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Ronaldinho, el adiós a un genio efímero

La Consagración

En cada comienzo de temporada, la ilusión de todo club y afición son renovadas. El F.C. Barcelona iniciaría la campaña 2004/2005 con el objetivo prioritario de ser campeón de liga, y si las lesiones lo permitían ser competitivo en la UEFA Champions League y Copa del Rey. Ronaldinho ya gozaba de estatus de ídolo para la hinchada culé, todas las aspiraciones de la temporada pasaban por sus pies y genio.

A pesar del ímpetu y brillantez goleadora de la primera campaña, Ronaldinho no lograría mantener su particular visitas a la redes rivales, al anotar tan solo 13 goles en 42 partidos. sin embargo, la importancia de sus anotaciones resultaron decisivas al final de la campaña para que el F.C. Barcelona terminara consagrándose como campeón de la Liga Española.

El destino del equipo no sería al igual de triunfal en la UEFA Champions League, al terminar eliminados en los 8vos de final de la competencia por el riguroso Chelsea de José Mourinho y en Copa del Rey vivieron el bochornoso episodio al ser eliminados a partido único frente a el sorpresivo Unió Deportiva Atlètica Gramenet.

“Ronaldinho fue el culpable del cambio del Barça. La época era mala y el cambio experimentado con su llegada fue terrible. En el primer año no ganó nada pero la gente se enamoró de él. Después llegaron los títulos y nos hizo felices a todos. El Barça debe estar siempre agradecido”

Lionel Messi

En este sentido, gracias a su cruciales goles y asistencias, Ronaldinho conseguiría ampliar su palmarés personal al ser reconocido como el Mejor Jugador del año de manera consecutiva por la FIFA, con el FIFA World Player.

Sin embargo, en el mundo futbolístico existe un premio especial, una condecoración única que consagra a los mejores y los separa del resto. El astro brasilero finalmente recibiría el Balón de Oro, título que lo acreditaba como el mejor del Mundo. Ronaldinho se impondría en ambos premios al inglés Frank Lampard.

Ronaldinho agradeciendo y dedicando el Balón de oro que lo consagraba como el mejor jugador del mundo.

El fervor y el orgullo de la afición culé estaba en lo más alto, era campeón de la Liga y tenía al mejor del mundo en sus filas. Para garantizar la continuidad en el equipo y controlar el nerviosismo de la hinchada blaugrana, Joan Laporta renovaría al astro brasilero por 5 años más, extendiendo su contrato con el club hasta el 2010.

En efecto, asegurado ya el futuro del equipo, la escuadra liderada por Ronaldinho, luego de conquistar España, buscaría dominar Europa.

Para todo futbolista no existe mayor logro que ser reconocido por la afición, el ser aplaudido, vitoreado y mencionado con emoción, es algo que lo llena de orgullo y lo hace sentir respetado. Pero que lo haga el equipo rival, es algo único. Ronaldinho viviría un momento imborrable para su carrera.

El 19 de Noviembre del 2005, fecha del clásico enfrentamiento contra el Real Madrid, la afición del Santiago Bernabeu terminaría levantándose de sus asientos y ovacionando al crack brasilero, quien ofrecería una recital de su mejor fútbol al anotar 2 goles al conjunto merengue.

Que el F.C. Barcelona ganara y goleara al Real Madrid en el Santiago Bernabeu no era algo que fuese una costumbre de ver. Es por ello es la magnitud de lo logrado por el equipo y sobre todo por Ronaldinho esa tarde.

Aquella noche el brasilero parecía deslizarse sobre el campo, recibiría el balón en 2 ocasiones con libertades de espacio, siempre escorado en la banda izquierda, cambiaría de ritmo en cuestión de segundos y luego de conducir el baló con la soltura que lo caracterizaba, desarmó la defensa merengue para batir en dos ocasiones al meta español Iker Casillas.

El defensa y lateral derecho en ese entonces, Sergio Ramos; sería el indeseado co-protagonista de esa partido, al sufrir los dribles y regates del crack brasilero.

La temporada 2005/2006 sería una de las mejores a nivel colectivo para astro brasilero. El F.C. Barcelona conseguiría ser campeón de liga de manera consecutiva, el acierto goleador del delantero camerunés Samuel Eto’o, el descaro del aquel entonces prometedor canterano, Lionel Messi, y por supuesto el elemento X del equipo, la magia de Ronaldinho dejaría sin opciones a los rivales en liga.

Aunado a ello, el conjunto culé finalmente conquistaría la UEFA Champions League, la única en la carrera del brasilero, al derrotar con un luchado y agónico (2-0) al Arsenal de Thierry Henry en el Stade de France, París. Curiosamente, la ciudad donde el crack brasilero no pudo desplegar su mejor fútbol, lo vería triunfar y consagrarse campeón de Europa. Las ironías de la vida.

Ronaldinho celebrando junto a Puyol la 2da UEFA Champions League del club

Con la llegado a la cima del fútbol europeo y mundial, comenzaría el declive del jugador. Una lenta y descontrolada caída al vacío futbolístico. Comenzarían las intermitencias del genio.

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