La nota roja siempre es un buen lugar para buscar una historia. Por cruda, violenta, grotesca que pueda resultarnos, siempre nos dará material para un texto, ya sea un cuento, un ensayo, una novela, o incluso un guión de cine.
En el 2009, dos luchadores enanos (La Parkita y Espectrito Jr) fueron asesinados por un par de prostitutas ya entradas en años, lo irónico es que ellas sólo pretendían drogarlos para robarles.
Esta sórdida nota parece ser la fuente de inspiración para que la guionista Paz Alicia Garciadiego desarrollara la trama de «La calle de la amargura» (México – España 2015). Un drama magistralmente dirigido por el genio del legendario Arturo Ripstein.
Filmado en blanco y negro, con la excelente fotografía de Alejandro Cantú, el cineasta nos muestra esos escenarios de la Ciudad de México que no aparecen en las guías turísticas y que nos sumergen en ese cosmos de las vecindades que se están cayendo a pedazos, donde viven familias enteras en el hacinamiento, donde se convive con mendigos y prostitutas.
Como un retrato de la sociedad, muestra las relaciones familiares y de convivencia en este país, las adversidades, los cambios «de suerte», los anhelos y también la resignación atraves de los ojos de Adela y Dora, dos sexo servidoras que ya vieron pasar sus mejores épocas.
Adela es interpretada por Patricia Reyes Spindola, quien hace gala de su experiencia en el plato de filmación, y el papel de Dora recae en una Nora Velazquez que nos sorprende y emociona.
El elenco está integrado además por actores experimentados como Sylvia Pasquel, Arcelia Ramirez, Alberto Estrella y Alejandro Suárez que en verdad nos dejó maravillados con su interpretación de Max.
La cinta se presentó en el Festival de Venecia en 2015 donde Ripstein recibió un homenaje por 50 años de trayectoria cinematográfica y se transmitió vía streaming por el servicio Filmin Latino. Actualmente se encuentra en exhibición en la Cineteca Nacional.
Esta podría ser otra película de temática gay, pero no lo es del todo. Esta es ante todo una historia de “patinetos”, de jóvenes que se enamoran y no, de jóvenes que no se conforman con los convencionalismos pero no sabemos si lo que hacen para evitarlos los llevará a algún lugar.
Esta podría ser otro relato de los muchos que inspira la Ciudad de México, aquellos que no podemos situar en otra parte, porque por increíble que parezca sabes que pasaría ahí.
Esta es una historia del mercado negro de la sangre, una historia que, como todo en este país, se ve permeada por el crimen organizado. Esta es la historia de Miguel y Johnny, amigos de toda la vida, amante y cómplices.
Estrenada en el mes de agosto, “Te prometo anarquía” (México – Alemania 2015), es una cinta escrita y dirigida por Julio Hernández Cordón. Es una historia de ese amor que te da en la madre, del que es real, el que se vive en tiempo presente y que retrata en sus vicisitudes los conflictos de una época, del México de hoy.
En la venta de su propia sangre Miguel (Diego Calva Hernández) y Johnny (Pelukaz Grosero) han encontrado la forma de hacerse de dinero fácil, hasta que sin esperarlo se ven envueltos en una operación con el crimen organizado para hacerse de sangre para sus hospitales clandestinos. Miguel además tiene que luchar con sus sentimientos hacia Johnny, que ahora tiene una novia que deja la relación de los viejos amigos en segundo plano.
La tragedia es inevitable, y sabemos desde el inició que en algún momento los alcanzará, pero ¿Cómo reaccionaran ante ella?
Con una fotografía impecable que logra tomas abiertas y planos cerrados que son imposibles no admirar. La cinta retrata sin retoques el paisaje urbano de la Ciudad de México, haciéndolo incluso un personaje más de la trama.
Este es el tercer largometraje de Hernández y el debut cinematográfico de Diego y Pelukaz. Consulta tu cartelera local porque este es un filme imperdible.
El cine documental tiene varios objetivos: dejar testimonio de algún evento, mostrarlo al mundo, denuncia o reconoce los esfuerzos individuales o colectivos que buscan el bienestar de una comunidad, documenta (como lo dice su nombre) la evolución, los logros y los reveses de dichos esfuerzos durante un cierto periodo.
Un problema global actual es sin duda los movimientos migratorios que ocurren donde personas de países pobres o en guerra se ven forzados a dejar sus hogares para intentar tener una mejor calidad de vida en naciones más prosperas o estables. Si bien estos flujos migratorios han cobrado notoriedad en los últimos años debido a los movimientos de África y Medio Oriente hacia Europa principalmente debido al conflicto sirio; de este lado del Atlántico no nos son ajenos y México desde hace ya varias décadas es un país de transito para millones de migrantes centroamericanos que buscan cruzar la frontera para llegar a los EEUU.
