La nostalgia siempre ha sido un factor clave para la industria de Hollywood. Con el pasar de los años los remake y los reboot han planteado la misma historia tratando de exponer premisas que ya conocíamos desde diferentes enfoques. Sin embargo, ¿Es posible hacer una historia a partir de la nostalgia?
Tomando en consideración un contexto previo que se fije como antecedentes es algo bastante factible, el problema con esto reside en que sólo se refleje un factor de nostalgia para atraer al público, un conjunto de referencias que vendan un producto pero que a final de cuentas no tenga validez por su historia. Con Stranger Things sucede lo contrario, logra vincularse a un público a través de un bagaje cultural de años 70 y 80 mientras que establece su propia historia.
Desarrollada originalmente bajo el nombre de «Montauk«, Stranger Things es una serie de ficción y terror creada por los Hermanos Duffer, quienes han trabajado en algunos episodios de Wayward Pines y en la dirección de Hidden. La serie nos habla de un grupo de amigos que viven en Indiana en 1980. Desde el comienzo, vemos características claves del universo que se plantea: Calabozos y Dragones, referencias a E.T e incluso a The Goonies o The Thing, hay un manejo de lo paranormal en torno a seres de una «realidad paralela» que recuerda hasta cierto punto a Alien.
El primer capítulo plantea como foco central la desaparición de uno de los niños del grupo de protagonistas y la introducción de una misteriosa niña dotada de ciertas capacidades, lo que cambia los acontecimientos es el enfoque y la evolución que se da a partir de los hechos
Guión de King y Dirección de Spielberg
Al ver esta serie creerán que están leyendo alguno de los primeros libros de Stephen King, el terror está presente a través de momentos específicos y la reacción de cada uno de los personajes es lo que lo vincula como un temor individual, como un reflejo del miedo a un modo personal, tal cual sucede en algunas historias del autor.
El manejo de los elementos fantásticos y lo paranormal tiende a parecerse a algunos productos de Spielberg en donde personajes comunes tienen una gran aventura
o se encuentran vinculados con ciertas habilidades.
Existen algunas referencias al cine de Carpenter e incluso si no conocen algunas de estas referencias a lo que intentó en su debido momento J.J. Abrams con Super 8.
Evolución a largo plazo
El desarrollo de los personajes es algo que también está implícito en esta serie, dado que no sólo juega con referencias de los 80 sino que evoluciona sus personajes a través del conflicto que expone en torno a la desaparición de uno de los chicos (Will). Las reacciones de cada uno de los niños son puestas a prueba con las circunstancias que se muestran a través de los capítulos (no spoilers). Lo paralelo de lo que ocurre en la serie es que hay una percepción distinta de los hechos tanto de los adultos, niños y hasta cierto punto de los adolescentes, siendo un aspecto interesante en el que se enfoca Stranger Things.

La serie podría haber sido una película fácilmente o mejor dicho una saga de películas, aunque el factor de continuidad le permite a la serie un acercamiento más específico respecto al manejo de ciertas tramas. En determinado caso se presentan historias previas de algunos personajes que permiten comprender sus limitaciones en el pasado e incluso su paralelismo.
Si tienen oportunidad busquen la serie, más que un producto original creerán que están viendo una adaptación de King.
Nos vemos en la próxima.