The Neon Demon es una película dirigida por el danés Nicolas Winding Refn (Drive, Only God Forgives) y nos cuenta la historia de Jesse (Elle Fanning), una adolescente atractiva y virginal que entrando en el mundo de la moda será interceptada por tres jóvenes que harán todo lo posible por conseguir su belleza.
Una de las competidoras por la prestigiosa Palma de oro en Cannes, también representa una de las propuestas más impactantes y llamativas que he visto en lo que va de 2016. Teniendo un estreno extremadamente reducido o casi inexistente, las expectativas que lleva consigo marcaron la pauta, ¿vale la pena?
Pues conociendo la trayectoria de este visionario cineasta sólo puedo limitarme a analizar mis reacciones y el peso emocional que plagó la cinta a lo largo de sus dos horas de duración.
Uno de sus filmes más llamativos y sin duda el más conocido internacionalmente es Drive (2011) que resultó ganador en la categoría de mejor dirección. No soy muy admirador de esta cinta en particular pero sin duda puedo reconocer el inmenso trabajo cinematográfico que marca la pauta escena tras escena, no sentí una tensión permanente sino más bien un desagrado característico de todas las películas de venganza que fue logrado a la perfección con su acción explicita y cruda.
Introduciéndome en su filmografía con la película pasada, le seguí la pista con el filme Bronson (2008), la cual protagonizada por Tom Hardy (The Revenant, Mad Max) pudo afincar sólo más el impacto visual que ya se vuelve característico. La presentación de cada escena y las diferentes capas narrativas fueron lo suficientemente estimulantes para interesarme por este magnífico trabajo, teniendo una alta estima por el trabajo artístico y amando esta obra en particular.
La carrera de este director no se remonta a sólo dos o tres películas, ya que iniciando como director en los remotos años 90s, su trayectoria nos muestra una amplia evolución artística y grandes revelaciones en su arte mucho más destacadas desde que se volvió discípulo del maestro del tarot Alejandro Jodorowsky, una especie de celebridad en el mundo esotérico y cinematográfico.
Ya viendo The Neon Demon pude notar una diferencia en cuanto a tono y observar desde un principio el mundo plástico y despampanante que se refleja en pantalla. Su toma inicial nos muestra a Elle Fanning (Super 8, Maléfica) tumbada y cubierta de sangre mientras es fotografiada viciosamente por un joven fuera de plano, mostrándonos una visión que pertenece más a la portada de una revista que a otra cosa que podamos ver en cine.
Mientras continuamos viendo la entrada de esta chica al mundo de la moda, comenzamos a ver detalles angelicales tanto en su apariencia como en su personalidad, casi emanando luz y siendo el foco gigantesco de cada escena.
Al aprender más tarde que es mucho más joven de lo que pensamos, el viaje se hará mucho más doloroso, tomando elementos surrealista y oníricos hacia un camino tenebroso que nos hace adentrarnos a una pesadilla.
En una entrevista sobre la película, el director hablo de esa temática de terror adolescente que le encantaba en su adolescencia, y sin duda logró dotar de una cinta nueva al género, siendo consciente de lo que quería lograr y no tomándose muy en serio a sí misma para poder pasar esas barreras lógicas que plagan a muchas películas del género de terror, se tiene un objetivo claro y se está dispuesto a llegar por cualquier medio.
Es muy común encontrar simbolismo en las cintas anteriormente nombradas, y claramente se encuentran latentes a lo largo del filme, pero si eres una de esas personas a las que les cuesta trabajo entender este tipo de cosas no creo que vayas a tener muchos problemas. Las metáforas sí están presentes pero de una forma totalmente clara en la que se me fue muy fácil comprender cada elemento nuevo, teniendo escenas vibrantes dedicadas en su totalidad a imágenes ilusorias y momentos casi psicodélicos.
Muchas criticas la pintan de vacía o artificial pero sinceramente pienso que esta forma plástica de hablar y moverse concuerdan a la perfección con el tono inquietante e irreal del mundo de la moda y el modelaje. Si el filme optara por una dinámica diferente el impacto no hubiera sido el mismo y todos sus elementos se encontrarían fuera de lugar.
Lo que sin duda destaca y asombra en momentos, es el soundtrack de Cliff Martinez, que acompaña con notas sutiles y electrónicas la acción de la cinta, ofreciendo una sensación de misterio que pareciera habitar en la trama como una fiesta de luces resplandecientes y cegadoras.
De un director tan visionario no se podría esperar menos en una película donde el titulo lleva la palabra neón, siendo muy cautivadora a la vista y dejando escenas que parecen traer el mundo de la moda a la vida, con una paleta de colores reluciente y un contraste de luces despampanante.
Llegan momentos en donde las luces titilan y cambian con mucha rapidez teniendo diferentes tomas que hacen rica a la escena, contándonos de una forma tan estimulante los eventos que podrían ser llevados a cabo de maneras infinitamente mediocres. Una pasarela de modas se puede convertir en un medio de transformación y darnos más cambios en el personaje que los mismo diálogos e interacciones de la obra.
Respecto a la trama no pueden esperar mucho, ya que esta película no es sobre modelaje, si entran con expectativas sobre una historia enriquecedora saldrán muy decepcionados. Es justamente lo que buscaba ser, fue un filme de terror que nos recuerda a tramas de los 70s, en donde la chica inocente cambia y se encuentra en una pesadilla de la que no podrá escapar.
Me habló sobre la superficialidad y los limites difusos de la belleza pero no se enfrascó mucho en esto, no busca dar grandes declaraciones o algún mensaje público, busca envenenarte con sus imágenes y darte una muerte placentera de la que te tomará trabajo despertar.
La estructura empieza como un sueño que escala rápidamente a pesadilla, acercándonos al final se revela más que nunca y nos deja con un sabor de boca amargo. Tan amargo que sentí una necesidad urgente por que se acabara, teniendo una escena en particular de la que me extraña fuertemente su grabación, y no por una buena razón.
Puedo advertir que no veas esta película en tu primera cita o nada que involucre un encuentro romántico, porque si en Bronson o Drive creía ver escenas muy crudas, estos limites se traspasaron con creces y dejaron momentos hacia el final que además de provocarme nauseas fueron lo suficientemente grandes para incomodarme y causarme una enorme repulsión.
Al final, The Neon Demon es una película visionaria en donde cada elemento del filme —desde su música hasta sus actuaciones— contribuyen a crear esa sensación onírica de pesadilla que nos lleva a un final algo controversial pero no menos satisfactorio y referencial a las películas de terror adolescente que el director buscaba homenajear. Una de las mejores opciones del momento que constituye buen cine y una historia que te absorba para dejarte deseando que ningún familiar o conocido se involucre en el mundo del modelaje.