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  • Downton Abbey 6: La familia Crawley se despide con un “hasta luego”

    Downton Abbey 6: La familia Crawley se despide con un “hasta luego”

    Downton Abbey ha sido una ventana a una época pasada, un tiempo plagado de cambios, aunque también está lleno de reliquias y tradiciones obsoletas. A lo largo de sus seis temporadas, la familia Crawley y su casa llena de sirvientes soportaron 14 años turbulentos: la agitación de la Primera Guerra Mundial, el desplome y posterior auge económico que se avecinaba y, sin lugar a dudas, una atmósfera sociopolítica en cambio constante. Sin embargo, los Crawley permanecen consagrados dentro de su gran hogar, de alguna manera logran retener lo mejor de ambos mundos, aunque también tienen una actitud generalmente abierta hacia el cambio.

    En uno de los episodios de esta temporada la serie sorprendentemente se vuelve autoconciente: para recaudar fondos, los Crawley deciden abrir las puertas de su casa y recibir pueblerinos que han pagado para ver como vive la familia más rica de Yorkshire. Ese ha sido el éxito de esta serie.

    A pesar de haber amado las dos primeras temporadas de downton abbey, disgustarme un poco con la tercera temporada y arrastrar cuesta abajo la cuarta temporada y la quinta, debo confesar que me reconcilié con la serie en esta sexta entrega. No porque sea la mejor, aunque superó a sus dos antecesoras, sino porque a sabiendas de que era la última sabía que la iba a extrañar. Y es que Downton Abbey no es perfecta, contando con una producción de primera su guión es, sin embargo, evidente e indulgente, fue una serie entrañable repleta de buenas intenciones, con mucho corazón y ambientada en una Inglaterra de los 1920 que resulta irresistible.

    No es de extrañar que dentro de tres meses aproximadamente estemos viendo su película porque como todo fenómeno televisivo el verdadero “adiós” de la familia Crawley tenía que ser en la pantalla grande; esta temporada fue solo un “hasta luego”.

    Downton Abbey: Sinopsis

    Downton Abbey sigue la historia de la aristocrática familia Crawley en Yorkshire, Inglaterra así como las andanzas de su personal doméstico.

    La última temporada se propone cerrar las historias de todos los personajes a través de ajustarse al futuro y los cambios que están llegando inminentemente con este. Vemos a Cora hacerse un oficio y Robert tratando de aceptar la idea de que su esposa quiera tener un propósito fuera de casa; la viuda Violet se aferra al pasado mientras que su prima Isobel se debate entre la idea de seguir su vida por su cuenta o darle una última oportunidad a Lord Merton; Bates y Anna toman su último ticket a la felicidad mientras que Carson y Hughes aprender a afrontar los golpes de la vida juntos. Otros personajes buscan un futuro profesional algunos abrazando lo único que saben hacer (Barrow), otros abriéndose camino hacia nuevos horizontes (Daisy, Molesley, Andy). Por último las hijas Crawley aprenden a amar nuevamente, Mary prefiriendo los sentimientos sobre el estatus y Edith aprendiendo a que la honestidad es la respuesta a todo. Y Tom, cuestionandose a sí mismo su cariño y su lealtad hacia su familia política.

    Un final digno para todos

    Como comentaba en mi análisis de la quinta temporada, mi mayor problema con las últimas temporadas de Downton Abbey es que la serie ha renunciado a la idea de tener un conflicto mayor que funcione como el epicentro de todo y ha optado por un puñado de problemas que se van solucionando a medida que van naciendo otros pero en esta temporada tiene sentido. Es -o era- la última vez que veremos a los Crawley y sus sirvientes, tiene sentido que los personajes se enfrenten a un último desafío que además marcará su futuro y su personalidad.

    Todos los personajes han tenido un final digno. Y podríamos decir que todos en cuestión han tenido un cierre feliz. Además, da gusto ver como personajes que han sufrido tanto a lo largo de estas seis temporadas finalmente han encontrado plenitud.

    Específicamente, el final de la serie recoge los eventos en los meses posteriores al verdadero final de la temporada 6 (este episodio es en realidad el especial de Navidad) en el que Lady Mary finalmente se rindió a la felicidad y aceptó la propuesta de Henry Talbot, pero también donde desató uno de sus actos más rencorosos y muy digno de ella. Este momento nos llevó al final que Edith merecía (junto al protagonismo que debía tener) y nos lleva de vuelta a esa Mary frívola y aguda de la primera temporada. Un gesto que dice mucho del personaje ya que después de revelarse tal como ella es -y siempre ha sido- demuestra que ahora es capaz de reflexionar y arrepentirse si sus acciones acaban siendo malos gestos. Y hablando de Edith, es conmovedor ver como finalmente encuentra el amor y por primera vez en mucho tiempo puedo ser honesta con ella misma y con quienes la rodean.

    Mary y Edith no son las únicas mujeres de la familia que enfrentan cambios. Sería ilógico no retratar el cambio de reglas que atraviesa la sociedad a mediados de la década de los veinte dentro de la familia Crawley; por ello, Cora, acostumbrado toda a su vida a ejercer el papel de madre, quiere sentirse útil y qué mejor lugar que fuera de su mansión, en el mundo real; idea que descoloca a Violet, probablemente el personaje con mayor dificultad al momento de afrontar el hecho de que finalmente el pasado ha muerto.

    También me parece interesante el camino que ha tomado la vida de los hombres de la casa; Robert, a veces tan retrógrado como su mamá, no tiene otra opción que aceptar que su mujer no le pertenece y que si de verdad la ama debe aceptar que su labor y capacidad está más allá de la condición de esposa o madre.

    Sin embargo considero que quienes han tenido mayor oportunidad de lucimiento han sido los empleados domésticos de la abadía Crawley. Carson representa lo improbable e injusta que puede llegar a ser la vida cuando se le diagnostica «la parálisis» (Parkinson); Barrow finalmente ha enmendado sus errores y ha visto que sus esfuerzos han sido recompensados (ahora como mayordomo de la familia) y Daisy y Molesley (ella estudiando, él impartiendo clases) son la muestra de que nunca es tarde para superarse y que los cambios, siempre y cuando sean para bien, no tienen porque ser inoportunos.

    El éxito del fenómeno

    Una serie ambientada cien años atrás sobre una familia pudiente inglesa y sus sirvientes no parece una fórmula para convertirse en un fenómeno pero lo es. Downton Abbey fue prevista para ser solo una miniserie y acabó teniendo seis temporadas.

    ¿Su secreto? No fue una serie perfecta pero fue una serie que convirtió sus defectos en sus fortalezas. ¿Qué es una serie excesivamente condescendiente? Sí ¿Qué es una serie MUY inglesa? También ¿Qué es romántica hasta rozar lo cursi? También pero ¿tiene que ser esto malo? Absolutamente no. Downton Abbey se estrenó cuando series como Breaking Bad, The Wire, Broadwalk Empire, Mad Men y Game of Thrones reinaban en la televisión; con una programación cargada de ficciones truculentas, historias sórdidas y repletas de traiciones y mamotretos, el público abrazó la idea de una serie que brindaba únicamente entretenimiento y benevolencia. Y lo digo porque si se estrenase este año seguiría siendo única en su estilo. Incluso abrazó el empoderamiento femenino antes del #metoo.

    Que Downton Abbey haya decidido jugar sobre seguro dentro de los límites de su propia historia no significa que haya roto ciertas reglas sobre la cultura televisiva de hoy conocemos. Porque lo hizo.

  • Crítica: Downton Abbey 5 o la abadía de las desgracias

    Crítica: Downton Abbey 5 o la abadía de las desgracias

    – Cualquier miembro del elenco de Downton Abbey: ¿Cuántas desgracias va a sufrir mi personaje en la quinta temporada?

    – Julian Fellowes: Sí.

    Bueno, supongo que en español el chiste no tiene gracia, pero la verdad está ahí. Tal como he comentado en mis críticas de las temporadas previas de Downton Abbey, el guionista y creador de la serie, de algún modo se las apaña para hacer sufrir y sufrir más a los personajes, tanto que, las maravillosas primera y segunda temporada, parecen una anécdota en comparación con la sucesión de desgracias en las que se han convertido las últimas temporadas. Pero, para qué negar, parte de su encanto reside en su drama y en su condescendencia aunque a veces pueden resultar abrumadoras.

    Una vez más, como de costumbre, Julian Fellowes logró mezclar lo conmovedor con lo ridículo en la temporada 5 de su drama histórico. Junto con todas las complicadas historias de amor (creo que hubo un número récord en esta temporada), complots ¡y hasta rusos! Es difícil imaginar que ya me queda una temporada para terminar.

    Downton Abbey 5: Sinopsis

    La serie original de ITV fue espectáculo que comenzó con tanta intriga y promesa ya lleva cinco temporadas. Pero antes, demos un paso atrás por un segundo. Downton Abbey, es un drama sobre una familia de la monarquía inglesa y sus sirvientes a principios de 1900.

    Pues bien, lo que es decepcionante, sin embargo, es cuán bajo ha caído el show en las últimas temporadas. Las primeras dos temporadas (las mejores) se caracterizaron por presentar un gran conflicto (el heredero de los Crawley y la Primera Guerra Mundial) para desarrollarlo durante toda la temporada. En esta quinta ya no hay desarrollo de los hechos. Hay al menos tres conflictos por episodios y todos se resuelven dentro del mismo. Literalmente bastan dos escenas para contar el secuestro y el rescate de Marigold (hija de Edith) solo para dar un ejemplo.

    Para resumir esta temporada podemos decir que cada personaje está intentando definir su futuro y/o enfrentar su pasado.  Pero la verdad es que después de masacrar a la mitad del reparto original del programa (Downton Abbey y Juego de tronos se pueden dar la mano), ahora nos quedan los miembros menos interesantes de la pandilla Crawley y volvemos al punto inicial del círculo (los Bates afrontando la cárcel una vez más, Mary buscando pretendiente una vez más, Tom debatiéndose entre ser un Crawley o un socialista, una vez más).

    Entre escándalos, amoríos y desventuras

    ¿Podemos utilizar un adjetivo positivo para describir las aventuras (o desventuras) de los personajes? No. Si planeo hablar de desventuras tengo que hablar de la pobre (no económicamente) Edith. Un pretendiente la abandona en el altar, el segundo se muere; tiene una hija bastarda (hola, Game of Thrones, otra vez) y ahora por poco muere quemada (incendio que llevó indirectamente al despido de Jimmy, otra mala decisión) pero gracias a Barrow, Edith vive el resto de la temporada para afrontar más desgracias. Y hablando de Barrow -y desgracias- Fellowes no tiene intención de dejar al pobre Thomas en paz. El personaje es uno de los que mejor ha evolucionado en la serie, del villano de culebrón de la primera temporada ya no hay rastros; vemos a un hombre calculador y ambicioso, sí, pero también a un héroe, a un amigo (de Sybil) y el único sirviente que realmente muestra cariño hacia los niños Crawley; aun así todo el mundo le sigue tratando como un coleto porque él es el malo y ellos los buenos.

    Me entristece ver como no queda ni rastro de la grandeza de Robert Crawley quien esta temporada es la reencarnación de otro macho alfa. El patriarca de la familia tiene el descaro de echarle en cara a Cora las insinuaciones de Simon Bricker hacia ella. Robert le reclama a Cora por las acciones de otro hombre (!) cuando él, en la segunda temporada, casi le fue infiel a su esposa con una de las sirvientas. Me duele pensar que está representación de machismo tóxico fue deliberada. Otro personaje insufrible en la temporada es Carson, el mayordomo, que tiene el descaro de ser más snob que sus jefes.

    Irónicamente, mientras Carson defiende los estándares de la familia, los miembros de esta demuestran que no son tan impolutos como deberían. Mary es protagonista de un escándalo cuando decide escaparse un fin de semana a un hotel con Mr. Gillingham para comprobar si “será un esposo ideal”; vaya lista Mary. Pero supongo que lo que no se hereda, se hurta y en esta temporada hasta la intachable Violet deja ver un pasado que involucra a un príncipe ruso, una huida y un amor apasionante. Y si mencionamos el romance, tengo que destacar la que es la historia de amor más bonito de la temporada: Rose y Atticus. Una relación imposible (ella anglicana y él judío) obstaculizada por la insoportable Susan, mamá de Rose ¿cómo no estar feliz porque las cosas funcionarán para ellos?

    Al otro lado del espectro de la felicidad están los Bates, ahora es Anna quien pisa la cárcel como sospechosa principal de Mr. Green, por suerte todo se aclara (¡obviamente con un testigo que aparece de la nada!) pero yo ahora solo espero que puedan ser felices. Por favor, Julian.

    Un escenario radiante

    Puedo acusar a Downton Abbey de predecible, condescendiente y excesivamente dramática pero jamás podré reprocharle de carecer una buena producción. De hecho allí reside la belleza de la serie. Desde la ambientación, el diseño de producción y vestuario, la música; cada uno de estos elementos nos trasladan a las maravillosas películas rodadas a comienzos de siglo. Fellowes sabe que el encanto está en los detalles.

    Odiaría decir que Downton Abbey me está resultando decepcionante (tiene diversos puntos a favor que aún me atrapan y hacen desear ver su última y sexta temporada) pero creo que el guión -y sus incontrolables deseos de sorprender al espectador- están matando una virtuosa idea con una puesta en escena y unas interpretaciones envidiables. Tengo la sensación de que esta temporada pudo ser mejor pero al menos no fue tan desastrosa como su antecesora. Si he llegado hasta la quinta temporada es porque me ha atrapado con todo y defectos y esa es una virtud que pocas series poseen.

  • Downton Abbey T4: La suerte de las Mary, las Edith la desean

    Downton Abbey T4: La suerte de las Mary, las Edith la desean

    Tras unas primera y segunda temporadas estupendas, y una tercera bastante regular; Downton Abbey sigue alejándose en el espectro de la maravilla que marcó sus inicios aunque no resulta tan terrible como su antecesora directa.

    Como ya es costumbre, hablaré de esta cuarta temporada de Downton Abbey sin tapujos, con spoilers para escudriñar mejor en los culebrones acontecidos en la mansión de los Crawley.

    ¿De qué trata la cuarta temporada de Downton Abbey?

    Downton Abbey sigue la historia de los Crawley, una aristócrata familia inglesa que reside en el condado de York.

    Tras la muerte de dos personajes principales, como lo fueron la de Sybill y Matthew, ahora los personajes vinculados directamente a ellos, atraviesan un reajuste en sus vidas y se convierten en los lazos primordiales de esta temporada: Tom, ahora padre soltero y administrador de las tierras de la abadía, se debate entre permanecer como otro Crawley más y traicionar directamente sus ideales socialistas o por el contrario buscar un modo de acaparar lo mejor de dos mundos; Isobel y Mary luchan por reincoporarse al mundo de los vivos tras perder a su hijo y esposo, respectivamente; mientras que el Señor Molesley, ahora sin jefe, se enfrenta al apremiante campo del desempleo. Por último, se introduce el personaje de Rose, una joven indomable y rebelde que busca establecer nuevos patrones dentro del estricto mundo de la aristocracia inglesa.

    En esta temporada, Downton Abbey se anima a reflejar divisiones sociales, abuso de género, racismo casual y un patriarcado que mantiene a las mujeres bajo control. En teoría una temporada fascinante pero llevada a la practica muchos personajes quedan desdibujados, traicionando lo que hemos visto previamente de ellos, solo para justificar otros acontecimientos.

    Cómo lidiar con la pérdida

    A diferencia de su contraparte de la tercera temporada, que tuvo una boda brillante, el episodio de apertura resultó un asunto sombrío. Downton todavía está de luto por la conmoción de la muerte del primo Matthew; aunque ya han pasado seis meses del suceso. La madre y la viuda de Matthew, la prima Isobel y Mary, respectivamente, se perdieron en su dolor; Isobel se siente sin identidad sin su único hijo (porque las mujeres son definidas únicamente por la maternidad), y Mary pasó gran parte del episodio más muerta que viva, deambulando vestida de negra como un alma sin consuelo.

    Para nuestra dicha, Isobel y Mary logran salir de la penuria; la primera con ayuda (directa e indirecta de Violet), recordando que además de madre, también es una buena persona que durante su vida se ha visto inmiscuida en diversas labores sociales, a las que regresa periódicamente mientras el sentido de vivir retorna a ella; por su parte, Mary no quiere volver a ser la fría y calculadora persona que fue antes de conocer a Matthew, así que aprende a utilizar lo que aprendió junto a su esposo para inmiscuirse en actividades que le devuelvan sentido a su existencia y que, además, en el proceso, sirva para mantener el legado de su esposo.

    La adición del Señor Molesley como personaje principal esta temporada, me parece un acierto; sin duda, Julian Fellowes desea señalar que no es solo la familia la que pierde cuando muere un pariente, sino también su personal, Molesley tiene que hacer frente tanto al desempleo como a la indignidad de ser una vez más el alivio cómico fuera de Downton Abbey. Además, es uno de los pocos personajes que vemos realmente evolucionar y mantenerse fiel a sí mismo; sobre todo en esa relación de amistad (por los momentos) que florece junto a la Señora Baxter y que es reconfortante entre ellos y para el televidente. La Señora Baxter que llegó para reamplazar a Edna que su vez remplazó a O’Brien y que básicamente volvió para un par de episodios solo para liarla una vez más.

    Entre tragedias, chismes y deshonores

    Esta temporada se apunta cómo la más melodramática de todas hasta el momento. No hay un solo personaje en la mansión de los Crawley que se salve de atravesar un situación difícil; excepto Lord y Lady Grantham que en esta ocasión retroceden para dar paso a otros con conflictos más complejos. Sin embargo, muchos personajes se ven traicionados, puesto que sus principios cambian radicalmente para justificar acciones que fingen como desencadenantes de los mayores conflictos.

    Quien llevó la peor parte es Anna, violada en la mansión por uno de los lacayos de los invitados; una decisión arriesgada pero que no termina de reflejar los conflictos que debería. Al contrario, los otros dos personajes inmiscuidos en este arco, Mrs. Hughes y Mr. Bates se ven afectados al ser presentados como una chismosa de primera (por segunda vez en la temporada) y un presunto criminal en potencia, respectivamente. Algo completamente ilógico teniendo en cuenta que Mrs Hughes es la confidente de sus empleados gracias al hermetismo que la caracteriza y Mr. Bates es (o fue) probablemente el único personaje intachable.

    Si hablamos de tragedias, ninguna como las de Edith. En mi crítica de la tercera temporada, apunté que tras ser abandonada en el altar por un hombre que podría ser su padre, Edith debería de ser feliz ahora pero ¿por qué? ¿por qué cuando puede afrontar más desdichas? Mientras Mary, en su proceso de retomar su vida, se debate entre no dos, sino tres pretendientes que le declaran su amor y sus intenciones de querer casarse con ella; la pobre Edith queda embarazada de su único pretendiente, un hombre casado que ahora ha desaparecido en Alemania. No hay duda de que la suerte de las Mary, las Edith la desean.

