sirvió a Natanleod, un nativo inglés, por quince años pero un día, en el año 508, le asesinó para autoproclamarse Rey de Wessex, uno de los Siete Reinos. Aunque muchos dicen que Natanleod no existió y solo fue un mito para alimentar la fama de Cerdic, sería jugosisimo ver una especie de Juego de Tronos basada en hechos reales.

    02. SEAXBURH DE WESSEX, LA PRIMERA REINA.

    En una época donde el feminismo, el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género está teniendo, finalmente, mayor expansión, aunque lejos de conseguir la merecida importancia, sería interesante ver los relatos de Seaxburh, la primera reina inglesa. Cuando su esposo, Cenwalh, muere ella asciende al trono como legítima sucesora. Su vida se vio marcada por hechos poco esclarecidos: fue la segunda esposa del Rey y hay quienes afirman que, a lo contrario de lo que dicen los libros de historia, sí tuvo hijos.

    03. ALFREDO, DE GRANDIOSO A SANTO.

    Si bien Cerdic fue el primer Rey de Wessex, solo uno de los siete reinos que conformaban Inglaterra, fue Alfredo el primer gran Rey qué gobernó en todas las tierras anglosajonas. Se convirtió en un personaje célebre a causa de su determinación para pelear contra los vikingos y, en efecto, defender su territorio. Fueron tantas sus buenas acciones a causa del bienestar de Inglaterra que se le atribuyó, luego de su muerte, el título de santo y hoy es venerado en iglesias católicas y ortodoxas.

    04. LA TRAICIÓN QUE CONVIRTIÓ A EDUARDO EN MÁRTIR.

    Eduardo nació en 962, primogénito de Edgar el Pacífico que, muy al contrario de su apodo, fue el Rey más sanguinario que conoció Inglaterra hasta sus días. Cuando El Pacífico muere, Eduardo hereda el trono en contra de los deseos de su madrastra. Elfrida, que la podemos imaginar como una Cersei Lannister de la vida, defendía a su hijo Etelredo, medio hermano de Eduardo y quien según ella debía ser él el nuevo Rey, porque Ethelfleda, madre de Eduardo nunca fue coronada lo que convertía al nuevo Rey en ilegítimo. A pesar de la mamotreta de Elfrida, Eduardo, apoyado por Dunstán, siguió su reinado que se caracterizó por apoyar ciegamente la iglesia católica, lo que llevó a que este se ganará el descontento de otros nobles.

    Un día, en 978, Eduardo decide ir a cazar con sus perros (Hola, Robert Baratheon) y de pronto piensa que ir a visitar a su hermano y madrastra sería una buena idea. Se aleja de sus hombres y se dispone ir al castillo de Corfe, donde estos vivían. Astuta como se cuenta, Elfrida lo recibe rimbombante y desde una de las ventanas del castillo le ofrece una copa de vino, cuando Eduardo, aun en su caballo, se extiende para tomar la copa, es apuñalado por un esbirro de la reina que, claramente, lo imaginamos como La Montaña.

    La mejor parte, o digamos, la benevolente, viene de la historia, para algunos leyenda, que se construyó después de su muerte. Se dice que la reina ordenó que su cuerpo fuese arrastrado por su propio caballo y después pidió que le ocultaran en una choza abandonada y así fue solo que la choza no estaba sola, en ella vivía una joven ciega. Esa noche una luz se extendió por toda la choza y acto seguido la mujer vio para encontrar el cuerpo del Rey.

    Algunos tomaron la historia como leyenda pero desde luego los católicos creyeron todo el relato y de hecho construyeron la iglesia de San Eduardo en el lugar donde sucedieron los hechos. Mientras que la Reina aterrada por la historia pidió que enterraran el cuerpo donde correspondía estar. Para hacer la historia aun más interesante y milagrosa parece que en el lugar donde yacía su cuerpo se encendió una columna de fuego y luego, en el mismo sitio, hubo un brote de agua que le consideraron agua bendita. La iglesia considera a Alfredo el Grande un santo, pero quien mejor representa la figura del catolicismo es Eduardo.