Este camino está lleno de peligros que estas personas deben sortear, muchas veces sin éxito: desde antes de llegar a México ya son victimas de las redes de traficantes de personas operadas por el narco, deben de arriesgarse a cruzar el territorio de los maras sin protección, en México deben de cuidarse además de los abusos de las fuerzas policiales, de la vejaciones, las golpizas y violaciones que migración comente en contra de estos hombres y mujeres.
Y viajar a lo largo del territorio mexicano sobre «La Bestia», este tristemente celebre ferrocarril que atraviesa el país y que es al mismo tiempo el símbolo de los sueños de estas personas y también puede convertirse en su peor pesadilla. Muchos migrantes han muerto al caer de la máquina o han sufrido terribles accidentes con amputaciones que no imaginaron al salir.
Todo esto ocurre ante la indiferencia de muchos. Pero en una localidad de Veracruz, conocido como «La Patrona», un grupo de mujeres se han organizado para brindar alimento a los cientos de personas que viajan como polizontes sobre el tren. La mujeres corren a la par de «La bestia» para entregar esa muestra de solidaridad con su prójimo. Ellas son hoy mundialmente conocidas como «Las patronas».
¿De qué se trata Llévate mis amores?
En «Llévate mis amores» (México 2014) el documentalista Arturo González Villaseñor recopila el trabajo diario que implica abastecer con alimentos a los migrantes, retrata a estas mujeres y sus historias como fuerza motora de este movimiento y nos da un esbozo de los motivos que las lleva a organizarse para apoya esta causa humanitaria.
El propio documental es el resultado del esfuerza de González y de la productora Indira Cato, pues para poder verlo terminado y presentarlo recurrieron al crowdfounding.
Este documental a recorrido diferentes festivales y es hasta este año que entra en las corridas comerciales del país. No olvides checar tu cartelera local, este es un documental necesario que no puedes perderte.
Ayer hace ocho días fue noche de OSCARES las tan famosas estatuillas por las cuales se “reconoce” al talento de los artistas al momento de rodar, protagonizar, editar y demás a una película, y estuvo nominado UN MEXICANO mas no México, ya que tristemente México en su tiempo no apoyó el talento de Alfonso Cuarón o de Guillermo del Toro, y eso me llevó a recordar el tan famoso “CINE DE ORO MEXICANO” dónde México era el país de Latinoamérica más importante, y su impacto en el mundo era muy grande.
LA EDAD DE ORO del cine mexicano
Ocurrió aproximadamente de 1935 a 1958 donde grandes artistas surgieron tales como: JORGE NEGRETE, MARÍA FELIX, SILVIA PINAL, GERMÁN VALDÉS “TIN TAN”, MARIO MORENO “CANTINFLAS”, PEDRO INFANTE, entre otros.
Este cine mexicano era característico porque trataba sobre temas “comunes” o de la vida cotidiana ya sea contado de forma “cómica” o “dramática”.
Mi punto personal a eso se debió el éxito del cine mexicano, que cualquier persona podría ser la protagonista de la película donde a pesar de los problemas siempre lograba triunfar, y desde allí se han venido manejando los clichés:
La sirvienta pobre que se casa con el patrón rico y guapo.
El empleado pobre que emerge de la pobreza al éxito.
El amor imposible entre “un pobre” y “una rica”
Entre otras.
Mauricio Garces
Pienso que esa fue la razón principal, porque primero se identificaban con la audiencia en general, creaban un problema común y finalmente terminaban la película con un final feliz, historia que todos habían querido para esas fechas.
Ahora, ¿Actualmente tenemos la misma calidad cinematográfica?
No hace falta hacer un gran estudio de cine para ver que el cine mexicano ya no es tan distribuido como antes, ahora solo salen 25 o 30 películas mexicanas al año de las 100 o más que se realizan cada año y esto es triste ya que las 30 películas que salen en las grandes cadenas de cine muchas veces tienen una audiencia limitada, si acaso de cada 10 personas 4 o 5 quieren ver una película mexicana y lo triste es que las 100 películas que no están en cines a veces tienen mejores historias, guiones y actores que las de mucho presupuesto y nunca se les dio la oportunidad de ser exhibidas en cines.
Y las cadenas de cine como “cinépolis”, “cinemark”, “cinemex”, etc, no están interesadas en distribuirlas porque no generan suficiente audiencia, ni dinero. Y eso es triste ya que no se le da cavidad a nuevos talentos.
¿Por qué razón a la gente de hoy no le gusta mucho el cine mexicano?
Porque normalmente hay muchos “clichés” en las películas, es decir:
Los mismos problemas.
Las mismas historias con pequeñas modificaciones.