    Downton Abbey como crítica social

    Aunque en esta temporada, el problema mayor de la serie es traicionar la lógica de algunos personajes para justificar los conflictos que marcaran este episodio; también hay que destacar que por primera vez la serie se empapa realmente en conflictos sociales, muchos de hecho bien ejecutados. En primer lugar, la división de clases mostrada a través de Tom; luego en conflicto racial que nace del romance de Rose y Ross, un cantante de jazz; tercero, la necesidad de superación reflejada en Alfred (que se muda a Londres para ser chef) y por último la facilidad con que las mujeres *eran* señaladas una vez que decidían posicionarse en actividades normalmente desempeñadas por el hombre.

    Esta temporada no toma un hecho real pero por primera vez se aventura a representar personajes reales que afectan directamente el curso de la historia como el Príncipe de Galés y su amante Fedora.

    Lo que nos dice que Downton Abbey, en su cuarta temporada, busca arriesgar más que en sus antecesoras y eso lo aplaudo pero una vez más, por el tono indulgente de la serie, queda desdibujado en su resultado. Sin embargo es difícil resistirse a la exquisitez que rodea a los Crawley y de nuevo queda perfectamente representado en una ambientación impecable. Downton Abbey no es perfecta, pero a este punto no sé si eso realmente importa cuando cada episodio está cargado de enredos, conflictos y aventuras que, aunque pueden comprometer la esencia de los personajes, siempre son entretenidos.

  • Tercera temporada de Downton Abbey: Sensación agridulce

    Tercera temporada de Downton Abbey: Sensación agridulce

    Es hora de recapitular sobre los sucesos transcurridos en la tercera temporada de Downton Abbey, tras haber hecho lo propio con la primera y la segunda temporada.

    Aunque Downton Abbey constantemente peca de benevolente (con los personajes y el televidente) y a pesar de las situaciones extremas sus personajes siempre salen adelante -eso es lo que hace entrañable a la serie-; en esta temporada por fin han decidido arriesgarse y el resultado ha sido deficiente. Debo decir que es mi temporada menos favorita hasta la fecha.

    En vista de que no se trata de una serie nueva; hablaré sin tapujos en cuestiones de spoilers. Así que aquí vamos.

    ¿De que trata la tercera temporada de Downton Abbey?

    Nunca está de más aclarar que la serie original de ITV, sigue las vicisitudes de una familia aristócrata en York, Inglaterra, a comienzos del siglo XX; así como la de sus empleados. Las dos primeras temporadas coinciden en tomar un suceso real para darle más dramatismo a la ficción. Los hecho de la primera entrega, ambientada entre 1912 y 1914, repercuten en el hundimiento del Titanic; mientras que la segunda temporada, que va desde 1916 hasta 1919, está marcada por la Primera Guerra Mundial.

    La tercera temporada, por supuesto, también apela a un hecho real, en esta ocasión el fallo del Gran Truck Railway de Canadá donde Lord Grantham ha invertido casi toda la fortuna de la familia, la cual ahora ha perdido. El futuro de Downton está colgando en un hilo y gran parte de la temporada gira en torno a las posibilidades que existen para que la familia Crawley pueda permanecer en sus tierras. Sin embargo, otras historias son incrustadas para dar realce a otros personajes.

    Dos grandes sucesos, un desarrollo tosco

    Pero ese es uno de los problemas con la serie. Por momentos es tan benevolente, que da igual lo que pase, sabemos que todo va a ir bien. ¿Los Crawley van a dejar Downton? No. Pero el conflicto está allí y como ese es el estilo de la serie; el deleite está en ver cómo los personajes, a veces con situaciones obvias, acabarán salvando el día. Sin embargo, esta temporada los escritores se han inmerso más en el lodo y se han sacado bajo la manga no una sino dos muertes; el problema está en lo apresuradas y mal ejecutadas, al punto que es imposible sentir pena o dolor por los personajes. Y es lamentable porque estos personajes, primero Sybill y luego Matthew, eran de los más entrañables dentro de la mansión de los Crawley.

    Como suele pasar con muchos momentos dramáticos de la serie; suelen tomarse un episodio para desarrollarlo, peor aun, en cuestión de un par escenas. Y dificulta conectar con la temporada más emotiva hasta la fecha, lo cual es una pena ya que dos recursos tan potentes, como lo son la despedida de estos dos personajes, han sido desperdiciadas.

    La involución de los personajes

    Para mi desdicha, las muertes de Sibyll y Matthew no son los únicos problemas de la temporada. Shirley McClaine ha tenido una aparición estelar como la madre de Cora; y aunque estamos hablando de una leyenda viva, por momentos, no estaba segura del tipo de personaje que estaba viendo, y creo que McClaine tampoco estaba segura de lo que estaba interpretando.

    Supongo que Julian Fellows consideraba oportuno escribir el personaje con un único registro: la americana millonaria y estrambótica que viene a predicar el cambio y la modernización.

    Y hablando de Cora y volviendo al tema de Sybill, me duele ver que ni siquiera su personaje se toma la molestia de sentir pena por la muerte de su hija. Solo Tom (Allen Leech) es realmente el único personaje que parece sentir la pérdida de esta.

    Por otro lado, Hugh Bonneville (quien interpreta a Robert) está, como siempre, maravilloso. Las dos primeras temporadas aportó estabilidad y humanidad a la serie (aunque a finales de la segunda parece tener un ataque de andropausia). En esta temporada, es un hombre de negocios incompetente, hace la llamada equivocada que le cuesta la vida a su hija, siempre dice lo que no es correcto, es intolerante, está fuera de lugar y es un pésimo jugador de cricket. El personaje está en una involución constante. Por favor que me devuelvan al elegante patriarca de la primera temporada.

    Cuando comenzó la serie yo no era fanática de Mary y ahora la amo. Es incisiva, orgullosa y astuta y a pesar de que Matthew ha sacado a relucir ‘una mejor versión de ella’; han respetado la esencia del personaje, a diferencia de lo que han hecho con su padre.

    En cuanto a la pobre Edith; oficialmente se ha ganado el título del personaje más miserable de Downton Abbey. Cada vez que el personaje roza la felicidad, sabes que la desdicha que atravesará después será peor: Es la única de sus hermanas solteras; cuando consigue un pretendiente, es un hombre veinticinco años mayor que ella, discapacitado; tras pelear para que su padre apruebe la relación, ¡este la deja plantada en el altar! Lo bueno es que Edith ha atravesado tantas desgracias que creo que ahora solo le esperará ser feliz de una vez por todas.

    Desde mi punto de vista, las mejores historias para esta temporada, la han reservado para los personajes del servicio doméstico. La malvada Sra. O’Brien y el malintencionado Barrow se enfrentan por última vez; la primera busca librarse de este, mientras que el segundo sigue luchando con su complejo de inferioridad y su homosexualidad.

    La historia de Mr. Bates en la cárcel es otra que se siente impostada. Es uno de mis personajes favoritos (¿cómo no puedes amar a un hombre de honor y dignidad?) y quiero todo lo mejor para él. Parecía un desperdicio tenerlo caminando en círculo en el patio de la prisión cada semana.

    Pero mi personaje favorito sigue siendo la viuda condesa Violet (Maggie Smith). Tiene las mejores líneas y siempre está a dispocisión para insertar una buena dosis de humor cuando se requiere.

    El nivel de la producción se mantiene

    En general, las historias parecían divagar esta temporada. Pensé que era demasiado conveniente que las inversiones de Robert fueran arruinadas y él perdiera la fortuna de la familia, pero de la nada, un conocido que Matthew no sabía que había muerto se entere que le ha dejado toda la fortuna.

    No quiero afincarme solamente en los aspectos negativos que se encuentran todos en el guión. De hecho, todo lo de más, aparte de la historia, muestra una calidad de primera. El vestuario, la ambientación; los escenarios en exteriores, la música y la fotografía, aportan mucha naturalidad y brillo.

    Espero que la tercera temporada haya sido solo un tropiezo y que la cuarta temporada sea superior recupere el ritmo de las dos primeras. Sería bueno ver un poco de felicidad en Downton Abbey.

  • Crítica: 2A temporada Downton Abbey, los estragos en la guerra

    Crítica: 2A temporada Downton Abbey, los estragos en la guerra

    ¿Quién iba a pensar que ver una casa llena de aristócratas magníficamente vestidos y sus sirvientes, conviviendo todos bajo el mismo techo sería tan divertido? Downton Abbey, la serie original de ITV, y disponible actualmente en Amazon Prime, se convirtió en un fenómeno que se ha traducido en un retorno a modo de película que llegará a las salas de cine en el último trimestre del año.

    En mi plan de ponerme al día con la serie antes del estreno del largometraje, he tenido el placer de ver -y escribir- sobre la primera temporada Downton Abbey, ahora es el turno de hacer lo propio con la segunda

    ¿De qué trata Downton Abbey?

    La serie está ambientada a inicios del siglo pasado; se encarga de ser una ventana para testificar cómo era la vida cotidiana de la aristocracia inglesa de la época y sus empleados. Pero parte del atractivo de Downton Abbey,reside en su tono: un híbrido raro pero efectista entre novela de época, drama familiar y comedia romántica.

    Tal como ya recurría en su primera temporada, cuyo argumento central se desprende del hundimiento del Titanic, Downton Abbey aprovecha nuevamente un incidente real para construir una historia completamente ficticia. Esta vez, se vale de la Primera Guerra Mundial y la epidemia de influenza que se esparció posteriormente, para empujar a los personajes al límite e introducir y finiquitar arcos de la temporada pasada.

    El listón se mantiene en alto

    El autor de Downton Abbey es Julian Fellowes, quien ganó un Oscar por su guión para Gosford Park de Robert Altman, sobre una casa llena de aristócratas magníficamente vestidos y sus sirvientes que viven bajo un mismo techo. ¿Suena familiar? Efectivamente, Fellowes se inspiró en el galardonado guión para crear esta serie. Sin embargo, las diferencias son notorias.

    Fellowes despojó a Downton Abbey del misterio y el tono frío y cínico de la cinta; al contrario, la serie es la versión cálida y generosa. Adecuada para el ritmo y el espacio de una serie de televisión en señal abierta. Ese tono rigió la primera entrega y lo vuelve a marcar en la segunda, donde incluso en el campo de batalla se rehúsa a abandonar ese tono naif; sabiamente han sabido mantener el tono y y la consistencia de la historia, justificando la existencia de una tan necesaria segunda temporada. Y gracias al final de esta, una tercera.

    Pero en esta ocasión, los salones y despensas son teatros de guerra, y el espectáculo estimula una especie de guerra de clases en el corazón y en el cerebro del espectador. En las interacciones entre el hombre de la casa (Robert Crawley, interpretado por Hugh Bonneville) y su criado (John Bates, interpretado por Brendan Coyle), descubrimos una rica e íntima fantasía de poder, dependencia y dedicación, un negocio.

    Además, hay mucho más en juego. Después de todo, es 1916 y los lazos de la clase social y la tradición están explotando en las trincheras de la Primera Guerra Mundial; nos arroja abruptamente a un verdadero teatro de guerra, con una imagen de dolor y tristeza que no distingue de estratos sociales, al contrario, reúne a todas las víctimas a través del patriotismo. Así vemos al combatiente, Matthew Crawley, presunto heredero de los Grantham, que se está preparando para un permiso. En casa, las damas que esperan ayudar en el esfuerzo de guerra están aprendiendo a hacer cosas que antes se consideraban poco femeninas, como conducir automóviles, actividades que complican el negocio de la caza del marido. La pregunta central en esta temporada de este drama doméstico es: ¿Qué es correcto?

    El crecimiento de los personajes es el corazón de la temporada

    Al apenas contar con ocho episodio y tomando en cuenta que la Primera Guerra Mundial duró cinco años se siente que, en algunos capítulos, los sucesos pasan exageramente rápidos, especialmente en el que varios personajes caen en cama a causa de la influenza. Además, la serie recurre a muchos tópicos, recursos recurrentes cuando la guerra se convierte en el centro de la historia. Por ejemplo, muere alguien cercano, pero no demasiado cercano, muere (William); hay un romance prohibido (Mary y Matthew); alguien se lastima horriblemente, pero no se lastima demasiado (Matthew); la familia hace un gran sacrificio (Downton se convierte en un hogar de convalecencia); las personas muestran aspectos valientes de sus personajes y se dan cuenta de quiénes son realmente (Sybil y un poco Edith).

    Sin embargo, es precisamente que gracias a estos hechos, los personajes -al menos una parte de ellos- tienen una evolución enorme. Vemos a Sybil pasar de ser una diletante de causas sociales a ser una enfermera trabajadora y hábil. Bates y Anna materializan su idílico amor (aunque más tarde tengan que pagar las consecuencias). Mary, sigue siendo Mary: orgullosa y cortante, pero se muestra más vulnerable en todos los aspectos correctos.

    Lejos, el personaje con el mejor crecimiento tiene que ser Thomas. En lugar de ser únicamente el malvado y mañoso de la primera temporada, su trabajo con los soldados heridos (especialmente uno que finalmente se suicidó) mostró otra faceta de su personalidad. Aquí pudimos ver a un Thomas con compasión, que había experimentado el dolor de ser diferente, que derramó lágrimas de dolor, y que aprendió a tener cierto grado de empatía; igual que O’Brien se muestra vulnerable por los estragos de la guerra y es capaz de demostrar una pizca de compasión cuando otro trabajador de Downton queda notoriamente afectado a nivel psicológico por los empates de la guerra.

    Otros personajes, sin embargo, no tuvieron tanta suerte en sus historias. Edith particularmente tuvo un camino atropellado. Primero, muestra su humanidad desarrollando interés por actividades prohibidas para una mujer como manejar, o se muestra abierta a la idea de colaborar en la guerra pero pronto se ve inmiscuida en un lío de adulterio que solo demuestra lo poco que Fellowes estima al personaje.

    Lord Grantham, la única excepción

    Por supuesto, todo lo que Edith hizo en la segunda temporada palideció en comparación con la terrible situación de Lord Grantham; la única involución de la serie. En la primera temporada, Lord Grantham es el ejemplo de padre y esposo incondicional, amoroso, pero noble de la aristocracia británica; este benevolente señorío de la entrega pasada desaparece por completo en los ocho episodios siguientes; transformándose en un señor andropausico, malcriado, mimado y malhumorado. Lord Grantham deduce ser demasiado viejo para pelear en la guerra, así que en lugar de superarlo y colaborar con otras formas de apoyar a los soldados, reflexiona sobre este insulto a su virilidad durante toda la temporada. Literalmente, TODA la temporada.

    Luego, como si no fuese suficiente, cuando el resto de su familia está demasiado ocupada para él porque están haciendo cosas relevantes como actividades de caridad, de cuidado de enfermería o en la recaudación de fondos para la guerra, él alivia sus sentimientos de desprecio y comienza una aventura con una criada (aunque, solo se besan, pero eso es porque Cora se enferma) ¿Qué te hicieron Lord Grantham?

    Luego, podemos señalar otras historias aleatorias no tan bien utilizadas como Daisy se siente culpable por pretender amar a William durante toda la temporada; todo el asunto del bebé de Ethel; Bates en la cárcel; Lavinia y sus desgracias; la culpa obsesiva e inútil de Matthew sobre Lavinia; Carlisle, Shirley MacClaine, y el escándalo de Pamuk siendo mencionados una y otra vez. Pero estos quedan opacados por el avance inteligente de los personajes principales.

    En conclusión, Downton Abbey mantiene el ritmo y estatus (a nivel de historia y producción) de su temporada precedida pero a la vez permite que los personajes crezcan a la par que van enriqueciendo la historia y asentando las bases para una tercera temporada que estoy deseando iniciar.

  • Crítica: Primera temporada de Downton Abbey – Una introducción a la aristocracia inglesa

    Crítica: Primera temporada de Downton Abbey – Una introducción a la aristocracia inglesa

    Está crítica de la primera temporada de Downton Abbey contiene spoilers.

    Una historia de época, ambientada en Inglaterra en el seno de una familia pudiente. Downton Abbey es todo lo que le puedo pedir a una serie, lamentablemente me di cuenta de ello dos años después de que la ficción llegó a su final. Pero para mi era una deuda moral pendiente. En algún momento tenía que verla. Pero ¿cuándo? Pues como producto del fenómeno en el que se convirtió la historia de Julian Fellowes, sus creadores decidieron lanzar una película tres años después de la emisión del último episodio.

    Tras el lanzamiento del primer tráiler, mi objetivo es ver todas las temporadas antes del estreno de la película. Por ahora he culminado la primera entrega y debo de decir que ¡¿es Downton Abbey una de las mejores seriesEver?!

    ¿De qué trata Downton Abbey?

    Creada y escrita por Julian Fellowes (a partir del guión de la nominada al Oscar Gosford Park, la serie sigue todas las vidas, los amores y los sucesos que se entrelazan entre los aristócratas y los sirvientes en la ficticia región de York, Downton Abbey, en la década de 1910.

    Sí, con sus trajes, acentos, modales y costumbres, recreados meticulosamente, podría esperarse una serie de época más del montón. Pero no es así; su trama tiene vivacidad, conciencia social y de clase flexible y matizada, y, no menos importante, sabe cómo y cuándo recurrir a la comedia.

    Nunca está falta de (buenas) historias

    La familia “de arriba”, los Crawley, junto con el minuciosamente estratificado mundo “de abajo” de los sirvientes forman una docena de personajes cuyas vidas parecen estar en caminos sinuosos, retorcidos y repletos de giros inesperados.

    Lord y Lady Crawley (Hugh Bonneville y Elizabeth McGovern) tienen tres hijas adultas o casi adultas: Mary (Michelle Dockery), Edith (Laura Carmichael); y la más joven, Sybil (Jessica Brown Findlay). Lord Crawley se casó con Lady Crawley, una estadounidense, por su dinero, pero afortunadamente se enamoró de ella poco después de que se casaron, y su calidez y su afecto los llevan a través de sus numerosos desacuerdos hasta ser un matrimonio estable; son Mary y Edith quienes lideran los momentos agridulce de la familia, se quieren, pero tienen una continua rivalidad que solo está destinada a empeorar; mientras que Sybil es una sufragista y feminista en crecimiento quien está enfocada en traer los pensamientos progresistas entre su familia y los empleados. Por último, está la matriarca de la familia, la condesa viuda Violet Crawley (Maggie Smith), de pensamientos retardatarios pero que trae consigo los diálogos más disparados a la vez que ingeniosos y por ende siempre se agradece cuando interviene en la serie.