    05. LA MISTERIOSA MUERTE DE GUILLERMO II.

    Guillermo II se dio a conocer por su carácter difícil y su temperamento volátil. No se casó, no tuvo hijos, ni legítimos ni ilegítimos. Claramente, algún enemigo se ganaría durante su reinado. En agosto de 1100, se fue a cazar (parece que para los reyes, cazar es una terrible idea) y desapareció entre los bosques de New Forest. Horas más tarde apareció muerto, presuntamente una herida de caza pero para otros todo se trató de alguna venganza.

    06. LA AVARICIA DE ENRIQUE III, SU PEOR ENEMIGA.

    Enrique III fue célebre por su pésima gestión, hecho que en la actualidad también ha hecho famoso a algunos presidentes. Como en todos los casos, uno de los mayores factores que influyó en el fracaso de Enrique fue su ambición. El Rey quiso conquistar la corona Imperial para su hermano Ricardo pero no lo consiguió, después quiso alzarse con la corona de Sicilia para su hijo Edmundo y también fracasó, está vez gastando caudales en ejércitos; por último pretendió recuperar posiciones francesas y el único resultado fue la pérdida de los condados de Anjou, Turena y Maine en favor de Francia.

    En 1258, atravesando una crisis económica reúne al parlamento para pedir un préstamo que se rehusaron a darle y de hecho solo obtiene un acuerdo entre estos que limita notoriamente el poder de la corona. Cuando Enrique se da cuenta que el mencionado acuerdo no le beneficiaba en absoluto se le ocurre la idea de no obedecerlo y hace lo que se le da la gana hasta que los nobles le hacen prisionero. Montfort, el noble líder, empieza a tomar atribuciones que no le corresponden y muchos le dan la espalda. El Rey vuelve al trono y por fin se da cuenta (tarde, como siempre) que no tiene madera para gobernar. Si para James Franco, Tommy Wisseou es The Disaster Artist, Enrique III sería The Disaster King.

  • La monarquía británica explicada con series de tv – The Crown

    La monarquía británica explicada con series de tv – The Crown

    Netflix ha anunciado que Olivia Coleman dará vida a Isabel II en la tercera y en la cuarta temporada de The Crown, que se ambientarán en la década de los setenta y ochenta respectivamente, lo que quiere decir que narrará los hechos más recientes en la corona inglesa. Sin embargo antes veremos la segunda temporada, basada en la segunda década de Isabel como Reina.

    En un repaso cronológico por la monarquía anglosajona a través de los mejores programas de televisión y como preámbulo a la serie original de Netflix, aquí está la segunda parte de esta guía que ayuda a comprender los hechos que han marcado a la nación y a sus gobernantes que a su vez se han convertido en referentes culturales e históricos fuera de sus fronteras.

    10. WOLF HALL | BBC Two

    Reyes: Enrique VIII

    La serie original de la BBC Two también se basa en el reinado de Enrique VIII pero toma un surco diferente a The Tudors. Wolf Hall juega a ser más un drama político que un drama medieval, aquí el personaje principal es Thomas Cromwell, la mano derecha del Rey y encargado de idear las estrategias necesarias para anular el matrimonio de este con su primera esposa, Catalina, y así casarse con Ana Bolena. Estos dos casamientos, los más polémicos del Rey, tuvieron un cierre catastrófico que arrastró consigo la ruptura de la monarquía británica con la iglesia católica.

    Como dato curioso Claire Foy quien interpreta a Elizabeth II en The Crown es quien interpreta a la mayor de las Bolena. Dos personajes completamente opuestos y bien llevado.

    11. THE VIRGIN QUEEN | BBC

    Reyes: María I, Isabel I.