Historias basadas en la vida “cotidiana”.
He escuchado a mucha gente decir que está harta de el típico cine mexicano donde las historias son repetidas y sean de la vida cotidiana, la gente suele decir “que hueva ver mi aburrida vida en una película” y quizá tengan razón, normalmente se hacen películas donde el trama es “tenso” y un tanto “triste” porque muestra “la crueldad” de la vida como en las películas: AMORES PERROS, AMAR TE DUELE, HELI, EL INFIERNO.
Donde “Heli” dirigida por AMAT ESCALANTE ganó en el festival de CANNES por mejor DIRECTOR, si le sumamos el premio a mejor director de ALFONSO CUARÓN, y otros premios más que ha ganado el cine mexicano nos podemos dar cuenta que México tiene potencial para hacer un cine de calidad, contrario a lo que muchos mexicanos creen.
El otro problema del cine mexicano es que no explora otros géneros que no sean “comedia”, “drama”,“musicales” a lo más que hemos explorado es en género de “terror” pero no he escuchado de una buena película de acción mexicana, o de alguna historia que pruebe algún “súper héroe” de origen mexicano, o ciencia ficción, u otros géneros e historias.
Y en mi opinión no se prueban nuevos géneros debido a que obviamente requieren muchísimo más presupuesto, mejores efectos e historias mejor elaboradas. No queremos alguna película de acción con efectos de muy mala calidad, con hazañas de acción que no sean creíbles. Probar con alguna buena historia de algún plan para robar un banco, o encontrar incluso a algún narcotraficante. Sería bastante bueno que el cine mexicano comience a probar otros géneros, ya que ¿de qué otra forma vamos a descubrir en que somos buenos si no hacemos cosas nuevas? Y con esto no estoy diciendo que se deje hacer cine mexicano del “clásico” que conocemos, obvio sería hacer mucha más variedad.
Y la solución para que podamos ir probando otros géneros sería que apoyemos más al cine mexicano y así poco a poco las empresas vean que si es redituable y generen más presupuesto para la industria del cine obviamente esto no va a suceder en una año ni en dos, pero en mi punto personal: México tiene mucho potencial para hacer un cine de más calidad y no tan comercial como algunas películas de cine “hollywoodense”, solo necesitamos oportunidades y el apoyo de ustedes “la audiencia” porque a fin de cuentas para eso se hace cine, para compartir historias, hacer reflexionar, o simplemente pasar un buen rato solo o en familia.
21 años antes de Gravity, Alfonso Cuarón se estreno en el terreno de los largometrajes con esta comedia, comenzando sin saberlo, historia en el cine nacional. (más…)
Del 18 al 26 de octubre se llevará a cabo el Rodando Film Festival San Luis Potosí, un festival de cine que tendrá una variedad de actividades de alto interés en la comunidad cinéfila. (más…)
Aprovechando las fiestas patrias, quiero contarles sobre Hidalgo, película en la que además tuve la fortuna de participar en el proceso.
Hidalgo, la historia jamás contada es una película sobre la vida del cura Miguel Hidalgo durante el periodo previo y posterior al levantamiento independentista, centrado más en su lado humano. Su pasión por el teatro, su búsqueda natural de justicia e igualdad y sus debilidades carnales. Dirigida por Antonio Serrano y escrita por Leonardo Mendoza, tuvo el working title de Hidalgo/Moliere por su trama girada en torno a la obra Tartufo original del francés Moliere y que Hidalgo traduce con intención de montarla en el pueblo de San Felipe (en ese entonces aún no se le adjudicaba el Torres Mochas). Durante este proceso el cura conoce al Clérigo Ramírez, quien no coincide con los métodos de Hidalgo y encauza sus esfuerzos en destruirlo, ayudado por otros que también quieren verlo caer. Durante el proceso el padre Miguel debe lidiar además con sus parientes y adjudicados que llegan de visita y con un incontenible amor hacia Josefa Quintana interpretada por Ana de la Reguera.
En el reparto también están Miguel Rodarte, Gerargo Trejoluna, Raúl Méndez, Luis Gerardo Méndez, Cecilia Suárez, Ilse Salas, Abril Mayett, Flavio Medina y Demian Bichir como el cura Hidalgo, actuación por la que gano un Ariel.
La película tiene momentos cómicos, dosis dramáticas leves, diálogos ocurrentes y una impecable dirección de arte que nos ayuda fácilmente a colocarnos en la época preindependentista. Todo en general funciona bien, a pesar de las deficiencias de dirección los actores brindan personajes congruentes y los encuadres, sonido y musicalizacion son de un gran nivel estético, que funciona todo en conjunto para brindar una obra entretenida y disfrutable.