    Mientras tanto, en la planta baja, llega un nuevo hombre, Bates (Brendan Coyle); él es un ex colega militar de Lord Crawley que ahora tendrá una posición como lacayo, pero su pierna herida de guerra le da una cojera que hace que toda la situación sea incómoda para él y para todos los demás (¿Cómo puede un hombre «lisiado» realizar un trabajo tan exigente físicamente? ¿Quién del personal se atrevería a quejarse abiertamente del trabajo adicional con el que están agobiados?); Carson (Jim Carter) y la cabeza de las criadas, Mrs. Hughes (Phyllis Logan, Secretos y mentiras), tratan de mantener todo funcionando sin problemas, disputando, con diversos grados de éxito, una manada de subordinados: la cocinera agotada Mrs. Patmore (Lesley Nicol), cuya inminente ceguera es un hecho triste pero peligroso que no va a admitir; Daisy (Sophie McShera), una joven tan ingenua como malhumorada; los rencorosos y “malos de la historia” O’Brien (Siobhan Finneran) y el lacayo Thomas (Rob James-Collier), cuya intrincada labor, especialmente contra el destacado Bates, es combustible para gran parte de la trama de la serie; y Anna (Joanne Froggatt), una doncella cuyo amor por Bates le otorgará la misión de creer en él cuando nadie más lo haga y ahondar todo el día en su oscuro pasado, del cual su cojera es solo la punta más pequeña del iceberg.

    En medio de todo esto, una misteriosa «clase media» es traída contra su voluntad en forma de parientes lejanos: un abogado, Matthew Crawley (Dan Stevens), y su madre, Isobel (Penélope Wilton), una ex enfermera cuya bulliciosa rectitud y vigorosa eficiencia la convierten en una formidable archienemiga para la condesa viuda (la rivalidad pasivo-agresiva entre los dos proporciona una reserva de humor casi inagotable y compensa la competitividad mucho más siniestra entre Mary y Edith).

    Estas (relativamente) malas relaciones van y vienen a lo largo de Downton porque Lord Crawley necesita un heredero varón para mantener la herencia en la familia, y luego de Patrick, el heredero y prometido de Mary muere en el Titanic, Matthew, el próximo hombre de Crawley en la fila, es la única opción para ocupar el puesto.

    El retrato exhaustivo de una sociedad

    Aunque Fellowes crea una historia ficticia, se vale de elementos reales para aportar mayor realismo. Por ejemplo, la historia abre con un evento auténtico (el hundimiento del Titanic) y culmina con otro (el anuncio de la primera Guerra Mundial) e incluye sucesos como la invención del teléfono y la electricidad para ubicarnos mejor cronológicamente. Además la historia presenta un manejo del tiempo eufórico, con saltos de hasta un año entre episodio y episodio; ¿es posible aburrirse viendo Downton Abbey? Por supuesto que no.

    Con esto también demuestra que ninguna burbuja o mundo en sí mismo, ni siquiera uno tan privilegiado y remoto como Downton, es inalcanzable o inmune para lo bueno a lo malo que golpea la sociedad. Fellowes, junto con sus diversos colaboradores han creado algo fascinante, con un nivel de ambición novelística.

    Personajes y situaciones ágilmente desarrolladas que nunca son lo que parecen; justo cuando crees que sabes quién es quién, quién es un villano y quién es un santo, un giro inesperada pero perfectamente convincente o un hecho recién revelado cambia las cartas del juego. Esto se combina a menudo con una calidad cinematográfica viva a nivel visual, con composiciones e iluminación a menudo bastante hermosas que hacen su parte para hacer de la serie algo más que una de esas cosas que se apoyan en un bonito diseño de producción.

    También hay una combinación continua y bastante impresionante de estilos de cámara. Movimientos y tonos requeridos por el momento o evento dramático en cuestión que fomentan la sensación más de película que de serie.

    Una temporada que promete

    Entonces, ¿todos esos puntos a su favor hacen de Downton Abbey parte de la gran e innovadora revolución televisiva (que iniciaron otras series como Los Sopranos o Mad Men) de los últimos tiempos? Bueno, sí y no, al menos no todavía.

    Por ahora, en su primera temporada, cumple; sabiendo utilizar a la perfección sus recursos visuales y narrativos para sentar las bases de una historia que da para más.

    Downton Abbey está disponible en Amazon Prime.

  • Las mejores mini series originales de Netflix para un maratón

    Las mejores mini series originales de Netflix para un maratón

    Que estrellas de toda la vida como Nicole Kidman, George Clooney o Julia Roberts estén haciendo series, solo significa que estamos viviendo la nueva Edad de Oro de la televisión. Pero aparte de las grandes estrellas en el reparto, otra característica de esta nueva etapa televisiva es la reducción del número de episodios y de temporadas. Las mejores mini series originales de Netflix, que reunimos hoy en este post, son el mejor indicio de que las series limitadas están de moda.

    La serie limitada no es un concepto nuevo, pero se le ha permitido florecer con la proliferación de los servicios de transmisión. Tradicionalmente, las cadenas necesitaban que los programas duraran temporadas y temporadas para ser rentables. Las temporadas más cortas permiten una narración más refinada, con los creadores ahora impulsados por contar una historia bien en lugar de hacer que dure el mayor tiempo posible desgastando el potencial de la trama.

    Las mejores mini series originales de Netflix

    La miniserie se está convirtiendo rápidamente en una parte definitoria de la era, especialmente con Netflix entregando mayores cantidades de contenido corto pero de calidad. La plataforma ha estrenado muchísimas en los últimos años (la más reciente es Halston de Ryan Murphy) pero hemos querido centrarnos en las mejores miniseries originales de Netflix si estás pensando en hacer un maratón este fin de semana.

    The Eddy

    La serie creada por Damien Chazelle sigue a un propietario de un club en Francia y sus altibajos dirigiendo un vibrante lugar de música.

    Esta co-producción franco-estadounidense es una de las series limitadas más desconocidas de Netflix. Cuando se lanzó en Netflix, no fue capaz de producir casi ningún rumor y eso se refleja en las pocas calificaciones de IMDb. Pero eso no significa que no valga la pena darle una oportunidad.

    The Haunting of Bly Manor

    Las mejores mini series originales de Netflix

    Aquí hay todo tipo de tragedias, comenzando por por qué estos niños tan espeluznantes necesitan a alguien que los cuide. Han quedado huérfanos y ahora están al cuidado de su tío, y la institutriz anterior murió de una forma misteriosa. The Haunting of Bly Manor comienza con mucho terror que nunca termina.

    Maniac

    (Puedes leer nuestra reseña aquí).

    Maniac de netflix reseña
    Maniac de netflix reseña

    Cary Joji Fukunaga (director de True Detective) dirige cada episodio de este drama de ciencia ficción surrealista pero fascinante. En una realidad alternativa sin Internet, Jonah Hill y Emma Stone interpretan a dos inadaptados que acceden a una prueba de un nuevo medicamento que, supuestamente, puede curar su dolor emocional.

    No solo la historia está bien contada, sino que cada centímetro del diseño de producción y la construcción del mundo es realmente excelente. La naturaleza del programa permite a los creadores saltar de género en casi todos los episodios para que puedan mostrar lo mejor de su creatividad en los 8 episodios de duración.

    Godless

    Una puesta en escena del género western, Godless se centra en una ciudad misteriosamente dirigida por mujeres en 1880. Deben defenderla de la llegada de Frank Griffin, un forajido violento que ha venido en busca de venganza.

    Enteramente escrita y dirigida por el guionista de Logan, Scott Frank, la serie tiene una visión única y bien construida. Con un elenco que ofrece actuaciones sobresalientes, esta serie es una historia emocionante, ¡demasiado fácil de ver en un maratón!

    The English Game

    Para los fanáticos de los fabulosos dramas de época británica, deberían darle la oportunidad a The English Game, incluso si no son necesariamente un gran fanático del glorioso juego de balon-pie.

    Del creador de Downton Abbey, la miniserie sigue la invención del juego de renombre mundial con el que todos estamos familiarizados hoy. Tiene una duración de 6 episodios, pero cada uno está repleto de alta calidad, desde la producción, hasta el guión y el increíble vestuario.

    Unbelievable

    Este drama criminal está compuesto por un excelente guión y actuaciones increíbles. Es una historia que es profundamente perturbadora y bastante aterradora, lo que hace que sea aún más exasperante porque se basa en una historia real. Kaitlyn Dever interpreta a Marie Adler, una joven que fue brutalmente atacada y luego acusada de mentir por la policía.

    La serie salta entre Marie y dos detectives que llevan a cabo una investigación separada. A pesar del tema inquietante, el programa se mueve al ritmo de un thriller, lo que lo convierte en un visionado casi esencial.

    Alias Grace

    Nominada al Emmy , se trata de un drama biográfico de época que Netflix adquirió a la cadena canadiense CBC. Basada en el libro de Margaret Atwood (creadora de El Cuento de la Criada), la serie se centra en una joven que está siendo sometida a tratamiento y juicio después de los brutales asesinatos de su empleador.

    La serie está excelentemente producida y presenta un diálogo impresionante (no es de extrañar, dado el material original) y sigue siendo una de las mejores adaptaciones novedosas de Netflix hasta este momento.

    When They See Us

    Las mejores mini series originales de Netflix

    Ava DuVernay es una cineasta en la cima de Hollywood. Su decisión de hacer un programa de televisión demuestra claramente la pasión y la importancia que tiene para esta historia. Los Cinco de Central Park eran cinco adolescentes afroamericanos que fueron acusados injustamente de un brutal ataque en la década de 1980 y encarcelados a pesar de la falta de pruebas.

    La serie está impulsada por la emoción tanto de los creadores como de los artistas intérpretes; la sensación de injusticia es palpable en cada episodio. Una serie importante y oportuna y un excelente ejemplo del poder de la narración.

  • Cuarta temporada de The Crown: De víctimas a verdugos

    Cuarta temporada de The Crown: De víctimas a verdugos

    La cuarta temporada de The Crown está aquí y trae el drama con la Dama de Hierro y la Princesa del Pueblo uniéndose a la Reina en el centro de atención. La adición de estas dos mujeres, una ampliamente odiada y la otra universalmente amada, permite un enfoque más lineal.

    La serie de Netflix, The Crown, llegó esta vez no solo para alegrar a sus fieles seguidores sino también para hacer sonrojar a la familia Real. La cuarta temporada es la primera que no retrata a Isabel II y sus parientes como víctimas de un sistema intransigente; al contrario, son ellos quienes se convierten en verdugos de una joven Dianna Spencer quien es atada a la familia por su candidez e imagen impoluta para tratar de subsanar los errores del Príncipe Carlos. Es así como Lady Di se posiciona en el centro de la historia, tanto en la cuarta temporada de The Corwn como en la familia Real, dejando como resultado la temporada más polémica de todas.

    ¿De qué va la cuarta temporada de The Crown?

    Desde su primera temporada, The Crown fue catalogada como ´la sucesora de Downton Abbey’ ya que ambas series narran las vivencias de dos familias aristocráticas. Pero The Crown no narra la historia de una familia cualquiera, narra la historia de los Windsor, teniendo como pilar central a Isabel II.

    Cada temporada abarca al menos diez años de su reinado. Las dos primeras temporadas protagonizadas por Claire Foy y Matt Smith como la Reina y el Príncipe Felipe respectivamente abarcaron los años cincuenta y sesenta. La tercera temporada, liderada por Olivia Colman y Tobias Menzies narró los hecho más importantes del reinado en los setenta. Y en esta ocasión, la cuarta temporada se centró en los años ochenta; una de las décadas más complejas de la historia británica (la Guerra de las Malvinas, el auge y ocaso de Margaret Tatcher y el polémico matrimonio entre Diana y Carlos). Por supuesto, la polémica resurgió principalmente por la forma en la que es retratada la vida de Diana como miembro de los Windsor. Sin duda, el plato fuerte de estos diez episodios.

    Futuro Rey busca futura (víctima) Reina

    La cuarta temporada le da continuidad a los sucesos mostrados en la tercera donde un joven Carlos, Príncipe de Gales, se enamora de Camila Parker-Bowles a quien debe dejar por no cumplir con los estándares impuestos por la corona para quien en un futuro se convertiría en la Reina de la nación. Una vez que Camila se casa con Andrew Parker-Bowles, Carlos no tiene más opción que seguir buscando a su futura esposa.

    Aconsejado por su tío Dickie, el Príncipe de Gales (interpretado nuevamente por Josh O’Connor) enlaza una larga lista de nombres de potenciales candidatas. Ninguna resulta llenar sus expectativas (ninguna es Camila) pero el reloj sigue andando y la familia lo insta a encontrar a alguien que cumpla las expectativas de ellos. Allí entra en juego Diana, hermana menor de Sarah Spencer, una de las amigas de Carlos. Diana es una joven inocente, impoluta y muy hermosa, proveniente de una familia con un pasado aristocrático incluso más importante que la de los Windsor. Diana, quien se dice tenía interés por Carlos incluso antes de conocerlo, encajaba en la imagen sumisa y discreta que la corona estaba necesitando.

    Sin embargo y a pesar de su notorio interés por Carlos, Diana es ante todo una joven que empieza a vivir su vida, de disfrutar su juventud y sobre todo, ávida de divertirse y de ser amada. Mientras que Carlos es un hombre entrado en sus treinta (trece años mayor que Diana), con un alma vieja y un amor correspondido por Camila pero prohibido ante su familia. Pero da igual lo que pase en privado, la humanidad de Diana la convierte en la persona más famosa y querida del planeta. Para descontento de su esposo. Quien a la más mínima oportunidad le reprocha a Diana cualquier cosa que ella haga.

    Desde estas diferencias empieza a fracturarse una relación tóxica de dos personas necesitadas de amor, reconocimiento pero que son incapaces de darle uno al otro lo que necesita. Lo que desencadena en trastornos alimenticios e inestabilidad emocional en Diana; problemas psicológicos para Carlos y un largo historial de infidelidades por parte de ambos. Mientras tanto la corona debe lidiar con la forma de seguir vendiendo el cuento de hadas, un cuento que realmente nunca existió.

    Mujeres al poder

    Otro acontecimiento que revolucionó la década de los ochenta fue el mandato de Margaret Tatcher. La primera mujer en convertirse en Primer Ministro de Inglaterra, dividió la historia del país con un antes y un después, donde se rememora la Guerra de las Malvinas y otras decisiones que le acreditaron el título de la Dama de Hierro.

    En esta temporada Gillian Anderson da vida a Tatcher, una mujer orgullosa de sus orígenes (una familia de clase trabajadora) con un compromiso inquebrantable del deber y del servicio a su país pero sobre todo, con unos ideales extremadamente conservadores y nacionalistas que precisamente le llevaron a ganarse el afecto y el descontento de su pueblo a partes iguales; así como el respeto de Isabel II. La Dama de Hierro gobernó en un mundo dominado por hombres, pero nunca le faltó ahínco en sus decisiones lo que la llevó a ser considerada una de las mejores líderes que tuvo Inglaterra. Esa personalidad férrea, es reflejada en una interpretación magistral por parte de Anderson de un guión que no teme mostrar los matices de Tatcher.

    Todo por el futuro de la corona

    Tal como nos recuerda esta temporada, la infelicidad de Diana y Carlos no fue lo único que la corona trató de ocultar durante años del ojo público. Uno de los episodios revive uno de los capítulos más escabrosos de la monarquía: Nerissa y Katherine Bowes-Lyon,dos primas de Isabel y la Princesa Margarita, con discapacidad intelectual, que fueron encerradas en un Hospital y posteriormente declaradas muertas una vez que Isabel Bowes-Lyon, su tía, ascendió al trono como Reina Consorte del Rey Jorge.

    Son muchos los actos de dudosa moral que la corona ha cometido bajo la bandera de ‘todo por la monarquía’ tal como hemos visto desde la primera temporada y que aparentemente seguiremos viendo en las dos últimas, tal como ha asomado el final de esta cuarta que ha cerrado con una ¿amenaza? Y un primer plano de Diana, alimentando el morbo del público y la preocupación de la familia Real que ha exigido desde aclarar en cada episodio que The Crown no es más que ficción hasta amenazar con su cancelación.

    En esta temporada Olivia Colman, Tobias Menzies y Helena Bonham-Carter siguieron manteniendo en alto el listón que dejaron Claire Foy, Matt Smith y Vanessa Kirby; mientras que Josh O’Connor, Emerald Fennell (como Camila Parker-Bowles) y Erin Doherty (como Princesa Ana) se confirmaron como dos grandes adiciones. Mientras que Emma Corrin fue la revelación de esta temporada como la Princesa Diana.

    The Crown vuelve a tomar el adictivo drama y lo eleva a grandes alturas cinematográficas con ubicaciones pintorescas, decorados opulentos, vestuario bien conseguidos y una banda sonora conmovedora. En otras palabras, es un espectáculo de gran clase y cultura con una generosa pizca de historia.

  • Mad Men 2: una disección de la familia

    Mad Men 2: una disección de la familia

    Después de una primera temporada tan sorprendente, Mad Men mantiene el nivel en su segunda entrega, recurriendo a más detalles para definir mejor a los personajes, que se confirman como la columna vertebral de la historia.

    Tras meses tan agitados (gracias a las festividades navideñas y después al trabajo) donde no contaba el tiempo suficiente para ver series, y escribir sobre ellas, esta cuarentena ha sido un punto y aparte. En mi casa, sin muchas actividades para elegir opté por ponerme al día con las ficciones pendientes. Gracias a una primera temporada tan potente, fue Mad Men la que llamó mi atención y decidí continuar. Elegí bien. La serie creada por Matthew Weiner consigue lo que podría parecer imposible: mantener en alto el listón impuesto por la temporada debut.

    ¿De qué va (realmente) Mad Men?

    Según la sinopsis oficial de la serie, podemos deducir que Mad Men nos es más que las vivencias de un grupo de creativos en el Nueva York de los años sesenta. Pero en realidad, lo atractivo de la serie es la lectura entre líneas que ofrece.

    Cuando escribí sobre la primera temporada de Mad Men observé que el programa es principalmente un estudio de personajes y de época. Es por eso que los temas principales engloban misoginia, machismo, infidelidad, inseguridades laborales y más. Este enfoque continúa en la segunda temporada, donde profundizan en las vidas (y conflictos) de Don, Peggy y Pete, entre otros.

    En esta temporada Don Draper (Jon Hamm) sigue siendo el centro del escenario, pero ha habido cambios en Sterling Cooper. Y fuera de ella. Con un salto en el tiempo de más de un año desde el punto en que lo dejamos, esto refleja perfectamente la idea de que los escritores de Mad Men se sienten cómodos al sacrificar la estructura de la trama convencional en favor de crear una historia significativa para sus personajes, el verdadero corazón de la historia.

    La familia, lo que son

    Un tema principal de la temporada es la familia. En primer lugar, conocemos (o al menos tenemos una visión muy ampliada de) las familias extendidas de muchos de los personajes principales, incluidos Betty (January Jones), Pete (Vincent Kartheiser) y Peggy (Elisabeth Moss). En todos los casos, hay mucho que aprender a través de estos miembros de la familia sobre lo que ayudó a formar a los personajes principales en las personas que son ahora.

    De hecho, el tema de la familia se vuelve recurrente. Don, tiene un viaje muy inusual esta temporada, que involucra su pasado y su presente. En cuanto a Betty, después de haber sido engañada durante tanto tiempo, intenta procesar lo que sabe, y al hacerlo, revela aspectos de ella que a veces son admirablemente fuertes y otras desagradables.