    Cuando el Rey Enrique VIII muere, su hijo, Eduardo, asciende al poder pero este fallece a temprana edad, es por eso que su hermana Jane toma el poder pero es derrocada por su media hermana, la primogénita del Rey, María, a solo nueve días. Cuando María muere, Isabel, la hija del Rey y Ana Bolena, toma la corona y se convierte en uno de los personajes más emblemáticos de la monarquía anglosajona. Su carácter brío, su vida privada y el personaje que creó como reina inspiraron la miniserie protagonizada por Anne-Marie Duff.

    12. ELIZABETH I | HBO

    Reyes: Isabel I.

    Al igual que sus padres, la vida y obra de Isabel I ha inspirado trabajos de todo tipo. Channel 4 creó Elizabeth I, una miniserie (que luego transmitió HBO) sobre los últimos años como reina de Isabel I. Tom Hopper dirige esta historia marcada por el poder, la traición y la conspiración en búsqueda de la sucesión del trono.

    13. GUNPOWDER | BBC

    Reyes: Jacobo I.

    «La Conspiración de la Polvora» fue complot fallido que llevaron a cabo activistas católicos para derrocar a Jacobo I quien se enfrentó a la iglesia. El plan, asesinar al Rey, a su familia y al resto de la monarquía, se llevaría a cabo con la explosión del palacio de Westminster. Gunpowder, miniserie de tres episodios que protagoniza Kit Harrington se centra en este suceso, un hecho que marcó la historia británica para siempre.

    14. CHARLES II: THE POWER AND THE PASSION | BBC

    Reyes: Carlos II.

    Joe Wright dirige esta miniserie de la BBC sobre el reinado de Carlos II, quien se vio marcado por el trauma de la ejecución de su padre, a manos de la Guerra Civil Inglesa que trajo como resultado el derrocamiento de la monarquía, restaurada dos años después, con la coronación del mismo Carlos II.

    15. PRINCE REGENT | BBC

    Reyes: Jorge III, Jorge IV.

    La BBC ha adaptado historias sobre la corona británica desde hace décadas. En 1979 se dio a la tarea de narrar la vida de Jorge IV, primero como Príncipe Regente en los últimos años de mando de su padre, Jorge III, y luego como Rey legítimo de Inglaterra.

    16. VICTORIA | PBS

    Reyes: Victoria I

    Luego de la muerte de tres de sus tíos, Victoria asciende al trono con sólo 18 años. Cuando llega al poder, la corona británica ya no ejercía demasiada influencia en los asuntos políticos del país. Sin embargo la Reina buscó el modo de nombrar ministros y dominar así en el gabinete de Reino Unido. Públicamente dio una imagen intachable de profunda abnegación a su país que la convirtió en un icono histórico y cultural. La PBS, posiblemente siguiendo los pasos de Netflix, ha decidido narrar el longevo reinado de Victoria, teniendo como protagonista en su primera temporada a Jenna Coleman.

    17. WALLIS & EDWARD | ITV

    Reyes: Jorge V, Eduardo VIII, Jorge VI.

    Con la muerte de Jorge V, primogénito de la Reina Victoria, su sucesor inmediato fue su hijo Eduardo. Este aceptó la corona pero apenas reinó por 11 meses ya que decidió adjudicar. El motivo: su inminente relación sentimental con Wallis Simpson. La socialité norteamericana estuvo casada dos veces antes de conocer al, para entonces, Rey, por eso la relación no fue vista por buenos ojos por el resto de la monarquía. El Rey dejó literalmente todo por amor y aunque su sucesor (y hermano) Jorge VI, le nombró Duque de Windsor, este vivió el resto de sus días con su esposa en Francia. El telefilme de la ITV es precisamente sobre el romance mencionado, uno de los más polémicos.

    18. THE CROWN | Netflix

    Reyes: Jorge VI, Isabel II.