Sobre la producción, se filmó en tres locaciones de la ciudad de San Luis Potosí: Pozo del Carmen, Hacienda de Corcovada y Real de catorce durante 4 semanas, contando con un crew de más de 100 personas trabajando diario en la película, incluyendo extras que lo mismo posaban en el fondo que andaban a caballo según fuera necesario, así como una serie de músicos que se convirtieron en actores secundarios, como la compañía de José Santos (Miguel Rodarte).
Por mi parte yo pude particpar como asistente de video assist, trabajo consistente principalmente en poner las imagenes de la cámara en un monitor para que el director pueda observar y ver los encuadres, esto fue muy edificador para mi, ya que pude ver al director y al Cinefotografo durante el proceso creativo.
El ambiente durante las locaciones era bastante bueno a pesar de las largas jornadas de trabajo (hasta 15 horas seguidas en ocasiones) las condiciones climáticas adversas ya que era noviembre y hasta algunos llamados nocturnos, con todo, los profesionales, en su mayoría, se portaron accesibles con los locales, varios de nosotros en ese entonces, estudiantes de cine y participando por primera vez en un largometraje. Por ejemplo el sonidista Antonio Diego, uno de los mejores y más prolíficos del último par de décadas, nos contó varias historias y nos dio tips sobre las producciones y el como manejar a ciertas personas. La producción grabó, pasadas las festividades de diciembre, un mes más en la ciudad de Morelia.
Hidalgo presentó para muchos un logro, seguro para su productor Luis Urquiza, sin duda para el director de fotografía Emiliano Villanueva y el resto de la producción de primera y segunda línea, pero para mis compañeros estudiantes de cine potosinos, Luis Javier Rodríguez, Ulises Castillo, Juan Manuel Ramírez y para mi, significo además superar un primer reto, enamorarnos de la profesión y darnos la certeza de que para esto es que estamos en el mundo. Hagamos cine!!
[dropcap size=dropcap-big]E[/dropcap]n 1950 el director español Luis Buñuel filmó en México Los Olvidados, un retrato desolador sobre la pobreza, la falta de oportunidades, la marginación, las carencias y la violencia.
Pero ¿qué pasa 63 años después? México vive de la misma forma, sin oportunidades, con represión social, con represión policiaca orquestada por un gobierno que no entiende a los jóvenes y que por eso los encasilla, los margina y que a pesar de todos estos males, del laberinto sin salida que representa la vida de varios jóvenes mexicanos, aquí aún se puede encontrar, amistad, lealtad y sobre todo amor.
«Somos guerreros en cautiverio»
¿Qué pasa cuando vives en una ciudad que parece haberte abortado, que parece ignorarte?
¿Cómo transcurren tus días entre pasar el rato y querer ser alguien, luchar para que tu voz sea escuchada?
¿Qué pasa cuando no tienes voz ni entre tu misma familia? ¿Qué pasa cuando tienes que vivir a la sombra de alguien más? Sentirte ajeno a ti mismo, tener el estigma de alguien que huyó y te dejó a la deriva, vivir a su sombra.
«En este infierno yo no me muero, digan cabrones ¿Qué no harían por dinero?»
¿Qué pasa si un día bromeando con tus amigos se te mete la idea de asaltar un cine? No por deseos de dinero, no por querer empezar una carrera delictiva, simplemente por el hecho de hacer “algo”, de sentir que tienes algún propósito, por muy pasajero que sea, sentirte útil, demostrar que tienes voz, que tienes talento, sentirte vivo.
«Y yo en la linea divisoria entre el bien y el mal»
Así, entre grafiti, hip-hop y marihuana transcurre la vida del Negus, del Chale, del Sapo y de la Chata, personajes principales de Asalto al cine, opera prima de Iria Gómez Concheiro, película que tardó 10 años en realizarse y que fue selección oficial en el Festival de Sundance 2011.
Este filme tuvo gran aceptación en todos los concursos en los que participó y por fin a principios de este año tuvo su oportunidad de ser exhibida gracias a la Cineteca Nacional con muy buena aceptación.
Con un guión extremadamente ágil e inteligente la directora pone sin pretensiones ese lapso de vida de sus cuatro protagonistas, una vida que en ocasiones parece transcurrir en loop y que una idea radical y hasta cierto punto loca puede llegar a cambiar. Filmada 100% en locación, el gran logro de Asalto al cine es hacer cómplice al espectador, lo convierte en el quinto chavo de la banda.
Una lástima que las miopes cadenas comerciales hayan ignorado este filme, a pesar de que, por la temática que aborda tenía un gran potencial comercial, prefirieron dejar pasar la oportunidad de mostrar una excelente historia y se dedicaron a exhibir las favoritas al Oscar.
Sin más les dejo un link donde pueden ser cómplices del Asalto al cine, un logro más de esta nueva era del cine mexicano.