    A lo largo de la temporada, Peggy y Pete continúan siendo dos personajes excelentes y únicos, ambos increíblemente ambiciosos, pero que consiguen lo que quieren de maneras muy diferentes. Pete pasa tiempos difíciles a lo largo de la temporada, mientras que Peggy tiene mucho que celebrar, y cambia su dinámica de maneras fascinantes; en ambos casos originados por sucesos familiares.

    Mientras tanto, Joan (Christina Hendricks), por lo general tan fuerte y confiada, se enfrenta a algunas dudas: se encuentra en plenos 30 y sin esposo, en una era en que ambas cosas significaban mucho, se esfuerza por lograr lo que cree que necesita, lo que lleva a una de las escenas más desgarradoras de la serie. Y en el trabajo, habiendo sido siempre feliz como reina de las secretarias, tiene una idea de cómo podría ser una situación diferente y se ve afectada por ella más de lo que espera. Hendricks, como todos los demás en este programa, ofrece un trabajo realmente impresionante, mostrando capas ocultas que nunca sospecharías que existen. Y perfilando a Joan como mi personaje favorito, hasta ahora.

    Definiendo personalidades (y personajes)

    El tema de la familia conduce a otro tópico incluso más fuerte: Cuánto control uno puede tener sobre su futuro. Nos enteramos de que Don le dio algunos consejos a Peggy mientras estaba en el hospital, diciéndole que podía olvidar que esto sucedió y seguir adelante. A partir de ahí, vemos que Peggy ha adoptado algunas similitudes con Don en la forma en que trata con los secretos y en cómo se comporta en la oficina. Sin embargo, en otras formas, vemos que no importa cuánto control creas que tienes, las fuerzas externas pueden crear cambios que no podrías haber planeado.

    Las mentiras y los engaños de Don comienzan a desmoronarse con otra aventura y esto finalmente ve a Betty echarlo de su casa. Otra consecuencia involuntaria de las acciones de Don es que Roger decide divorciarse de su esposa y casarse con la secretaria de 22 años de Don, desmantelando así a su familia.

    Me gusta que esta temporada también confronte la noción de si las personas realmente pueden cambiar. Por supuesto, Don ha cambiado en el sentido de que alguna vez fue Dick Whitman y ahora es Don Draper, pero si las cosas fundamentales sobre él realmente han cambiado es un asunto diferente. Todavía responde de la manera en que Dick lo haría ante una crisis, eligiendo con frecuencia huir de un problema en lugar de enfrentarlo. Es interesante que en la temporada 2 podamos ver a Dick en un contexto completamente nuevo, a medida que aprendemos sobre Anna Draper (la esposa del Don Draper original) y vemos a Don actuando relajado e informal (y honesto), que es una forma en que nosotros no lo he visto antes.

    Una estructura más individual

    A diferencia de la primera temporada donde parece haber una narrativa más global, en esta entrega muchos episodios se parecen más a historias independientes o cortometrajes de algún tipo: vemos que los personajes interactúan entre sí o se presentan a una nueva situación individualista en cada episodio y, a menudo, no hay un gran cambio (externo) en el fin de la hora que dura el episodio. La escritura y la actuación siguen siendo de primera categoría.

    Lo mejor, Mad Men continúa demostrando que cada poquito de información cuenta. Las pequeñas piezas de información o la percepción del personaje que obtenemos a lo largo de la temporada a menudo terminan siendo importantes a largo plazo, ya sea agregando a una trama o simplemente ayudando a explicar por qué un personaje reacciona de la manera en que lo hacen en ciertos escenarios que ocurren.

    Por último, otro de los aciertos es que la serie se anima a incorporar eventos históricos (un recurso que favoreció todas las temporadas de Downton Abbey), como el accidente del vuelo 1 de American Airlines, la muerte de Marilyn Monroe y la crisis de los misiles cubanos, pero se centran principalmente en cómo han afectado a los personajes del programa. El enfoque continuo e inquebrantable de Mad Men en el drama de personajes es fácilmente su elemento más fuerte, y su manejo aquí ha dado como resultado que Matt Weiner y su equipo creen otra temporada fabulosa de Mad Men que me deja deseando ver lo que se tienen entre manos para esa tercera temporada.

  • Critics Choice Awards 25th: Resumen y todos los ganadores

    Critics Choice Awards 25th: Resumen y todos los ganadores

    Justo en medio de la temporada de premios, la vigésima quinta edición de los Critics Choice Awards tuvo lugar el pasado domingo en Santa Monica, California; donde la Asociación de Críticos de Cine y Televisión de Estados Unidos y Canadá, se encarga de premiar la excelencia cinematográfica y lo mejor de la pantalla chica.

    Los Critics Choice tienen tantas categorías que incluso Avengers: Endgame se llevó un premio como la Mejor Película de Acción por encima de otras como Ford v Ferrari y 1917 (Mejor Película en los Golden Globe Awards). Pero la gran ganadora del año fue Once Upon a Time in Hollywood como Mejor Película y Mejor Guion, que compartía categoría con The Irishman, Joker, Jojo Rabbit, Uncut Gems, Ford v Ferrari, Marriage Story, Little Women, la misma 1917, y Parasite (que obtuvo doble nominación y se terminó llevando Mejor Película Extranjera).

    Mientras que el premio a la Mejor Dirección la terminaron compartiendo Sam Mendes (ganador del Golden Globe) y el surcoreano Bong Joon-ho (Parasite) en un empate. Dos nombres que cada vez se posicionan más para llevarse el Oscar y dejan con un “tal vez” a Scorsese y Tarantino, los que más sonaban cuando estrenaron sus respectivas cintas.

    Parasite Critics Choice
    Parasite (2019)

    Asimismo, quienes parecen ir cada vez más seguros por el Oscar son Joaquin Phoenix con su distintiva versión del Joker y Renée Zellweger por su maravillosa interpretación como Judy. Otros dos que ya casi pueden saborear la última y más importante victoria de la temporada.

    Laura Dern repite como Mejor Actriz de Reparto por Marriage Story, e igualmente lo hace Brad Pitt por su desenfado papel en Once Upon a Time in Hollywood, pasando por encima de las leyendas del cine: Anthony Hopkins (The Two Popes), Al Pacino y Joe Pesci (The Irishman), Willem Dafoe (The Lighthouse) y Tom Hanks (A Beautiful Day in the Neighborhood). Quizás este sí será el año de la primera estatuilla de la Academia para Brad.

    Entre otros premios tenemos a Us como Mejor Película de Sci-Fi/Horror, Toy Story 4 es la Mejor Película Animada, Joker repite Mejor Banda Sonora Original, Dolemite is My Name como la Mejor Comedia y en la Mejor Canción Original hubo otro empate entre Rocketman (I’m Gonna Love me Again) y sorprendió Wild Rose con (Glasgow) No Place Like Home.

    Toy Story 4 (2019)

    Premios de la TV

    Por el lado de la televisión, Fleabag destronó a The Marvelous Mrs. Maisel y arrasó con las categorías de comedia, mientras que Succession de HBO sigue sumando premios como Mejor Serie Dramática del año, llevándose el galardón ante la última temporada de Game of Thrones, The Crown, Watchmen, Pose, The Good Fight, This is Us y David Makes Man.

    Regina King y Jean Smart de Watchmen, Jeremy Strong de Succession y Billy Crudup (The Morning Show) fueron las actuaciones ganadoras en el ámbito de drama. Mientras por otro lado, la directora Ava DuVernay se llevó el premio a la Mejor Serie Limitada con When They See Us por encima de la propuesta de HBO,  Chernobyl. Punto para Netflix.

    Otros puntos que se llevó Netflix fue el de la Mejor Película para TV con la secuela de una de las mejores series de la historia, El Camino: A Breaking Bad Movie, Mejor Actriz de Serie Limitada para Toni Colette (a quien recordamos de Hereditary) por Unbelievable, y la Mejor Serie Animada para el caballo más deprimente de la televisión: Bojack Horseman.

    Listos los Critics Choice, será hasta los SAG Awards el próximo 19 de enero.

    Lista de ganadores Critics Choice Awards

    Mejor Película

    1917

    Ford v Ferrari

    The Irishman

    Jojo Rabbit

    Joker

    Little Women

    Marriage Story

    Once Upon a Time…in Hollywood (Ganador)

    Parasite

    Uncut Gems

    Mejor Actor Principal

    Antonio Banderas – Dolor y gloria

    Robert De Niro – The Irishman

    Leonardo DiCaprio – Once Upon a Time… in Hollywood

    Adam Driver – Marriage Story

    Eddie Murphy – Dolemite Is My Name

    Joaquin Phoenix – Joker (Ganador) 

    Adam Sandler – Uncut Gems

    Mejor Actriz Principal

    Awkwafina – The Farewell

    Cynthia Erivo – Harriet

    Scarlett Johansson – Marriage Story

    Lupita Nyong’o – Us

    Saoirse Ronan – Little Women

    Charlize Theron – Bombshell

    Renée Zellweger – Judy (Ganador) 

    Mejor Actor de Reparto

    Willem Dafoe – The Lighthouse

    Tom Hanks – A Beautiful Day in the Neighborhood

    Anthony Hopkins – The Two Popes

    Al Pacino – The Irishman

    Joe Pesci – The Irishman

    Brad Pitt – Once Upon a Time… in Hollywood (Ganador)

    Mejor Actriz de Reparto

    Laura Dern – Marriage Story (Ganador) 

    Scarlett Johansson – Jojo Rabbit

    Jennifer Lopez – Hustlers

    Florence Pugh – Little Women

    Margot Robbie – Bombshell

    Zhao Shuzhen – The Farewell

    Mejor Director

    Noah Baumbach – Marriage Story

    Greta Gerwig – Little Women

    Bong Joon Ho – Parasite (Ganador) 

    Sam Mendes – 1917 (Ganador)

    Josh Safdie and Benny Safdie – Uncut Gems

    Martin Scorsese – The Irishman

    Quentin Tarantino – Once Upon a Time… in Hollywood

    Mejor Guion Original

    Noah Baumbach – Marriage Story

    Rian Johnson – Knives Out

    Bong Joon Ho and Han Jin Won – Parasite

    Quentin Tarantino – Once Upon a Time… in Hollywood (Ganador) 

    Lulu Wang – The Farewell

    Mejor Guion Adaptado

    Greta Gerwig – Little Women (Ganador) 

    Noah Harpster and Micah Fitzerman-Blue – A Beautiful Day in the Neighborhood

    Anthony McCarten – The Two Popes

    Todd Phillips & Scott Silver – Joker

    Taika Waititi – Jojo Rabbit

    Steven Zaillian – The Irishman

    Mejor Cinematografía

    Jarin Blaschke – The Lighthouse

    Roger Deakins – 1917 (Ganador) 

    Phedon Papamichael – Ford v Ferrari

    Rodrigo Prieto – The Irishman

    Robert Richardson – Once Upon a Time…in Hollywood

    Lawrence Sher – Joker

    Mejor Diseño de Producción

    Mark Friedberg, Kris Moran – Joker

    Dennis Gassner, Lee Sandales – 1917

    Jess Gonchor, Claire Kaufman – Little Women

    Lee Ha Jun – Parasite

    Barbara Ling, Nancy Haigh – Once Upon a Time… in Hollywood (Ganador) 

    Bob Shaw, Regina Graves – The Irishman

    Donal Woods, Gina Cromwell – Downton Abbey

    Mejor Edición

    Ronald Bronstein, Benny Safdie – Uncut Gems

    Andrew Buckland, Michael McCusker – Ford v Ferrari

    Yang Jinmo – Parasite

    Fred Raskin – Once Upon a Time… in Hollywood

    Thelma Schoonmaker – The Irishman

    Lee Smith – 1917 (Ganador) 

    Mejor Diseño de Vestuario

    Ruth E. Carter – Dolemite Is My Name (Ganador)

    Julian Day – Rocketman

    Jacqueline Durran – Little Women

    Arianne Phillips – Once Upon a Time… in Hollywood

    Sandy Powell, Christopher Peterson – The Irishman

    Anna Robbins – Downton Abbey

    Mejor Maquillaje

    Bombshell

    Dolemite Is My Name (Ganador)

    The Irishman

    Joker

    Judy

    Once Upon a Time… in Hollywood

    Rocketman

    Mejores Efectos Visuales

    1917

    Ad Astra

    The Aeronauts

    Avengers: Endgame (Ganador) 

    Ford v Ferrari

    The Irishman

    The Lion King

    Mejor Película Animada

    Abominable

    Frozen II

    How to Train Your Dragon: The Hidden World

    I Lost My Body

    Missing Link

    Toy Story 4 (Ganador) 

    Mejor Película de Acción

    1917

    Avengers: Endgame (Ganador) 

    Ford v Ferrari

    John Wick: Chapter 3 – Parabellum

    Spider-Man: Lejos de casa

    Mejor Elenco

    Bombshell

    The Irishman (Ganador) 

    Knives Out

    Little Women

    Marriage Story

    Once Upon a Time… in Hollywood

    Parasite

    Mejor Película de Ciencia Ficción o Terror

    Ad Astra

    Avengers: Endgame (Ganador) 

    Midsommar

    Us

    Mejor Película Extranjera

    Atlantics

    Les Misérables

    Dolor y gloria

    Parasite (Ganador) 

    Portrait of a Lady on Fire

    Mejor Película de Comedia

    Booksmart

    Dolemite Is My Name (Ganador) 

    The Farewell

    Jojo Rabbit

    Knives Out

     

    Series 

    Mejor Serie de Comedia

    Barry

    Fleabag (Ganador) 

    The Marvelous Mrs. Maisel

    Mom

    One Day at a Time

    PEN15

    Schitt’s Creek

    Mejor Serie de Drama

    The Crown

    David Makes Man

    Game of Thrones

    The Good Fight

    Pose

    Succession (Ganador)

    This Is Us

    Watchmen

    Mejor Actriz de Reparto en Serie de Comedia

    Alex Borstein, The Marvelous Mrs. Maisel (Ganador) 

    D’Arcy Carden, The Good Place

    Sian Clifford, Fleabag

    Betty Gilpin, GLOW

    Rita Moreno, One Day at a Time

    Annie Murphy, Schitt’s Creek

    Molly Shannon, The Other Two

    Mejor Actor de Reparto en Serie de Comedia

    Andre Braugher, Brooklyn Nine-Nine

    Anthony Carrigan, Barry

    William Jackson Harper, The Good Place

    Daniel Levy, Schitt’s Creek

    Nico Santos, Superstore

    Andrew Scott, Fleabag (Ganador) 

    Henry Winkler, Barry

    Mejor Actriz de Reparto en Serie de Drama

    Helena Bonham Carter, The Crown

    Gwendoline Christie, Game of Thrones

    Laura Dern, Big Little Lies

    Audra McDonald, The Good Fight

    Jean Smart, Watchmen (Ganador) 

    Meryl Streep, Big Little Lies

    Susan Kelechi Watson, This Is Us

    Mejor Actor de Reparto en Serie de Drama

    Asante Blackk, This Is Us

    Billy Crudup, The Morning Show (Ganador) 

    Asia Kate Dillon, Billions

    Peter Dinklage, Game of Thrones

    Justin Hartley, This Is Us

    Delroy Lindo, The Good Fight

    Tim Blake Nelson, Watchmen

    Mejor Actor en Serie de Drama

    Sterling K. Brown, This Is Us

    Mike Colter, Evil

    Paul Giamatti, Billions

    Kit Harington, Game of Thrones

    Freddie Highmore – The Good Doctor

    Tobias Menzies, The Crown

    Billy Porter, Pose

    Jeremy Strong, Succession  (Ganador) 

    Mejor Actriz en Serie de Drama

    Christine Baranski – The Good Fight

    Olivia Colman – The Crown

    Jodie Comer – Killing Eve

    Nicole Kidman – Big Little Lies

    Regina King – Watchmen (Ganador)

    Mj Rodriguez – Pose

    Sarah Snook – Succession

    Zendaya – Euphoria

    Mejor miniserie

    Catch-22

    Chernobyl

    Fosse/Verdon

    The Loudest Voice

    Unbelievable

    When They See Us (Ganador) 

    Years and Years

    Mejor Actriz en Serie de Comedia

    Christina Applegate, Dead to Me

    Alison Brie, GLOW

    Rachel Brosnahan, The Marvelous Mrs. Maisel

    Kirsten Dunst – On Becoming a God in Central Florida

    Julia Louis-Dreyfus – Veep

    Catherine O’Hara – Schitt’s Creek

    Phoebe Waller-Bridge –  Fleabag  (Ganador) 

    Mejor Actor en Serie de Comedia

    Ted Danson, The Good Place

    Walton Goggins, The Unicorn

    Bill Hader, Barry (Ganador) 

    Eugene Levy, Schitt’s Creek

    Paul Rudd, Living with Yourself

    Bashir Salahuddin, Sherman’s Showcase

    Ramy Youssef, Ramy

    Mejor Talk Show

    Desus & Mero

    Full Frontal with Samantha Bee

    The Kelly Clarkson Show

    Last Week Tonight with John Oliver

    The Late Late Show with James Corden (Ganador)

    Late Night with Seth Meyers (Ganador) 

    Mejor Especial de Comedia

    Amy Schumer: Growing

    Jenny Slate: Stage Fright

    Ramy Youssef: Feelings

    Seth Meyers: Lobby Baby

    Trevor Noah: Son of Patricia

    Wanda Sykes: Not Normal

  • Mad Men, primera temporada: En realidad estos hombres sí están locos

    Mad Men, primera temporada: En realidad estos hombres sí están locos

    Desde hace un par de años soy una consumidora activa de series de televisión. Me rehusé a ello por mucho tiempo porque no quería “sentirme presionada” por ver episodios y temporadas en tiempos específicos, salvo excepciones (como Game of Thrones) pero en vista de que la pantalla chica está en su mejor momento no pude resistir más. Hoy veo más series de las que puedo y veo menos de las que quisiera pero me las he arreglado para ver lo más reciente y ponerme al día con aquellas que me perdí cuando estuvieron al aire. Primero fue Downton Abbey, después fue el turno de The Office y ahora me corresponde ver Mad Men.

    De la serie original de la cadena de AMC sabía poco: está ambientada en Nueva York de los años sesenta, específicamente en el mundo de la publicidad y su protagonista es Jon Hamm. Información suficiente para despertar mi interés. Sin embargo, su título me hacía pensar que Mad Men era un vistazo de hombres, bueno, dementes. La realidad es que su nombre ejerce doble referencia aunque al final es un mismo sentido.

    ¿De qué trata Mad Men?

    En los años sesenta, los hombres que trabajaban en el sector publicitario en la Avenida Madison de Nueva York adoptaron el apodo «Mad Men». «Mad» hace referencia al nombre de la avenida pero su traducción literal es «hombres locos«. Y, de hecho, lo están. Mad Men gira en torno a un grupo de hombres locos por el dinero, por el trabajo, por las mujeres, por el alcohol.