    Tras la abrupta abdicación de Eduardo VIII, Jorge heredó el trono, convirtiéndose en Jorge VI. Luego de un reinado de 24 años la corona terminó sobre Isabel II, la actual Reina de Inglaterra. Que sea la soberana más reciente no significa que sea la menos interesante. Con más de medio siglo a la cabeza de Inglaterra, Isabel se convirtió en una insegura joven que no nació para ser reina a convertirse en una de las mujeres más estrictas que ha gobernado alguna vez la nación. Netflix planea adaptar una década por temporada. La primera entrega se vio marcada por rencillas familiares, rencores mutuos, estrategias políticas fallidas y personajes muy ambiciosos. En la segunda temporada repite el mismo elenco, esperamos ver a Claire Foy una vez más como la Reina, en una faceta mucho más madura.

    La prensa anglosajona, tan afortunada como siempre, tuvo la oportunidad de ver los primeros episodios de esta segunda temporada y las críticas como cabía esperar son abrumadoras. En Netflix aterrizará este viernes 08 de diciembre y vale disfrutar cada episodio, hasta el último, donde le digamos adiós a Claire Foy, Matt Smith y Vanessa Kirby para recibir a los nuevos rostros de la familia Windsor, esa que tantos momentazos nos ha dejado.

  • La monarquía británica explicada a través de The Crown y otras grandes series de televisión (I)

    La monarquía británica explicada a través de The Crown y otras grandes series de televisión (I)

    La monarquía británica es tan larga como interesante. Docenas de reyes y reinas, y sus respectivos consortes han dejado huellas de diferente magnitud, muchos de ellos marcando la cultura popular para siempre. Entre reinados longevos, abdicaciones y nombres que se repiten (Eduardo I, Eduardo II, Eduardo III, etc) hacen difícil seguirle la pista a un hilo de sucesos que cuenta con más de dos mil años de historia. Por suerte, la televisión, como es lo usual, ha tomado esos hechos relevantes y los ha adaptado, algunos, más de una vez.

    Dentro de escasas semanas, Netflix estrenará la segunda temporada de The Crown, la serie de televisión que narra los acontecimientos suscitados bajo la autoridad de la Reina Isabel II. Pero antes de Lilibeth (como solían llamarla antes de convertirse en reina), casi cien personajes gobernaron Inglaterra y antes de The Crown han existido otras producciones sobre la corona británica. Si se toman los mejores títulos entre esas series y se ordenan en orden cronológico, se podría comprender y conocer la historia del país inglés, sin aburrimiento, al contrario, consumiendo entretenimiento del bueno.

    01. VIKINGS | History

    Reyes: Gobernantes de los Siete Reinos.

    Alguien se habrá preguntado cómo comenzó todo. Como se inició la monarquía anglosajona. Las respuestas están en Vikings. Aunque no directamente. Hace unos dos mil años, cientos de normandos (habitantes del norte, hoy Alemania y Holanda) invadieron las tierras británicas. Inglaterra se vio dividida en siete reinos, gobernados por siete familias diferentes que a su vez querían apropiarse de los demás reinos. Todos contra todos. Además debían luchar con otros inmigrantes, los vikingos, que ha pesar de llegar en una segunda flota (“llegar tarde a la fiesta”) reclamaban derechos sobre las mismas tierras.

    02. THE LAST KINGDOM | BBC America

    Reyes: Alfredo de Wessex

    Essex, Estanglia, Kent, Mercia, Northumbria, Sussex y Wessex eran los nombres de los Siete Reinos que conformaban la heptarquía anglosajona; el Rey Alfredo gobernaba Wessex al momento en que este conquistó el resto del territorio inglés, fue así como se convirtió en el primer Rey de toda Inglaterra. The Last Kingdom, basada en las novelas The Saxon Stories, se centra en ese momento preciso de la historia, tomando como centro al personaje ficticio de Saxon Uhtred,quien fue arrebatado de su familia y criado por los vikingos. De adulto deberá probar su lealtad en los tiempos de Guerra.

    03. PILLARS OF THE EARTH | Starz

    Reyes: Enrique I, Esteban I, Matilde de Inglaterra.

