El estreno de Star Wars: El despertar de la fuerza es un acontecimiento social, un evento cúspide de la cultura pop, de esos que nadie se puede perder, un evento con un hype impresionante, que mueve una maquinaria que abruma a todo el mundo, a los seguidores y a lo que les es indiferente la saga.
Todo lo que gira alrededor de esta entrega pone a los responsables de esta nueva película en la posición muy comprometedora en la que se les exige algo excepcional, rozando en lo épico, pasaron 10 años y no es poco tiempo, por eso las expectativas son muy, pero muy altas.
Se habla de que la película podría recaudar mil ochocientos millones de dólares mundiales, con lo que estaría rompiendo todos los records de taquilla actuales, probablemente lo haga, pero probablemente no los merece, no porque la película sea mala, simplemente porque no es épica.
La historia de Star Wars VII es simple, está muy bien contada, los encuentros y reencuentros entre personajes nuevos y viejos se van dando de forma natural, apelando muy bien a la casualidad, lo que para mí hace que este bien entrelazado, lo malo, es una historia que huele demasiado al Episodio IV, de forma impresionante, incluso podríamos decir que es hasta un compendio de todas las anteriores, con el pulido de los errores pasados, lo cual funciona muy bien, pues la formula ya es amada por todos.
Básicamente la cosa es así, El Imperio es ahora llamado La primera orden, que tiene un toque Nazi -¿por qué los malos tienen que ser como los Nazis?- los rebeldes son ahora la Resistencia, los Jedi parecen extintos, y así la lucha sigue unos contra otros.
Lo bueno, los personajes nuevos agradan demasiado, son ajenos a la fuerza, para ellos es un mito y al igual que los nuevos espectadores se puede asombrar con la ella y lo que se puede hacer una vez que se domina, lo malo, si bien siente el camino para continuar la saga con buenos elementos no deja de parecer una película de Steven Spielberg y no es para menos, J. J. Abrams es fan de él.
El episodio 1, 2 y 3 han sido odiadas por muchos, alegando que jamás debieron existir pero hay que aceptar que aportan algo diferente, tal vez no lo hacen de la mejor manera pero cuenta algo que “no sabíamos” algo que agranda la historia y el universo de Star Wars, por ello hay que darles una valía, en este caso El despertar de la fuerza no aporta novedades, se mantienen en la línea de lo que ya conocemos, apostando al hype y a los fans que ya tienen seguros.
El colorido de la película es hermosa, es el mejor desarrollo de sables laser que se ha visto y tiene unos escenarios que asombran y cumplen de forma extraordinaria, pero las tomas siguen en lo básico, bastantes normales sin nada para recordar.
La película cumple muy bien, es entretenida, pero hasta ahí, no me queda duda que va a pelear por el record de taquilla pero tal vez sin merecerlo de forma abrumadora, es aquí donde la maquinaria Disney, como lo vimos con Marvel funciona a la perfección.