    Aunque esta primera temporada se centra en todo el reparto principal de forma equilibrada, el personaje de Don Draper está en la cúspide de la pirámide. El refleja mucho de lo que la serie quiere contar: un antihéroe que se ajusta a la época y el lugar donde se desarrolla el relato.

    La primera temporada fija las bases

    La serie comenzó a emitirse en 2007, hoy, a casi catorce años de su estreno debo decir que ha envejecido muy bien. Su episodio piloto es atípico: está más inclinado a parecer un episodio en medio de temporada que el primero de la serie. Ubica a los personajes en su hábitat natural; manteniendo conversaciones orgánicas y experimentando situaciones del día a día que, paulatinamente, van dibujando la personalidad de cada personaje. Personajes que brillan en momentos de sutileza, otros sin ella, pero todo es gracias a un guión cargado de habilidad e ingenio absoluto.

    Me gusta que esa ambigüedad del primer episodio se extienda a lo largo de toda la temporada. No están presionando ninguna narrativa de quienes son los malos y quienes son los buenos. O dicho mejor, quienes son las víctimas y quienes son los victimarios. La primera temporada de Mad Men es un vistazo general de los temas y problemas que marcaron aquella época. Los privilegios de los hombres blancos, ricos y heterosexuales y las limitaciones de las minorías (mujeres, afrodescendientes, etc). Y resulta creíble porque los personajes están desarrollados de manera tridimensional, con virtudes y defectos. Defectos que muchas veces están intrínsecamente relacionados a la misoginia, el sexismo y el abuso de poder. A veces es aburrida porque la vida es a veces aburrida también, pero al mismo tiempo está cargada de momentos apabullantes.

    Un guión que busca autenticidad

    Es interesante observar como, al igual que hacían series como Downton Abbey, Mad Men también fusiona la ficción con hechos reales. Por ejemplo, la elección que enfrenta a Nixon contra Kennedy, predomina en muchos episodios. Pero la serie brilla aun más cuando salta de cabeza a temas que reflejan el clima social de la época y cada personaje es un reflejo de los temas que aborda la historia. Esto genera algunas secuencias intencionalmente irritantes, y ningún personaje es del todo agradable. El sexismo abunda, a la vanguardia de tantas escenas, pero siempre se muestra con un ojo crítico. Expone el tema porque existió (y existe) en la sociedad pero es capaz de retratar las dos caras de la moneda.

    Como mencioné no todo es blanco y negro. Todos son víctimas y victimarios hasta cierto punto. El programa ilustra las presiones que ejerce la sociedad sobre los hombres. Por ejemplo, Peter Campbell, el subordinado de Don, no puede hacer todo lo que se le exige por ser hombre: casarse, comprar una casa, tener un bebé. No quiere nada de eso pero termina haciéndolo porque siente que es su deber. La otra cara de la moneda muestra a Don Draper engañando a su esposa una y otra vez, básicamente porque quiere y porque puede.

    Sin embargo, personalmente me quedé prendada por los personajes femeninos. Tan diferentes entre sí pero con mucho que aportar para enriquecer la historia. Por un lado está Betty Draper, esposa de Don, se siente completamente sola como la mayoría de las amas de casa en ese momento; ella es consciente de los límites de su posición, pero está completamente atrapada en las creencias de que una esposa perfecta es una ama de casa perfecta. Peggy Olsen es una joven secretaria, dirigida a utilizar solamente su inteligencia para demostrar su valía equivalente a sus colegas masculinos. Y Joan Halloway, jefe de las secretarias, muy consciente de las limitaciones de ser mujer en un mundo dominado por hombres. Aún así, sabe cómo navegar a través de su lugar de trabajo y sabe lo que se requiere para mantener su posición. Pero ella mantiene su dignidad y profesionalismo.

    A veces, el comportamiento de aquellos en Sterling Cooper marca la línea entre buen gusto y lo incomodo, pero siempre es con intención. Esa incomodidad se extiende a través de las situaciones de muchos personajes. La serie hace un gran trabajo al mostrar el vacío en la vida de los personajes. Aunque están rodeadas de dinero, todavía tienen problemas. Por ejemplo, muchos matrimonios están al borde del divorcio. La vida laboral y el culto a al patriarcado son mostrados con sus ventajas y desventajas. Pero a su vez se muestran como dos mundos totalmente separados.

    Una producción de primer nivel

    Aunque la serie tiene una fotografía granulada probablemente porque se estrenó hace casi catorce años, está características colabora con un diseño de producción y vestuario impecable que nos adentra en la tumultuosa década de los sesenta. La banda sonora es la guinda del pastel pues evoca a las baladas de la época y al rock and roll en más de una ocasión. Todos y cada uno de los actores deslumbran con sus trabajos finamente bordados con gestos o tonos de voz que caracterizaron los trabajos de muchos actores de la época.

    La primera temporada de Mad Men es profundamente introspectiva, y pasa mucho tiempo mirando hacia al pasado. Recibimos una serie de flashbacks de la vida de Don antes de que Don Draper lo conozcamos, y somos testigos de cómo se abre pocas veces a muy pocas personas. Pero estos son los momentos que hacen Mad Men. La serie permite que la emoción hierva a fuego lento y luego explota cuando sea el momento perfecto.

    Mad Men está disponible en Netflix.

  • Crítica: Tercera temporada de The Crown, el reinado se fortalece

    Crítica: Tercera temporada de The Crown, el reinado se fortalece

    Para muchos líderes, pueblos… y series de televisión, en la debilidad está la fuerza; y esa es precisamente la forma en que puedo describir la tercera temporada de The Crown. El reinado de Isabel II se fortalece haciendo frente a nuevos obstáculos, la mismísima Reina hace cara a diferentes retos personales y familiares. En paralelo la serie sufre uno de los cambios más radicales: introducir un nuevo elenco sin echar de menos a los protagonistas salientes.

    Y a pesar de esos nuevos actores, la tercera temporada de The Crown es tan atractiva y compleja como las entregas anteriores. Continúa abordando la vida y los tiempos de Isabel II y la historia de Inglaterra durante el siglo pasado a través de la perspectiva de la familia real.

    Tercera temporada de The Crown se consolida

    Hace unos meses, cuando escribí sobre A Hard Day’s Night (la película de los Beatles) comentaba como la banda de rock and roll británica fue lo mejor que sucedió en la década de 1960 y la familia Windsor probablemente me de la razón. Esta década no fue un momento de tranquilidad y comodidad para la familia real británica, y aunque obviamente han soportado cosas peores antes (y después) los sucesos de esos diez años significó un enorme peso para la Reina y sus parientes cercanos.

    Las dos temporadas anteriores de la serie de Peter Morgan profundizaron a través de las relaciones privadas entre la reina Isabel II (Claire Foy) y el príncipe Felipe (Matt Smith), y la princesa Margarita (Vanessa Kirby) y Antony Armstrong-Jones (Matthew Goode). El reto para Morgan en la creación de la tercera temporada de The Crown ha sido continuar indagando en esas tumultuosas relaciones, introducir nuevos rostros y conflictos; todo esto de una forma bastante orgánica. Y lo consigue.

    La serie mantiene una de las razones por las que ha sido tan exitoso: funcionar como una crónica del reinado de la Reina Isabel y del último siglo del Reino Unido en general, sin perder el grado correcto de entretenimiento necesario para capturar el interés.

    La historia de The Crown y el diseño impecable de producción son sus armas secretas. Pero una vez más, hay que destacar el elenco. Decir adiós a un grupo de actores glorioso como el que conformaban Claire Foy (Unsane), Matt Smith (Star Wars: The Rise of Skywalker), Vanessa Kirby (Hobbs & Shaw) y Matthew Goode (A Discovery of Witches; Downton Abbey) era una tarea complicada pero contar con un relevo conformado por Olivia Colman (La Favorita), Tobias Menzies (Game of Thrones), Helena Bonham Carter (Harry Potter) y Ben Daniels (House of Cards) facilitó el proceso.

    Menzies interpreta al Príncipe Felipe con la misma arrogancia y carisma que caracterizó el trabajo de Smith. Bonham Carter demuestra que nació para interpretar a la princesa Margarita, específicamente en su racha más agridulce. Ben Daniels mantiene ese tono misterioso y descarado que impregnó Goode a Lord Snowden. Pero afortunadamente, si hay alguien a la altura de la tarea de relevar a Foy como Isabel, es Olivia Colman. Como Elizabeth, continúa justificando la aclamación que ha recibido en los últimos años, dando vida a la monarca con una mezcla de reserva de acero y perpetua pesadumbre. Aunque ni Colman ni el resto de los actores busca calcar el trabajo de los actores, sí que consiguen capturar los tonos de voz y ademanes. Incluso, a pesar de las diferencias físicas, no es tan complicado imaginar que en efecto, Olivia y compañía son las versiones más maduras de sus colegas.

    Además, esta temporada introdujo al elenco protagonistas personajes que desempeñarán roles imprescindibles en las temporadas venideras, tal es el caso de la Princesa Ana y el Príncipe Carlos. Erin Doherty y Josh O’Connor dan vida a los hermanos respectivamente. Mientras Doherty dota de una personalidad de acero a la hija Isabel y Felipe, O’Connor es la revelación; el actor impregna de vulnerabilidad, inocencia e incluso humor a una versión digna de empatía del heredero del trono.

    Historia, veracidad… Y mucho drama

    Esta temporada significa la primera transición de la serie y la producción consigue salir airosa de la hazaña. Aunque hay nuevos conflictos a la orden del día, también hay una continuidad con sucesos anteriores. Por ejemplo, los conflictos dentro del matrimonio con Margarita y Snowdon, aupados por la infidelidad de él, desatando la infelicidad de ella (dos factores que se intuían en la temporada pasada); el reto del Príncipe Carlos para encajar entre las masas como futuro heredero del Trono y la fricción entre él y su madre bajo la tarea de heredar un trabajo que no desea; el Príncipe Felipe afronta la crisis de la mediana edad; mientras que la Reina hace un examen de conciencia sobre su reinado y si le ha brindado a Reino Unido lo que este merece.

    Tal como esto sucedió en las temporadas pasadas, los hechos verídicos son la excusa para excavar en la vida de los Windsor. Los prejuicios de la Reina ante su Primer Ministro de izquierda, Harold Wilson, quien presidió la implementación de políticas progresivas que son comunes en la actualidad; como la despenalización de la homosexualidad, el aborto legalizado y el permiso de las mujeres para trabajar en la política. Además, introdujeron la Ley de relaciones raciales y la Ley de igualdad salarial. La relación entre ambos culminó en una amistad hasta la muerte de este (tal como aconteció con Churchill). El intento de golpe de estado por parte de Cecil King, director del Banco de Inglaterra, y Lord Mountbatten (interpretado magistralmente por Charles Dance).

    La visita de Margarita al presidente Lyndon B. Johnson, que sirvió para recibir un rescate económico £ 800 millones; y que desató celos y viejas riñas entre las hermanas. El deceso del Duque Eduardo, y la sustitución de Carlos como el miembro de su familia desterrado por amar a la mujer incorrecta. Y el desastre de Aberfan que se cobró la vida de 28 adultos y 116 niños y afianzó las diferencias de clases en el Reino Unido que desató protestas, y acabó con un documental infame sobre la familia Real, Royal Family, donde los Windsor trataban de humanizarse ante su pueblo pero acabó recibiendo duras críticas y un lugar impenetrable dentro de la bóveda del Buckingham Palace.

    Precisamente lo que sentenció aquel documental es lo que hace grande The Crown: el poder contar hechos reales pero a través de un lente sobrio, aunque muy dramático y sobre todo muy british que ha sabido capturar su público de nicho y televidentes curiosos que buscan entretenimiento de calidad.

    La cuarta temporada apunto a que se centrará en los años finales de los setenta e inicios de los ochenta, introducirá dos personajes muy esperados, Margaret Thatcher y Diana Spencer y los dramas que sumaron a la historia británica.

    • La tercera temporada de The Crown está disponible en Netflix.
  • Crítica: A Discovery of Witches – Los vampiros siguen de moda

    Crítica: A Discovery of Witches – Los vampiros siguen de moda

    Parece que fue ayer cuando Crepúsculo era la película de moda; la saga en la que se basaba, Twilight, era la más vendida; mientras que True Blood y The Vampire Diaries eran las series del momento. Pero en realidad han pasado diez años de todos estos acontecimientos. Y aunque ya no hay más secuelas del romance de Edward y Bella o el público vio el final del triángulo amoroso entre Elena Gilbert y los hermanos Salvatore; es un hecho que los vampiros siguen de moda. No tengo dudas de ello, pero si pruebas que se resumen en un título: A Discovery of Witches.

    La serie está basada en la trilogía homónima escrita por Deborah Harkness. Se estrenó en 2018 en Estados Unidos a través de la cadena Sky pero al resto del mundo arribó este año en diversas plataformas. En mi país está disponible en Directv Play. Si me apresuran, puedo decir que es una combinación llamativa entre Outlander y sí, Twilight. Es una pequeña joya oculta, que tiene un impresionante 100% en Rotten Tomatoes; un porcentaje más alto que las series del año: Euphoria o Chernobyl. Si aún no le has dado la oportunidad, aquí platico más de ella.

    ¿De qué trata A Discovery of Witches?

    Durante siglos, el poder de las criaturas sobrenaturales ha ido disminuyendo. Hasta que la historiadora y bruja Diana Bishop (Teresa Palmer) descubre un manuscrito desaparecido; convirtiéndose en una pieza clave entre su propio mundo y el de los vampiros y demonios también.

    El enigmático vampiro Matthew Clairmont (Matthew Goode) cree que «El libro de la vida«, el manuscrito descubierto por Diana, contiene información sobre el origen de su especie. Pero todo se complica cuando ambos se sienten atraídos el uno por el otro.

    Matthew y Diana deberán enfrentar las consecuencias de su amor ante la Congregación un movimiento precedido por brujos, vampiros y demonios que prohíbe las relaciones entre especies; mientras que huyen de un escuadrón de villanos obsesionados con los extraordinarios poderes de Diana.

    Una historia lógica

    Cuando mencionamos romance y vampiro en una misma frase, nada parece tener lógica. ¿Un señor de 500 años atraído por una mujer de 30? Puede parecer absurdo pero en este caso la típica relación vampiro/mortal cobra sentido: Diana no siente atracción hacia Matthew porque es un vampiro, ella sabe que los de su especie existen, su atracción alimenta su interés como historiadora, está ante un hombre que ha vivido todo lo que ella ha leído en libros. Mientras que Matthew encuentra en Diana una bruja que posee todos los poderes que él creía extintos. Su conexión se basa en el conocimiento y lo que realmente son para el otro; no en la obsesión sexual o física como en otros cuentos románticos de vampiros.

    Es de hecho esa valoración del conocimiento y la educación lo que impulsa A Discovery of Witches casi tanto como la historia de amor. Los seres sobrenaturales que tienen relevancia en la historia -incluidos Diana y Matthew- están motivados casi todo el tiempo por encontrar «El libro de la vida» y las respuestas que pueda ofrecer.

    Peter Knox (Owen Teale), un viejo brujo, cree que el libro contiene los primeros hechizos que crearon vampiros y demonios; quiere el libro para poder destruir estas especies. La demonio Agatha Wilson (Tanya Moodie) espera que el libro tenga respuestas para ayudar a salvar a su especie, que muere a causa de enfermedades mentales como el suicidio. Matthew también quiere el libro con la esperanza de entender por qué los vampiros están teniendo dificultades para atraer nuevos miembros. Es que incluso los primeros episodios de la serie están ambientados en la Universidad de Oxford.

    Una producción impecable

    Además del campus de Oxford, A Discovery of Witches también está ambientada en Venecia, Francia y el condado de Madison, Nueva York. La naturaleza erudita de este mundo sobrenatural abunda en bibliotecas y calles medievales que sirven como telón para muchas de las escenas de acción.

    Las ubicaciones son hermosas en el exterior, con planos cinematográficos que capturan el encanto de cada uno de estos lugares. Pero en las escenas de interior, el diseño de producción es igual de impecable; extensas bibliotecas de volúmenes viejos, tonos cálidos de madera, torres y paredes rocosas; todo colisiona muy bien para crear la ambientación de la historia.

    La serie también se luce al proponer diversidad entre los personajes -y reparto- con personajes como Agatha “la primera mujer de color que se sienta en la mesa de la Congregación” y la tía política de Diana, Emily (Valarie Pettiford), ambas aportan fuerza y ​​gracia a la pantalla. Los protagonistas, Teresa Palmer y Matthew Goode, también son un acierto para dar vida a Diana y Matthew respectivamente; ella representa el miedo hacia su propio mundo pero también hace creíble la entereza con que lo enfrenta, y el aporta el estirpe del hombre comedido y de época, característico del actor que también ha brillado en otras ficciones como Downton Abbey y The Crown.

    Entretenimiento con clase

    A Discovery of Witches es un trabajo de ficción magnífico, incluso si la idea de un romance de terror gótico entre una bruja historiadora y un vampiro biólogo no te atrapa.

    Si eres más fanático de la acción también tiene su buena dosis gracias al maquiavélicos vampiro Gerbert D’Aurillac (Trevor Eve), un villano de nivel Lestat, y responsable de algunos de los momentos más inquietantes del espectáculo; y la bruja finlandesa Satu Järvinen (Malin Buska) parece llevar sus poderes al extremo oscuro del espectro.

    A Discovery of Witches se trata de descubrir poderes ocultos y los secretos familiares que los unen. Es una historia sobre autodescubrimiento y autoempoderamiento, y centra firmemente la mirada femenina y el placer femenino en todo momento.

    Desde su audaz escritura y su exuberante cinematografía hasta su valor de producción, A Discovery of Witches es una sólida entrega del género de terror gótico. Me hubiera gustado que fuera un poco más aterrador, después de todo es una mezcla de vampiros, brujas y demonios. Ahora solo queda esperar por una segunda entrega, que está en camino.

  • The Big Bang Theory, la última gran sitcom

    The Big Bang Theory, la última gran sitcom

    No hay (o hubo) otro programa en la televisión norteamericana más visto que The Big Bang Theory, literalmente. Para tener una idea, en 2016, Big Bang superó a todos los demás programas de televisión en la parrilla estadounidense, con casi 20 millones de espectadores sintonizando para ver las travesuras de Sheldon y compañía. Este fenómeno se extendió por América Latina y Europa, acumulando doce temporadas (siendo uno de los shows populares más longevos en la actualidad, en compañía de Grey’s Anatomy y Supernatural), pero como todo lo bueno llega a su fin, nos ha tocado decirle “adiós a los geeks más queridos de la televisión. A pesar de los tropiezos, The Big Bang Thoery se marcha como la última gran sitcom pero ¿cómo llegó a ostentar este título?

    A pesar de que la comedia de CBS es una maravilla -aunque no perfecta- como suele suceder con cualquier programa que alcance tal popularidad, también ha sido vilipendiada. Se le ha acusado de ser popular por ser insípida, de ridiculizar a los frikis y otros tantos cuentos. Lo cierto es que The Big Bang Theory fue una comedia innata, que aprovechó cada recurso para brindar carcajadas a los televidentes y lo consiguió; todo a través del formato multicamaras (normalmente filmadas con una audiencia de estudio en vivo) que, con el final de la serie, podemos dar por muerto.