    Antes de morir, el Rey Enrique I pide que su hija Matilde le suceda en el tono. Por derecho era lo debido pero en el siglo XII no estaba bien visto que una mujer gobernara una nación. La corte le aseguró al Rey que su palabra se cumpliría pero apenas este dejó de respirar, la misma corte decidió que Esteban I debía gobernar. Lo que se le conoce como La Anarquía es el suceso que narra la miniserie de ocho episodios.

    04. THE LION IN WINTER | Showtime.

    Reyes: Enrique II.

    El amargo momento de La Anarquía quedó realmente en el pasado cuando Enrique II de Inglaterra, hijo de la Emperatriz Matilde, ascendió al trono. La miniserie de Showtime protagonizada por Patrick Stewart como Enrique II y Glenn Close como la Reina Leonor se basa en la obra de James Goldman que se popularizó gracias a su adaptación cinematográfica (protagonizada por Katherine Hepburn y Peter O’Toole) y se centró en los últimos años del reinado.

    05. WORLD WITHOUT END | Reelz Channel

    Reyes: Eduardo III.

    World Without End está ambientada en el siglo XIV, específicamente en el reinado de Eduardo III y narra los inicios de la Guerra de los Cien Años, contra Francia. A pesar de su nombre, la guerra se extendió más de un siglo, 116 años en total, a causa de que ambos países reclamaban posesiones monárquicas que se encontraban en territorio francés. Además, la serie funciona como una secuela a la serie The Pillars of the Earth.

    06. THE HOLLOW CROWN | BBC Two.

    Reyes: Ricardo II, Enrique IV, Enrique V, Enrique VI y Ricardo III.

    Incluso William Shakespeare se inspiró en la corona inglesa para escribir sus más célebres obras. The Hollow Crown es la adaptación televisiva de esos trabajos. Dividida en dos ciclos, cada episodio gira entorno a un Rey: Ben Whishaw es el Rey Ricardo II, Jeremy Irons es el Rey Enrique IV, Tom Hiddleston es el Rey Enrique V, Tom Sturridge es Enrique VI y Benedict Cumberbatch es Ricardo III.

    7. THE WHITE QUEEN | BBC

    Reyes: Eduardo IV, Ricardo III.

    La Guerra de las Rosas fue uno de los sucesos más llamativos en la historia medieval de Inglaterra. Según, inspiró a George R. R. Martin para escribir la historia entre las familias Lannister y Stark en Juego de Tronos y tiene sentido. En 1464 las familias York y Lancaster se disputaban el trono de Inglaterra en una Guerra que duró nueve años. Mientras los Reyes daban la cara, sus consortes eran quienes movían las cuerdas para manipular los hechos en beneficio de sus familias. Así queda plasmado en The White Queen, la serie que durante tres temporadas se enfoca en los juegos de poder y las ágiles estrategias puestas en marcha por Elizabeth Woodville y Anne Neville Margaret Beaufort. Esposas de los reyes Eduardo IV y Ricardo III y el duque Jorge de Clarence respectivamente.

    08. THE WHITE PRINCESS | Starz

    Reyes: Enrique VII

    Spoiler alert: la guerra de las rosas se termina cuando las familias enfrentadas se unen con el matrimonio de Enrique VII e Isabel de York.
    The White Princess que funciona como una secuela a La Reina Blanca toma como referente este matrimonio que, aunque brindó el fin de la guerra, se vio amenazado por la desconfianza mutua entre los reyes trayendo consigo el peligro de bienestar en la relación y la corona.

    09. THE TUDORS | Showtime.

    Reyes: Enrique VIII.

    El reinado de Enrique VIII ha sido uno de los más adaptados tanto en televisión como en cine, pero no por las razones que cabrían esperar sino por su torrente vida amorosa. En 38 años de reinado, Enrique tuvo seis esposas. Cada una de las uniones terminaron en desenlaces diferentes pero una era más trágica que la otra. La personalidad del rey, caprichoso, arisco y sí, misógino, inspiró The Tudors, serie de cuatro temporadas, protagonizada por Jonathan Rhys Meyers y que sigue sus aventuras como rey y como esposo.