    The Big Bang Theory, la última sobreviviente multicam

    The Big Bang Theory fue el último gran exponente del formato que nos brindó Friends, Seinfeld, Everybody Loves Raymond y otras comedias legendarias. La tendencia en estos días es comedias de una sola cámara, sin risas (filmadas más como películas, sin audiencias en vivo como The Unbreakable Kimmy Schmidt, The Good Place o la última creación de Lorre, The Kominsky Method. Incluso la precuela de Big Bang, Young Sheldon, tampoco ha recurrido al formato de una sola cámara.

    El problema es que a la gente le gustan las comedias multicámaras. Son reconfortantes y familiar; es un género íntimo y crea la ilusión de que no hay nada entre el espectador y los personajes. Es cierto que hay otras comedias bajo este estilo, pero son más pequeñas y, cada vez menores en cantidad.

    Una oda a los marginados

    Sin embargo, el hecho de ser probablemente la última comedia con audiencia en vivo, no es la única razón por la que The Big Bang Theory se convirtió en la mejor sitcom de los últimos años. El simple hecho de ser una carta de amor a los geek, es ya una proeza. Porque sí, no hay que restarle mérito a la razón de su creación; TBBT significó tanto el nacimiento como el producto del auge de la cultura geek de finales de la década de 2000 que comenzó con Iron Man, The Dark Knight y el reboot de las películas de Star Trek y ahora es el dominante de todo el entretenimiento masivo.

    Aunque al comienzo se acusó a la serie de CBS de ridiculizar a los nerds, en realidad reivindicó a un sector del público que fue marginado durante años a pesar de cargar la cultura pop en sus hombros. Porque la vara entre éxito y fenómeno que separó cintas como Star Wars, E.T. o Ghostbusters del resto la mantuvieron en alto los geeks, esos que no se limitaban con ir a ver la película, sino que no descansaban hasta adquirir cada producto de la mercadotecnia. Con el renacimiento de las películas previamente mencionadas, los geeks salieron a la luz y The Big Bang Theory aprovechó el momento, no para retratarlos como meros fanboys o para cumplir esterotipos, sino para crear personajes tridimensionales a partir de ello.

    Se tomó el tiempo de ayudar a madurar a los personajes

    Para ser una comedia de situación, los personajes de Big Bang cambiaron y evolucionaron más que muchos personajes dentro de los dramas actuales (bueno, excepto Raj).

    Howard es el mejor ejemplo. Cuando lo conocimos, Simon Helberg interpretaba a una especie de adolescente cachondo en el cuerpo de un hombre. Pero temporadas más tardes, Howard maduró, estableció una relación con Bernadette, superó sus miedos para ir al espacio y posteriormente cumplió su sueño de ser astronauta, y sobrellevó la muerte de su mamá. En resumen, ha hecho lo que todos hacemos: crecer. Al igual que Penny, que pasó de ser la vecina de al lado a una mujer profesional que dejó atrás sus sueños de ser actriz.

    Aprendió a construir personajes femeninos

    Las primeras temporadas de The Big Bang Theory dieron tela que cortar. El único personaje femenino, Penny, era el estereotipo de la típica rubia tonta que no falta en todas las comedias estadounidenses. Se le acusó de machista y, honestamente no pienso argumentar nada al respecto.

    Lo que si pienso destacar es el hecho de que los escritores además de darle un crecimiento digno a Penny, tuvieron la habilidad de construir dos personajes femeninos que repudian completamente el canon de las mujeres en las comedias.

    Ninguna otra comedia (o serie en general) nos ha dado dos personajes como la microbióloga Dra. Bernadette Rostenkowski y la neurobióloga Dra. Amy Farrah Fowler, dos personajes que si bien fueron introducidas como intereses amorosos de Howard y Sheldon respectivamente, consiguieron un desarrollo propio centrado en sus vidas profesionales logradas en un estilo tradicionalmente masculino. Para un espectáculo que comenzó con cuatro nerds que salivaban al ver a la chica de al lado, es una visibilidad bastante impresionante.

    Y a pesar de todo, un final agridulce

    Es difícil despedir un programa que duró al aire más de una década, que se convirtió en un fenómeno sobre y para frikis y que es la última prueba de un formato televisivo que nos dio tantas alegrías y que hoy ya está (prácticamente) muerto; sin embargo, es aún más difícil cuando el final no está a la altura del resto.

    The Big Bang Theory fue una serie que se metió en la arena en más de una ocasión cuando no tenía porque hacerlo. No se conformó con ser una sitcom inofensiva sino que se atrevió a tocar temas como la incapacidad de Bernadette de sentir afecto por su segundo hijo tras dar a luz -un tema que incluso en la vida real resulta escabroso- o de ilustrar de una manera sobria la muerte de la mamá de Howard, dejando que por primera vez Sheldon sacara a relucir su lado humano. Pero en la última temporada parece que volverá a hacerlo, esta vez, con el tema de que Penny decide no tener hijos porque no quiere y porque no los necesita para sentirse realizada. Una afirmación que en la vida real es más común que en la ficción donde las mujeres recurren a la maternidad para sentirse “plenas”. Lo cierto es que al final, nos preguntamos de que sirvió abrir este arco cuando después de todo… ¡Sí! Penny termina la serie embarazada porque no hay final feliz sin un feto en el vientre de alguna de las protagonistas (¿verdad, Downton Abbey?)

    Pero no todo resultó mal en el cierre de la serie. Sheldon y Amy finalmente consiguieron su premio Nobel y gracias a ello, Sheldon Cooper experimentó un punto de quiebre en su vida que lo llevó a darse cuenta que si llegó tan lejos no fue gracias únicamente a su inteligencia sino también a su familia biológica (que brilló por su ausencia esta temporada) y a la que eligió: sus amigos. The Big Bang Theory completó el ciclo. Una historia sobre la ciencia y la amistad acabó reivindicando el poder de ambas.

    Puede que te haya gustado o no pero hay que reconocer que The Big Bang Theory se despide como una serie y un punto y aparte en la comedia.

  • Game of Thrones T1: Vidas marcadas por el honor y ambición

    Game of Thrones T1: Vidas marcadas por el honor y ambición

    Durante siete años, para todos sus seguidores, fue la mejor serie transmitida en lo que va de siglo. Su récord como la serie con más Premios Emmy de todos los tiempos lo confirma. Pero su octava y última temporada fue el banderín que dividió a los espectadores en dos grupos: la amas o la odias. Personalmente me encuentro en el primer bando y defenderé mi postura eternamente. Es por ello que he pensado en hacer un revisionado de Game of Thrones acompañado de un análisis por temporada. No es fácil hacer algo así, al menos no para mi -he tratado de seguir la pista a otras series como Downton Abbey– pero Juegos de Tronos es un producto más complejo, con más personajes y por lo tanto más líneas narrativas.

    Entonces he pensado, mientras veía la serie, que la mejor manera de analizar cada temporada es, de hecho, analizando los personajes que mueren que por alguna (truculenta) razón valen como desencadenantes de los principales acontecimientos.

    Game of Thrones T1: Honor y ambición igual a perdición

    En general Juego de Tronos, ya como su título deja ver, es un juego (bastante despiadado) en el que muchos (extrañamente los que actúan de villanos) desean apoderarse del Trono de Hierro y gobernar los Siete Reinos. En este juego de poder no se trata de ser bueno o malo, importa la astucia.

    En la primera temporada son el honor y la ambición los protagonistas. Tenemos un Lord Baeilish con una coartada perfecta que hunde en el lodo a Ned Stark. Cersei Lannister una mujer que no se conforma con las migajas y quiere literalmente todo para ella. Joffrey, un niño malcriado jugando a ser Rey. Ned Stark quien persigue el equilibrio de los Siete Reinos. Robert Baratheon, actual Rey. Viserys Targaryen, heredero por nacimiento del Trono hasta su exilio quien anhela recuperar lo que le pertenece. Todos y cada uno de estos personajes tienen motivaciones. Pero a algunos le faltó astucia. Ned, Robert y Viserys son los primeros caídos y vamos a analizar como el honor (Ned y Robert) y la ambición (Robert y Viserys) surtieron el mismo efecto en esta ocasión: la muerte.

    Ned Stark, su honor y misericordia fueron su fin

    Un gran padre y un político terrible, Eddard Stark es el jefe de la familia Stark, una de las principales familias nobles de la historia. Es el esposo de Catelyn Stark y padre de Robb, Sansa, Arya, Bran, Rickon y Jon Snow. Fue criado por Jon Arryn (el difunto esposo de Lysa, la hermana de Catelyn) y creció con Robert Baratheon, su mejor amigo. Se convierte en Mano del Rey para Robert, y es cuando descubre el crimen de Cersei y Jaime Lannister (ambos hermanos son amantes); es ejecutado por el Rey Joffrey.

    Eddard Stark es el tipo de padre perfecto: es amable con sus hijos (incluido su hijo ilegítimo, Jon Snow, y su pupilo, Theon Greyjoy). Trata de enseñarles pacientemente cuando están confundidos o necesitan aprender algo, como ese momento en el que Ned lleva a un Bran de diez años para que presencie la ejecución de un hombre; acto que no está bien pero desde los ideales de Ned es lo correcto, eso lo sabe incluso Bran quien cuestiona a su padre (“¿Lo haces porque sigues las viejas normas?”) pero lo desconoce Ned, un hombre recto, un hombre de honor quien siempre elegirá hacer lo correcto, así no sea lo que está bien y eso es precisamente lo que lo lleva a perder la cabeza, literalmente.

    Sí, Ned es un buen hombre: bromea con sus sirvientes, incluso los trata como iguales. Pero esa rectitud surge como un don cuando se aferra ella como Señor de Winterfell, padre y esposo pero como político es la pala con la que cava su tumba. Desafortunadamente, todas las cosas que amamos de Ned lo convierten en un político bastante horrible. Es una persona directa que generalmente dice lo que piensa, incluso si lo que piensa es que el Rey no tiene el mínimo conocimiento de lo que hace (como la pelea sobre los Targaryen). Además de eso, si hacemos un repaso, todo lo que hace Ned es porque él piensa que es correcto: Él asume la responsabilidad como Mano del Rey porque debe, no porque quiere; asume el rapto de Tyrion porque debe proteger a Catelyn; confía en Meñique porque cree es su deber (“Meñique es como un hermano” le dice Cat a Ned, ¿cómo desconfiar del hombre en el cual su esposa confía); enfrenta a Cersei sobre su relación con Jaime porque la verdad debe ser conocida por el Rey Robert.

    En adición a su inquebrantable moral, Ned es misericordioso. Lo cual está bien, por una parte, porque en un mundo de mentiras, traiciones, ambición y complots, se agradece que exista un alma bondadosa; el detalle es que, citando a Cersei: en el juego de tronos o ganas o mueres, así que al final del día poco importante tus buenas acciones si estás significan tu fin, Ned.

    Un ejemplo rotundo de su misericordia, es el hecho de estar dispuesto a perdonarle la vida a Daenerys y Viserys, teniendo en cuenta que el padre, el hermano y la hermana de Eddard fueron asesinados por los Targaryens. De hecho, es esa misericordia lo lleva a hablar con Cersei sobre sus crímenes. Él piensa que le está dando tiempo para salvar a sus hijos, de salvarse a sí misma pero en realidad, le está dando tiempo para luchar contra él. Entonces, de alguna manera, por el hecho de que Ned sea una buena persona, termina perdiendo el juego de los tronos. En pocas palabras: Eddard tiene «principios», y esto no lo lleva muy lejos en su mundo.

    Robert Baratheon, demasiado confiado para ganar el juego de tronos

    Robert Baratheon es el rey de los Siete Reinos después de que el Rey Loco fuese asesinado por Jaime Lannister, su cuñado, y los Targaryens fuesen expulsados ​​al exilio. Se crió con Eddard Stark (aunque no se han visto en años) y amó a la hermana de Eddard, Lyanna. Pero desde que Lyanna murió, a Robert se le aconsejó que se casara con Cersei Lannister, y así fue. Robert tiene dos hermanos menores, Stannis (que solo se menciona en esta temporada) y Renly. Robert pasa la mayor parte de su tiempo como rey comiendo, bebiendo, cazando y teniendo encuentros extramaritales. Y debido a eso último, tiene un número de hijos bastardos presuntamente alto. Al final, Robert es asesinado mientras cazaba ebrio (o drogado).

    Aunque se habla mucho de la grandeza de Robert en su juventud (fue un gran soldado, y bastante apuesto), en sus últimos días como Rey (lo que abarca la temporada), es un soberano incompetente que reclina la carga de trabajo en el consejo (ahora encabezado por Ned); sin embargo sentimos algo (o lástima) por Robert Baratheon. Fue un hombre que luchó por algo que creía querer pero ahora que lo posee no sabe que hacer (“Nunca estuve tan vivo como cuando gané este trono, ni tan muerto como ahora que lo he ganado”). Ahora, en parte por su apatía como Rey y su vagancia, no tiene otro remedio más que confiar en los Lannister, aliados y enemigos, a partes iguales. En el fondo Robert no tiene nada que perder, es un hombre solitario, sin propósito.

    Viserys Targaryen, incinerado por la ambición

    Parece que desde la primera vez que nos encontramos con él, Viserys Targaryen tiene en él más de su padre que de su hermano mayor, y al igual que su padre, la pregunta es ¿la locura siempre estuvo allí o la ambición lo llevó a perder el control? ¿O es un poco de ambas cosas?

    Aunque vemos mucho del lado más cruel de Viserys en los únicos cinco capítulos de Game of Thrones durante los cuales aparece, Dany en ocasiones habla de un lado más amable de su hermano. Todo lo que ella sabe de los Siete Reinos proviene de Viserys, y aunque él a menudo ha estado hablando de su derecho por nacimiento, Dany parece atesorar genuinamente los recuerdos que tiene de las historias que él le contaba. Ella menciona momentos en los que cuando era niño, él le permitía meterse en su cama por la noche para cobijarla y ser un verdadero consuelo, probablemente para ambos.

    Pero ahora, Viserys quiere recuperar el Trono que, tras el asesinato del Rey Loco, le pertenece y a su vez desea aniquilar a todos aquellos que traicionaron a su padre. Está cegado por la ambición y la sed de venganza, una combinación de por sí terrible, pero a ello hay que sumar su inexistente paciencia. Illyrio, Ser Jorah y Dany le aconsejan que sería mejor esperar en Pentos mientras el Khal Drogo los conduce a Vaes Dothrak, pero él no va a saber de él. Quizás sea su paranoia otra vez, convenciéndolo de que, a menos que vigile a Drogo, este no cumplirá su palabra. Así que no deja otra alternativa que que seguir adelante, viajar a través del mar Dothraki y llegar a su triste final.

    Una vez fue un buen hermano, ahora es la encarnación de la envidia (teme que su sobrino no nacido se convierta en un obstáculo para llegar al Trono), se deja llevar por la ambición a tal punto que es incapaz de medir sus consecuencias. Viserys es un digno Targaryen que ha sido abrazado por la paranoia y la locura y tal como le ocurrió a su padre; sus incontestables acciones cargadas de maldad lo asesinaron.

    Esta primera temporada de Juegos de Tronos sirve para sentar las bases de la historia: una especie de monopolio político dónde el factor decisivo es la astucia, opacando los valores o principios. Después de todo, este juego de tronos es un juego despiadado por el poder.

  • Crítica de ‘Bodyguard’ – Una clase magistral del buen thriller

    Crítica de ‘Bodyguard’ – Una clase magistral del buen thriller

    Si eres es un seguidor frecuente de televisión británica, si eres un fiel usuario de Netflix o si viste a Richard Madden (Juego de Tronos) ganar el Globo de Oro el pasado enero; entonces, probablemente ya has escuchado algo sobre la serie de suspenso más reciente de la mencionada plataforma de transmisión por suscripción: Bodyguard o Guardaespaldas. La ficción, se estrenó primero en Reino Unido, a través de la BBC, conquistó los números más altos en niveles de audiencia desde Downton Abbey en territorio anglosajón y Doctor Who (2008) ya ha sido catalogada como una de las series más exitosas de Inglaterra en la última década.

    Construyendo así una promoción envidiable Netflix la distribuyó al resto del mundo a finales del año pasado; y yo le di la oportunidad hace poco para comprobar si todo lo que han dicho de la serie es cierto ¿es tan buena como dicen? No, es mejor.

    Bodyguard

    ¿De qué trata Bodyguard? *Spoilers*

    El guardaespaldas (no, que NO es un rebbot o remake de la cinta de Whitney Houston) es una pieza de ficción de drama y suspenso; cargada de una buena dosis de acción y llena de la intriga y conspiración política.

    La serie sigue a David Budd (Richard Madden), un oficial de seguridad británico, veterano y militar retirado quien tras volver de la guerra trabaja para el servicio de policía londinense. Tras un suceso en un tren –donde, viajando como civil, es capaz de detener un acto terrorista- es “ascendido” para proteger a Julia Montague (Keeley Bayas), la ambiciosa y conservadora Ministro de Interior del país, cuya política está en desacuerdo con la de Budd.

    Bodyguard de Netflix ofrece una emocionante temporada, demostrando por qué es el drama más visto del Reino Unido en 2018. Richard Madden y Keeley Hawes ofrecen interpretaciones eléctricas como David Budd y Julia Montague. Su historia es mucho más que un amor prohibido, ya que el creador Jed Mercurio explora sabiamente las complejidades del trastorno de estrés postraumático de Budd y su búsqueda de la reconciliación familiar. ‘El guardaespaldas’ es una serie que definitivamente vale la pena ver pero… ¿por qué?

    Intensidad y tensión

    Si hay una palabra sola para describir la serie, es tensión. Desde su potente secuencia inicial, comparable con James Bond (y no, no exagero), las escenas de acción, el suspenso en la narrativa, la relación tensa e intensa entre Budd y Montague, o la amenaza de terror que se intensifica y se propaga dentro de Londres a lo largo de cada episodio (que son seis en total), la serie no da respiro; y todo esto lo consolida a través de una historia redonda, escrita a modo eficaz y personajes bien definidos.

    Hablando de los personajes, difuminar con eficacia los límites personales y profesionales entre Budd y Montague conduce esa tensión durante la primera mitad de la historia. Keeley Hawes brinda un trabajo excelente como Montague, una política quien en público muestra su rostro menos afable, una mujer recia y trepadora; pero que en la privacidad es capaz de mostrar su vulnerabilidad, sus miedos e inseguridades.

    Pero es sin duda Madden como Budd el dueño del espectáculo. El actor escocés domina por completo la historia y termina por desprenderse completamente de Robb Stark (de Game of Thrones) personaje por el que se hizo conocido. David Budd es un veterano de Afganistán quien lidia con el trauma post-guerra; que trata de adaptarse a la vida nuevamente. Él lucha para reconciliar sus creencias políticas, su deber, su estabilidad familiar y sus propias convicciones mientras se ve inmerso en una conspiración que sacude al país y que aparentemente solo él puede detener. Madden lleva la mayor parte de la tensión física y dramática del espectáculo, y guía a los espectadores a través de las seis horas que dura el espectáculo.

    Suspenso político y acción

    Jed Mercurio escribe una historia redonda que sabe retratar diferentes temas como el desorden post-guerra, la conspiración política, el terrorismo y la xenofobia; un puñado de tópicos que refleja el estado sociopolitico actual de Reino Unido pero que gracias al buen uso de la acción y el suspenso sabe muy bien cómo y cuándo entretener. Y hablando específicamente de Londres, hay que apuntar que la ciudad se convierte en otro personaje dentro de la trama. La fotografía –dotada de tonos pasteles y grises- captura la estética, los escenarios y la ajetreada vida en sus calles; después de todo, es Londres la verdadera víctima dentro de esta historia.

    Es por ello que además del peso dramático (el viaje emocional de Budd es desgarrador), el espectáculo está lleno de secuencias de acción muy bien manejadas, capaces de tomar desprevenidamente al espectador en un par de ocasiones. Con una secuencia inicial, una secuencia de un francotirador en la primera mitad de la temporada, un elipsis brutal que divide la historia en dos partes y conduce a esos últimos episodios que colisionan en un episodio final que no dejará indiferente a nadie; hay que apreciar la audacia con la que Bodyguard retrata el que es uno de los mejores thriller que hemos visto en años. Una perfecta mezcla entre James Bond, Misión Imposible y las mejores temporadas de Homeland.

    En conclusión, Bodyguard es una serie de suspenso imperiosamente hecha que combina la tensión, las emociones y las acciones, perfectamente acompañadas de dos trabajos interpretativos de primera.

     

  • The Crown | El retrato vulnerable de la corona inglesa

    The Crown | El retrato vulnerable de la corona inglesa

    Ha transcurrido un mes desde que se estrenó la segunda temporada de The Crown pero el tiempo es lo de menos. Cuando tenemos una serie de este calibre es preferible verla a un ritmo paulatino y degustar cada episodio de la misma forma en la que se han abocado a contar cada suceso que ha marcado la historia en cuestión. No importa la magnitud, cada hecho es retratado con tal dedicación que consigue equilibrar la importancia y el interés de los mismos durante toda la temporada.

    Cuando en 2013, The Audience, una obra de teatro sobre las audiencias que mantienen periódicamente la Reina y el Primer Ministro vigente, se presentaba en los teatros londinenses, Peter Morgan (The Queen), creador de la misma, tuvo la idea de hacer una serie sobre el reinado de Isabel II, probablemente la persona más famosa del mundo que ascendió al trono con sólo veinticinco años tras la repentina muerte de su padre y que hoy es la jefa de estado de mayor edad, tras más de sesenta años bajo la corona. Así nació The Crown, probablemente la producción más ambiciosa de Netflix (su segunda temporada costó 100 millones de dólares) con la cual busca hacer frente a los trabajos que nos tiene acostumbrados HBO o la misma cadena británica BBC.

    Su primera temporada se estrenó en 2016 y despertó estupor en la audiencia, esa misma que la adoptó como la sucesora de Downton Abbey, no sólo por retratar los hechos (y escándalos) que marcaron a Lilibeth y el resto de la familia real por allá en la década de 1950 (y años anteriores) sino por hacerlo con humanidad y vulnerabilidad, dos características que no tienen cabida en el seno de los Windsor que, como rostro de Inglaterra, han buscado proyectar perfección durante años. Tras la cálida recepción, que le llevó al ganar el Globo de Oro como mejor serie dramática, fue renovada para una segunda temporada que, a diferencia de la primera donde las decisiones de la Reina tienen un impacto en la vida de los otros, sufre un vuelco al ser la decisiones de los otros los que tienen un impacto en ella.

    LAS INSEGURIDADES DE UNA REINA

    Aunque Isabel pase todos los días solucionando los problemas que han causado otros señores (los Primer Ministros Anthony Eden y Harold Macmillan y su esposo, el Príncipe Felipe) y tenga mayor experiencia como jefa de estado, The Crown opta por desplazar la imagen más política de la Reina, que después de todo es la que el mundo conoce, y en su lugar refleja las inseguridades que, como cualquier humana, en más de una ocasión le agobiaron. Como cuando su autoridad se vio amenazada por la rebelión en Egipto que culminó en guerra. O cuando su idílico matrimonio se desmoronó y a pesar de no ser ella la culpable fue quien dio el primer paso para restaurar las bases del mismo. O cuando la inofensiva visita (ante la mirada pública) de los Kennedy desencadenó en la Reina su inseguridad sobre envejecer o pasar desapercibida ante la mirada del mundo, en contraste con la euforia que despertaba Jackie en cualquier sitio que pisara, que más tarde serviría para reclamar mayor confianza en sí misma. Por cierto, basta un solo episodio de The Crown para diseccionar la imagen perfecta de los Kennedy. Otro de los momentos claves de la serie es ver a la Reina, jefa de la iglesia católica en Inglaterra, tener segundos pensamientos sobre la fe y debatir entre lo correcto o hacer lo debido e incluso acudir al pastor evangélico Billy Graham como guía espiritual.

    Mostrar tales inseguridades, tales tropiezos, es indispensable para entender quién es realmente Isabel II, no para representar una imagen débil sino un lado vulnerable que le permite crecer ante las adversidades. Porque antes que Reina es humana y que ni siquiera la mujer más importante del mundo está exenta de ello.

    LA MASCULINIDAD TÓXICA DE UN PRÍNCIPE

    En esta ocasión el Príncipe Felipe juega un rol en la historia tan relevante como el de la Reina misma, no sólo porque es la otra mitad del matrimonio que en esta temporada abarca una parte considerable de la historia, sino porque es quien tiene la ¿cualidad? de despertar amor y desprecio por parte de la Reina a cantidades iguales en parte por la contradictorio (e impertinente) personalidad de este. Felipe ama a Elizabeth pero es incapaz de renunciar a su espíritu mujeriego. Y a su vez es incapaz de sentirse satisfecho de poseer el amor de Isabel por su complejo de inferioridad. Nunca se ve al lado de esta, sino detrás.

    Felipe también se muestra reacio a profesar afecto ante el temor de que se intérprete como debilidad por eso recurre constantemente al cinismo o a la extrema autoridad cuando se dirige a su propio hijo, Carlos. Un hecho que marcó la relación entre ambos, tal como se expone en el episodio Paterfamilia, fue cuando el Príncipe envió a su hijo al internado Gordonstoun School en contra de la voluntad de su tío Dickie o la mismísima Reina solo para que Carlos tuviese la misma educación que él, aunque eso signifique una pesadilla para el príncipe de Gales, en aquel entonces un niño, que durante su estadía en el internado fue víctima de vejaciones por parte de sus compañeros y como el mismo describiría más tarde “vivió un completo infierno”.

    LA (EXTRA)ORDINARIA VIDA DE UNA PRINCESA FUERA DEL CASTILLO

    El contraste entre Isabel y su hermana Margarita es uno de los elementos más atractivos de la serie porque cada una representa un rostro diferente de la realeza que podría encajar en cualquier familia. Isabel es comedida, Margarita es impulsiva. Isabel antepone el bienestar de los demás frente al de ella, Margarita es egoísta y malcriada. Isabel prefiere la discreción, Margarita ama ser el centro de atención. Isabel se hizo Reina, Margarita nació para serlo y aun así da la sensación de ser la oveja negra de la familia.

    Sin embargo la personalidad de esta es, desde lejos, más terrenal y por eso, por primera vez, se atreve a ser ella misma fuera del castillo, conviviendo entre plebeyos. Y no queda duda de esto cuando su interés amoroso resulta ser un fotógrafo bisexual que, por supuesto, encenderá las alarmas en el castillo de Buckingham porque todo es así con Margarita: intenso, pasional. No hay tintes medios.

    LA EVOLUCIÓN COMO ARMA DE DOBLE FILO

    El quinto episodio, Marionetas, sirve como punto de inflexión para la serie tal como lo hizo el hecho que narra en el mandato de la Reina. Lord Altrincham un joven periodista se atrevió a criticar un discurso de la Elizabeth donde le aconsejaba no mostrarse tan distante, mostrar mayor interés en avanzar. Al comienzo la crítica de Altrincham fue recibida por la Reina y toda Inglaterra como un acto descortés pero que acabaría, como siempre, con Isabel replanteado todos los escenarios para disgusto de los señores que la rodean.

    Inglaterra estaba cambiando y ella seguía aferrada a lo viejo. Que por cierto la Reina Madre lo representa muy bien como la conexión intrínseca entre Isabel y los ideales más obsoletos entorno al significado de la corona. Un simple gesto: televisar en vivo el mensaje navideño de la Tierra sirvió como primer paso para ese avance que el pueblo inglés, sin saberlo, le exigía a la Reina.

    Mucho se ha especulado sobre si la mismísima Reina ve la serie o no, nada ha sido confirmado, pero en su pasado mensaje navideño La Reina hace mención al discurso que se menciona en la temporada y los espectadores han reclamado esto como un guiño a la serie, alimentando el runrún de que en efecto The Crown si tiene audiencia en el Palacio de Buckingham.

    https://twitter.com/a1gutierrez/status/949018658206076928

    UN DOLOROSO ‘HASTA LUEGO’

    Los cien millones de dólares que se ha gastado Netflix en la serie es evidente ante la impecable producción que deleita al espectador episodio tras episodio. La década en la que se ambienta la serie (finales de los 50, inicio de los 60) queda plasmada perfectamente gracias al diseño de producción, el impecable vestuario y una banda sonora que hace juego con la fotografía, ambas imponentes y sofisticadas como la Inglaterra de hace medio siglo. Obviamente la producción y la historia, junto al trabajo interpretativo, conforman la trinidad que hace de The Crown una de las mejores series de los últimos años. Vanessa Kirby y Matthew Goode se convierten en un espectáculo cuando la serie decide centrarse en ellos; Matt Smith vuelve a apoderarse del personaje de Felipe de Edimburgo con una carisma arrolladora, pero es Claire Foy quien se adueña del espectáculo con una interpretación superlativa que no sólo refleja la personalidad de la Reina con un trabajo de dicción y expresión corporal de primera sino por su manejo de gestos y miradas que transmiten más que una decena de diálogos.

    Tristemente el final de esta temporada supone un punto y aparte en la serie porque, aunque continua con una tercera entrega que ya está en desarrollo, contará con nuevos actores por lo que este ‘Hasta luego‘ se traduce como un ‘Adiós‘ por parte de los protagonistas. Olivia Coleman ha sido anunciada como la nueva Reina mientras que los rumores apuntan a que Helena Bonham Carter será la Princesa Margarita. Mientras llega el momento de deleitarnos con los sucesos de la corona en la década de los setenta podemos acotar la espera con otras series sobre la monarquía británica o por qué no revisionar The Crown desde su inicio. Valdrá la pena.

  • ¿Qué pasó en los Emmys 2016? Resumen y ganadores

    ¿Qué pasó en los Emmys 2016? Resumen y ganadores

    El pasado domingo 18 de Septiembre finalmente fue la esperada ceremonia de los Emmys 2016, una de las más reconocidas premiaciones que destaca la «excelencia» en la televisión.

    La entrega de los Emmys de este año fue presentada por el famoso comediante Jimmy Kimmel. Sin embargo, se trató de una ceremonia bastante regular. Con unas cuantas bromas centradas en O.J. Simpson (a causa de American Crime Story), Maggie Smith (que nunca asiste a las premiaciones) y por supuesto, no podía faltar… en Trump. Pero la verdad es que de los sketches más divertidos fue cuando Matt Damon salió en escena a robarse un poco el protagonismo. Por otro lado, desde la famosa repartición de pizzas cuando Ellen DeGeneres presentó los Oscars, se puede decir que desde entonces unos cuantos presentadores han seguido sus pasos; y esta vez se ofrecieron sándwiches de mantequilla de maní y jalea, repartidos por los chicos de Stranger Things en bicicletas.

    Cabe destacar que cuando se anunciaron los nominados, realmente la mayoría fueron los que se esperaban, sin embargo, los ganadores estuvieron bastante diversos, dejándole más de una sorpresa a estos Emmys 2016.

    El premio al mejor actor secundario en una serie dramática fue una de las sorpresas más grandes. Entre nombres como Peter Dinklage (quien ya lo ha ganado en otras oportunidades), Kit Harington (Jon Snow), Michael Kelly (Stamper en House of Cards) o Jonathan Banks (de Better Call Saul) el galardón terminó siendo para Ben Mendelsohn, de la serie de Netflix, Bloodine. Una verdadera sorpresa. Mientras que Rami Malek, de Mr. Robot rebasó a Kevin Spacey por House of Cards.

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    Rami Malek

    En cuanto a las féminas, muchos nos afincábamos más por Robin Wright de House of Cards o Viola Davis por How to Get Away with Murder, pero finalmente Tatiana Maslany se hace con su merecido premio por interpretar a más de 7 personas en una sola serie (Orphan Black) entre ellos hasta personajes masculinos. Y en el ámbito de las miniseries, Sarah Paulson se lleva también un galardón por su excelente interpretación como Marcia Clark.

    Siguiendo con el drama, las dos series que lideraron las nominaciones, también se llevaron la mayoría de premios. La joya de HBO, Game of Thrones y el  nuevo éxito de FX, American Crime Story: The People v. O.J.  Simpson fueron las más sonadas de la noche. Llevándose mejor serie y miniserie del año. American Crime Story bajó del trono a la 2da temporada de Fargo, haciendo que se fuera con las manos vacías. Igualmente The Americans, que por fin es considerada, también se fue en blanco de estos Emmys.

    En cuanto a comedia, quien también se llevó su reconocimiento fue Kate McKinnon por su cómica interpretación de la candidata demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Hillary Clinton, quien inmediatamente la felicitó vía Twitter.

    Mientras el premio a la mejor serie fue para Veep, la que también le embolsilló nuevamente el Emmy a la mejor actriz a Julia Louis-Dreyfus por dicha serie de HBO, recibiéndolo con un vivaz y emotivo discurso.

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    Julia Louis-Dreyfus

    LISTA DE GANADORES – EMMYS 2016

    MEJOR SERIE DRAMÁTICA
    The Americans
    Better Call Saul
    Downton Abbey
    Game of Thrones
    Homeland
    House of Cards
    Mr Robot

    MEJOR SERIE DE COMEDIA
    Black-ish
    Master of None
    Modern Family
    Silicon Valley
    Transparent
    The Unbreakable Kimmy Schmidt
    Veep

    MEJOR ACTOR – DRAMA
    Kyle Chandler, Bloodline
    Matthew Rhys, The Americans
    Kevin Spacey, House of Cards
    Rami Malek, Mr Robot
    Bob Odenkirk, Better Call Saul
    Liev Schrieber, Ray Donovan

    MEJOR ACTRIZ – DRAMA
    Claire Danes, Homeland
    Viola Davis, How to Get Away With Murder
    Taraji P Henson, Empire
    Tatiana Maslany, Orphan Black
    Keri Russell, The Americans
    Robin Wright, House of Cards

    MEJOR ACTOR – COMEDIA
    Anthony Anderson, Black-ish
    Aziz Ansari, Master of None
    Will Forte, The Last Man On Earth
    William H Macy, Shameless
    Thomas Middleditch, Silicon Valley
    Jeffrey Tambor, Transparent

    MEJOR ACTRIZ – COMEDIA
    Ellie Kemper, Unbreakable Kimmy Schmidt
    Julia Louis-Dreyfus, Veep
    Laurie Metcalf, Getting On
    Tracee Ellis Ross, Black-ish
    Amy Schumer, Inside Amy Schumer
    Lily Tomlin, Grace and Frankie

    MEJOR ACTOR – MINISERIE O TV MOVIE
    Bryan Cranston, All The Way
    Benedict Cumberbatch, Sherlock
    Idris Elba, Luther
    Cuba Gooding Jr, The People v OJ Simpson
    Tom Hiddleston, The Night Manager
    Courtney B Vance, The People v OJ Simpson

    MEJOR MINI SERIE
    American Crime
    Fargo
    The Night Manager
    The People v OJ Simpson
    Roots

    MEJOR REALITY
    The Amazing Race
    American Ninja Warrior
    Dancing With the Stars
    Project Runway
    The Voice
    Top Chef

    MEJOR TV MOVIE
    A Very Murray Christmas
    All the Way
    Confirmation
    Luther
    Sherlock: The Abominable Bride

    MEJOR SERIE DE SKETCHS VARIADOS
    Documentary Now!
    Drunk History
    Inside Amy Schumer
    Key & Peele
    Portlandia
    Saturday Night Live

    MEJOR ACTOR SECUNDARIO – COMEDIA
    Louie Anderson, Baskets
    Andre Braugher, Brooklyn Nine-Nine
    Keegan-Michael Key, Key & Peele
    Ty Burrell, Modern Family
    Tituss Burgess, Unbreakable Kimmy Schmidt
    Tony Hale, Veep
    Matt Walsh, Veep

    MEJOR ACTOR SECUNDARIO – DRAMA
    Jonathan Banks, Better Call Saul
    Ben Mendelsohn, Bloodline
    Peter Dinklage, Game Of Thrones
    Kit Harington, Game Of Thrones
    Michael Kelly, House Of Cards
    Jon Voight, Ray Donovan

    MEJOR ACTRIZ – MINISERIE O TV MOVIE
    Sarah Paulson, The People v OJ Simpson: American Crime Story
    Audra McDonald, Lady Day at Emerson’s Bar & Grill
    Kerry Washington, Confirmation
    Kirsten Dunst, Fargo
    Lili Taylor, American Crime
    Felicity Huffman, American Crime

    MEJOR ACTOR SECUNDARIO – MINISERIE O TV MOVIE
    Jesse Plemons, Fargo
    Bokeem Woodbine, Fargo
    Hugh Laurie, The Night Manager
    Sterling K Brown, The People v OJ Simpson: American Crime Story
    David Schwimmer, The People v OJ Simpson: American Crime Story
    John Travolta, The People v OJ Simpson: American Crime Story

    MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA – COMEDIA
    Niecy Nash, Getting On
    Allison Janney, Mom
    Kate McKinnon, Saturday Night Live
    Judith Light, Transparent
    Gaby Hoffmann, Transparent
    Anna Chlumsky, Veep

    MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA – DRAMA
    Maura Tierney, The Affair
    Maggie Smith, Downton Abbey
    Lena Headley, Game Of Thrones
    Emilia Clarke, Game Of Thrones
    Maisie Williams, Game Of Thrones
    Constance Zimmer, UnREAL

    MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA – MINISERIE O TV MOVIE
    Melissa Leo, All The Way
    Regina King, American Crime
    Sarah Paulson, American Horror Story: Hotel
    Kathy Bates, American Horror Story: Hotel
    Jean Smart, Fargo
    Olivia Colman, The Night Manager

    MEJOR ACTOR INVITADO – COMEDIA
    Bob Newhart, The Big Bang Theory
    Tracy Morgan, Saturday Night Live
    Larry David, Saturday Night Live
    Bradley Whitford, Transparent
    Martin Mull, Veep
    Peter Scolari, Girls

    MEJOR ACTOR INVITADO – DRAMA
    Max von Sydow, Game Of Thrones
    Michael J Fox, The Good Wife
    Reg E Cathey, House Of Cards
    Mahershala Ali, House Of Cards
    Paul Sparks, House Of Cards
    Hank Azaria, Ray Donovan

    MEJOR ACTRIZ INVITADA – COMEDIA
    Laurie Metcalf, The Big Bang Theory
    Christine Baranski, The Big Bang Theory
    Tina Fey and Amy Poehler, Saturday Night Live
    Melissa McCarthy, Saturday Night Live
    Amy Schumer, Saturday Night Live
    Melora Hardin, Transparent

  • Emmys 2016: Resumen y Lista de Nominados

    Emmys 2016: Resumen y Lista de Nominados

    Finalmente fueron anunciados los nominados para la sexagésima octava entrega de los Premios Emmys 2016 , que serán efectuados el próximo 18 de Septiembre.

    Con 23 nominaciones en total, Game of Thrones lidera la lista. ¿Ganará como mejor serie dramática del año? posiblemente. Pero para eso tendría que pasar por encima de la temporada final de Downton Abbey, las excelentes temporadas de House of Cards y Homelandy las nuevas adiciones, Mr. Robot y The Americans. Dejando por fuera a The Good Wife.

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    Mientras, con la salida de True Detective, a Fargo le salió una nueva competencia en la categoría de Mejor Mini Serie con la reciente propuesta de FX, American Crime Story: The People v. O.J. Simpson, siendo la segunda más nominada después de Game of Thrones.

    The Night Manager también consiguió varias nominaciones, tanto para Hugh Laurie y Tom Hiddleston, como en Mejor Mini-Serie, haciéndole frente a las dos favoritas de arriba.

    Con respecto a las actuaciones, la categoría de drama siempre está bien reñida, y este año no es la excepción. En Mejor Actor figura el nombre de Kevin Spacey como el Presidente de los Estados Unidos, Bob Odenkirk por Better Call SaulRami Malek como el revolucionario hacker de Mr. Robot, Liev Schreiber por Ray Donovan, y Kyle Chandler por la serie de Netflix, Bloodline. Probablemente el ganador esté entre los primeros tres mencionados.

    En mejor actor de mini serie se codean Bryan Cranston por All the Way, Benedict Cumberbatch por su interpretación de Sherlock Holmes, y Cuba Gooding Jr. por American Crime Story, con Tom Hiddleston de The Night Manager, Idris Elba por Luther, y Courtney B. Vance, también por American Crime Story. Tampoco estará fácil esta categoría.

    El lado femenino tampoco está fácil, con las favoritas Viola Davis por esa particular abogada de How to Get Away with Murder, y la frialdad de Claire Underwood (Robin Wright) en House of Cards. Pero también la bipolar Carrie (Claire Danes) de Homeland, el millón de personajes que interpreta Tatiana Maslany en Orphan Black, y las protagonistas de The Americans (Keri Russell) y Empire (Taraji P. Henson). ¿Serán suficientes todos los personajes que Tatiana Maslany encarna para vencer a las dos grandes favoritas? Habrá que ver, pero no parece nada probable.

    La categoría de mejor actriz de mini serie parece estar más despejada, posiblemente esté entre Kirsten Dunst por Fargo y Sarah Paulson por American Crime Story, quien tiene además otra nominación por su papel en American Horror Story.

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    Sarah Paulson como Marcia Clark

    En cuanto a los secundarios, el elenco de Game of Thrones consiguió varios puestos. Desde Peter Dinklage (Tyrion), Lena Hedey (Cersei), y Emilia Clarke (Daenerys), hasta Maisie Williams (Arya), Kit Harington (Jon), e incluso Max von Sydow (El Cuervo de Tres Ojos) como invitado.

    Siguiendo con Game of Thrones, es importante destacar también que tanto Jack Bender como Miguel Sapochnik están nominados por la dirección de dos increíbles episodios, The Door (6×05, el de Hodor) y The Battle of the Bastards (6×09). Sapochnik merecía doble nominación por el season finale, pero con eso nos conformamos.

    Por el lado de comedia, Black-ish entra por primera vez en competencia con la serie de Amazon, Transparent, Master of None, Modern Family, Umbreakable Kimmy Schmidt de Netflix, Silicon Valley y Veep (ambas de HBO). Exluída The Big Bang Theory.

    Mientras que The Leftovers, Julianna Margulies de The Good Wife, Uzo Aduba, Orange is the New Black, la cancelada Vinyl, Vera Farmiga de Bates Motel, y Girls, fueron algunos de los que se quedaron por fuera de estos Emmys 2016.

    LISTA DE NOMINADOS – EMMYS 2016

    • MEJOR DRAMA
    • The Americans
    • Better Call Saul
    • Downton Abbey
    • Game of Thrones
    • Homeland
    • House of Cards
    • Mr. Robot

    MEJOR ACTOR EN DRAMA

    • Kyle Chandler, Bloodline
    • Rami Malek, Mr. Robot
    • Bob Odenkirk, Better Call Saul
    • Matthew Rhys, The Americans
    • Liev Schreiber, Ray Donovan
    • Kevin Spacey, House of Cards

    MEJOR ACTRIZ EN DRAMA
    Claire Danes, Homeland
    Viola Davis, How to Get Away with Murder
    Taraji P. Henson, Empire
    Tatiana Maslany, Orphan Black
    Keri Russell, The Americans
    Robin Wright, House of Cards

    MEJOR ACTOR SECUNDARIO EN DRAMA
    Jonathan Banks, Better Call Saul
    Ben Mendelsohn, Bloodline
    Peter Dinklage, Game of Thrones
    Kit Harington, Game of Thrones
    Michael Kelly, House of Cards
    Jon Voight, Ray Donovan

    MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA EN DRAMA
    Maggie Smith, Downton Abbey
    Lena Headey, Game of Thrones
    Emilia Clarke, Game of Thrones
    Maisie Williams, Game of Thrones
    Maura Tierney, The Affair
    Constance Zimmer, Unreal

    MEJOR ACTOR INVITADO EN DRAMA
    Max von Sydow , Game Of Thrones
    Reg E. Cathey, House of Cards
    Mahershala Ali, House of Cards
    Paul Sparks, House of Cards
    Hank Azaria, Ray Donovan
    Michael J. Fox, The Good Wife

    MEJOR ACTRIZ INVITADA EN DRAMA
    Laurie Metcalf as Sarah, Horace And Pete
    Ellen Burstyn as Elizabeth Hale, House of Cards
    Molly Parker as Jackie Sharp, House of Cards
    Allison Janney as Margaret Scully, Masters Of Sex
    Margo Martindale as Claudia, The Americans
    Carrie Preston as Elsbeth Tascioni, The Good Wife

    MEJOR DIRECCIÓN EN DRAMA
    Downton Abbey: Episode 9 (6×09)
    Game of Thrones: The Door (6×05)
    Game of Thrones: Battle of the Bastards (6×09)
    Homeland: The Tradition of Hospitality (5×02)
    Ray Donovan: Exsuscito (3×12)
    The Knick: This is all we are (2×10)

    MEJOR GUIÓN EN DRAMA
    Downton Abbey: Episode 8 (6×08)
    Game of Thrones: Battle of the Bastards (6×09)
    Mr. Robot: eps1.0_hellofriend.mov (Pilot) (1×01)
    Homeland: The Tradition of Hospitality (5×02)
    The Americans: Persona Non Grata (4×13)
    The Good Wife: End (7×22)
    Unreal: Return (1×01)

    MEJOR COMEDIA
    Black-ish
    Master Of None
    Modern Family
    Silicon Valley
    Transparent
    Unbreakable Kimmy Schmidt
    Veep

    MEJOR ACTOR EN COMEDIA
    Anthony Anderson, Black-ish
    Aziz Ansari, Master of None
    Will Forte, The Last Man on Earth
    William H. Macy, Shameless
    Thomas Middleditch. Silicon Valley
    Jeffrey Tambor, Transparent

    MEJOR ACTRIZ EN COMEDIA
    Ellie Kemper, Unbreakable Kimmy Schmidt
    Julia Louis-Dreyfus, Veep
    Laurie Metcalf, Getting On
    Traces Ellis Ross, Black-ish
    Amy Schemer, Inside Amy Schumer
    Lily Tomlin, Grace and Frankie

    MEJOR ACTOR SECUNDARIO EN COMEDIA
    Andre Braugher, Brooklyn Nine-Nine
    Ty Burrell, Modern Family
    Matt Walsh, Veep
    Tony Hale, Veep
    Louie Anderson, Baskets
    Keegen-Michael Key, Kee & Peele
    Tituss Burgess, Unbreakable Kimmy Schmidt

    MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA EN COMEDIA
    Niecy Nash, Getting On
    Kate McKinnon, Saturday Night Live
    Gaby Hoffman, Transparent
    Allison Janney, Mom
    Judith Light, Transparent
    Anna Chlumsky, Veep

    MEJOR ACTOR INVITADO EN COMEDIA
    Tracy Morgan as Host, Saturday Night Live
    Larry David as Host, Saturday Night Live
    Bob Newhart as Arthur, The Big Bang Theory
    Bradley Whitford as Magnus Hirschfeld, Transparent
    Martin Mull as Bob Bradley, Veep
    Peter MacNicol as Jeff Kane, Veep

    MEJOR ACTRIZ INVITADA EN COMEDIA
    Tina Fey & Amy Poehler, Saturday Night Live
    Melissa McCarthy, Saturday Night Live
    Amy Schumer, Saturday Night Live
    Christine Baranski, The Big Bang Theory
    Laurie Metcalf, The Big Bang Theory
    Melona Hardin, Transparent

    MEJOR DIRECCIÓN EN EPISODIO DE COMEDIA
    Master of None: Parents (1×02)
    Silicon Valley: Founder Friendly (3×01)
    Silicon Valley: Daily Active Users (3×09)
    Transparent: Man on the Land (2×09)
    Veep: Mother (5×04)
    Veep: The Morning After (5×01)
    Veep: Kissing Your Sister (5×09)

    MEJOR GUIÓN EN EPISODIO DE COMEDIA
    Catastrophe: Episode 1 (1×01)
    Master of None: Parents (1×02)
    Silicon Valley: Founder Friendly (3×01)
    Silicon Valley: The Uptick (3×10)
    Veep: Mother (5×04)
    Veep: The Morning After (5×01)

    MEJOR TV MOVIE
    A Very Murray Christmas
    All The Way
    Confirmation
    Luther
    Sherlock: The Abominable Bride

    MEJOR SERIE LIMITADA
    American Crime
    Fargo
    The Night Manager
    The People v. O.J. Simpson American Crime Story
    Roots

    MEJOR ACTOR EN TV MOVIE O MINI-SERIE 
    Bryan Cranston, All The Way
    Benedict Cumberbatch, Sherlock: The Abominable Bride
    Idris Elba, Luther
    Cuba Gooding Jr, American Crime Story:The People v. O.J. Simpson
    Tom Hiddleston, The Night Manager
    Courtney B. Vance, American Crime Story: The People v. O.J. Simpson

    MEJOR ACTRIZ EN TV MOVIE O MINI-SERIE 
    Kirsten Dunst, Fargo
    Felicity Huffman, American Crime
    Audra McDonald, Lady Day at Emerson’s Bar & Grille
    Sarah Paulson, American Crime Story: The People vs. O.J. Simpson
    Lili Taylor, American Crime
    Kerry Washington, Confirmation

    MEJOR ACTOR SECUNDARIO EN TV MOVIE O MINI-SERIE 
    Sterling K. Brown, American Crime Story: The People v. O.J. Simpson
    John Travolta, American Crime Story: The People v. O.J. Simpson
    David Schwimmer, American Crime Story: The People v. O.J. Simpson
    Jessie Plemons, Fargo
    Bokeem Woodbine, Fargo
    Hugh Laurie, The Night Manager

    MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA EN TV MOVIE O MINI-SERIE
    Melissa Leo, All The Way
    Regina King, American Crime
    Sarah Paulson, American Horror Story: Hotel
    Kathy Bates, American Horror Story: Hotel
    Jean Smart, Fargo
    Olivia Colman, The Night Manager

  • Ganadores de los SAG Awards 2016

    Ganadores de los SAG Awards 2016

    En la vigésima segunda entrega de los Screen Actors Guild Awards el Sindicato de Actores se encarga de premiar únicamente las mejores interpretaciones del año, tanto del cine como la televisión.

    Se le rindió homenaje a la trayectoria de la comediante Carol Burnett, quien recibió el honor por medio de Tina Fey y Amy Poehler.

    Trumbo, la película protagonizada por Bryan Cranston (Breaking Bad) fue la que obtuvo más nominaciones, pero aun así el Mejor Elenco del cine fue para Spotlight, por las grandes interpretaciones de Rachel McAdams, Mark Ruffalo, Michael Keaton, Stanley Tucci y otras más de igual calidad. En la televisión, el Mejor Elenco de Serie Dramática se lo llevó una vez más Downton Abbey, y en cuanto a comedia, le toco de nuevo al diverso elenco de Orange is the New Black.

    Idris Elba se fue con dos premios en mano, primero como Mejor Actor de Reparto por su papel en la producción de Netflix, Beasts of No Nation, y justo después por Luther, mini-serie de la cadena BBC. Por otro lado, Leonardo DiCaprio se lleva su primer SAG Award, acercándose cada vez más a la tan esperada estatuilla de La Academia. E igual que Leonardo, Brie Larson también puede estar casi segura de su Oscar después de llevarse el premio a la Mejor Actriz de Película Dramática con Room.

    Leonardo DiCaprio y Brie Larson.
    Leonardo DiCaprio y Brie Larson.

    Entre las favoritas como Mejor Actriz de Reparto en Película Dramática siempre han resaltado Alicia Vikander y Kate Winslet; y como muchos esperábamos, el premio fue nuevamente de Vikander por su brillante interpretación en The Danish Girl, que junto a Eddie Redmayne, forman uno de los puntos fuerte de la película.

    Con respecto a la televisión, Kevin Spacey sorprendió un poco al llevarse el SAG Award por la Mejor Actuación Masculina de una Serie Dramática, lo inesperado no fue precisamente que ganara, ya que desde la primera temporada de House of Cards, Spacey ha ido acumulando premios y nominaciones por su realmente excelente y soberbio desempeño al darle vida a Frank Underwood, pero aun así la mayoría apostaba por Rami Malek de la reciente y aclamada Mr. Robot.

    Las nominadas en la categoría de Mejor Actriz de Película de TV o Serie Limitada fueron bastante distintas a las que ya veníamos acostumbrados de ver, y la ganadora de la noche fue Queen Latifah su reencarnación de Bessie Smith para HBO. Y como Mejor Actriz de Serie Dramática, nuevamente Viola Davis pasa a recoger el premio y dar un significativo discurso, gracias a su poder actoral en la serie How to Get Away with Murder.

    Y en el sector de comedia, Jeffrey Tambor de Transparent repite premio, al igual que Uzo Aduba de Orange is the New Black. Ambas series suelen entrar en las categorías de comedia, sin embargo, muchos las catalogamos más de dramas, pero con una buena cantidad de diálogos ocurrentes que normalmente las hacen posicionarse como comedias.

    GANADORES DEL CINE SAG awards 2016

    MEJOR ACTOR DE REPARTO

    • Christian Bale, The Big Short
    • Idris Elba, Beasts of No Nation  -GANADOR-
    • Mark Rylance, Bridge of Spies
    • Michael Shannon, 99 Homes
    • Jacob Tremblay, Room

    MEJOR ACTRIZ DE REPARTO

    • Rooney Mara, Carol
    • Rachel McAdams, Spotlight
    • Helen Mirren, Trumbo
    • Alicia Vikander, The Danish Girl  -GANADORA-
    • Kate Winslet, Steve Jobs

    MEJOR ACTOR

    • Bryan Cranston, Trumbo
    • Johnny Depp, Black Mass
    • Leonardo DiCaprio, The Revenant  -GANADOR-
    • Michael Fassbender, Steve Jobs
    • Eddie Redmayne, The Danish Girl

    MEJOR ACTRIZ

    • Cate Blanchett, Carol
    • Brie Larson, Room  -GANADORA-
    • Helen Mirren, Woman in Gold
    • Saoirse Ronan, Brooklyn
    • Sarah Silverman, I Smile Back

    MEJOR ELENCO 

    • Beasts of No Nation
    • The Big Short
    • Spotlight  -GANADOR-
    • Straight Outta Compton
    • Trumbo

    GANADORES DE LA TELEVISIÓN SAG AWARDS 2016

    MEJOR ACTOR DE MINISERIE O PELÍCULA DE TV

    • Idris Elba, Luther  -GANADOR-
    • Ben Kingsley, Tut
    • Ray Liotta, Texas Rising
    • Bill Murray, A Very Murray Christmas
    • Mark Rylance, Wolf Hall

    MEJOR ACTRIZ EN MINISERIE O PELÍCULA DE TV

    • Nicole Kidman, Grace of Monaco
    • Quene Latifah, Bessie  -GANADORA-
    • Christina Ricci, The Lizzie Borden Chronicles
    • Susan Sarandon, The Secret Life of Marilyn Monroe
    • Kristen Wiig, The Spoils Before Dying

    MEJOR ACTOR DE COMEDIA

    • Ty Burrell, Modern Family
    • Louis C.K., Louis
    • William H. Macy, Shameless
    • Jim Parsons, The Big Bang Theory
    • Jeffrey Tambor, Transparent  -GANADOR-

    MEJOR ACTRIZ DE COMEDIA

    • Uzo Aduba, Orange Is the New Black  -GANADORA-
    • Edie Falco, Nurse Jackie
    • Ellie Kemper, Unbreakable Kimmy Schmidt
    • Julia Louis-Dreyfus, Veep
    • Amy Poehler, Parks and Recreation

    MEJOR ELENCO DE COMEDIA

    • The Big Bang Theory
    • Key and Peele
    • Modern Family
    • Orange Is the New Black  -GANADOR-
    • Transparent
    • Veep

    MEJOR ACTRIZ DE DRAMA

    • Claire Danes, Homeland
    • Viola Davis, How to Get Away With Murder  -GANADORA-
    • Julianna Margulies, The Good Wife
    • Maggie Smith, Downton Abbey
    • Robin Wright, House of Cards

    MEJOR ACTOR DE DRAMA

    • Peter Dinklage, Game of Thrones
    • Jon Hamm, Mad Men
    • Rami Malek, Mr. Robot
    • Bob Odenkirk, Better Caul Saul
    • Kevin Spacey, House of Cards  -GANADOR-

    MEJOR ELENCO DE DRAMA

    • Downton Abbey   -GANADOR-
    • Game of Thrones
    • Homeland
    • House of Cards
    • Mad Men