Alemania en los últimos años ha surgido como epicentro futbolístico. Luego de décadas en las sombra, su liga, la Bundesliga quedaba detrás de las 3 grandes de Europa. El Calcio, La EPL (English Premier League) y la Liga lideraban los laureles europeos, los mejores jugadores miraban de reojo Alemania y buscaban como destino futbolero ser estrellas de una de las puntas de la trinidad liguera europea.
Con la decadencia del Calcio, la maquina organizacional de la Bundesliga cobraba vigencia. Estadios de primer nivel, con infraestructuras renovadas luego de realizado el Mundial de fútbol del 2006 en tierras germanas. Precios de entradas y bonos asequibles para el aficionado. Los estadios se llenan jornada tras jornada, cada fin de semana la afición asiste a sus respectivos coliseos donde 22 gladiadores brindarán espectáculo. Donde el grito sagrado del gol, es el único capaz de generar éxtasis y desazón en las gradas.
Alemania cuenta con fascinantes escenarios futboleros, envidiables y modernas infraestructuras. El Allianz Arena es sinónimo de estilismo y modernidad. Sin embargo, en la región del Rhur (unidad demográfico-económica de Alemania), existe un estadio con una mística diferente, gran escenario de “noche mágicas” europeas. El Westfalenstadion, mejor conocido como el Signal Iduna Park (por intereses de patrocinio). El Westfalenstadion, ubicado en Dortmund, ciudad de Alemania localizada en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, la cual está históricamente ligada a la actividad minera y explotación del carbón.
Dortmund
Dortmund es una ciudad con una población de 587.830 habitantes. La capacidad del Westfalenstadion es de 80.645 espectadores, 14% de la población de la ciudad ruge cada fin de semana, apoyando a los consentidos, al equipo de la ciudad, el Borussia Dortmund.
El Borussia Dortmund está recuperando ese prestigio europeo que poseía en la época de los 80s y finales de los 90s. El crecimiento y poderío económico de su rival directo en liga, el Bayern Munich; lo rezagó a puesto que evitaban que participara en grandes citas de las competiciones europeas, entre ellas, la UEFA Champions League.
Sin embargo, un cambio de directiva, nuevos patrocinios y el liderazgo de Jurgen Klopp (el rockstar entre los directores técnicos) permitió que uno de los equipos más laureados de Alemania consiguiera el título liguero de manera consecutiva en el año 2011 y 2012.
El Borussia Dortmund volvía a pertenecer a la elite del futbol europeo, El campeón de Alemania era aurinegro. No obstante, no llegaron solos, vinieron acompañados de una de las aficiones más particulares y ruidosas de Europas, los Borrusers; como son popularmente conocidos.
Es un cartel que se pudo observar durante una eliminatoria de la UEFA Champions League frente el Arsenal, donde el Borussia Dortmund perdió 1-0 en casa. De fondo, se puede observar –quizás- a una de las grandes maravillas del futbol europeo, la Südtribüne.
¿Qué es la Südtribüne?
La Südtribüne (grada sur) mejor conocida como The Yellow Wall (la Muralla Amarilla) es la tribuna más espectacularmente ruidosa de toda Europa. No me atrevería a decir del mundo, porque en Latinoamérica nos caracterizamos por ser muy ruidosos y apasionados por el fútbol.
La Sudtribune fue construida inicialmente para 12.000 espectadores (1970) y reconstruido en el doble de ese tamaño en la década de 1990, justo cuando comenzó el Borussia Dortmund comenzó a ganar trofeos.
En este sentido, La Südtribüne es el fondo vertical más grande de Europa, al conjuntar a más de 25 mil espectadores. Miles de aficionados uniformados con los colores característicos del club el amarillo y el negro, simulando un grupo de abejas por su bulliciosa unión. Como si protegieran su panal, los borussers con sus canticos, pancartas, banderas y bufandas no se cansan de aupar a su equipo e intimidar del primer segundo del pitido inicial al equipo contrario.
Llevarse a victoria en el Westfalenstadion y frente a la Südtribüne, es para los afortunados.
La magnificencia de la Südtribüne es casi indescriptible, pero el lenguaje es tan maravilloso, que una de las mejores descripciones de tan maravillosa afición solo pudo ser expresada por quien fuese el director técnico del Borussia Dortmund, Jurgen Klopp:
“Sales y el estadio ruge, dejas la oscuridad y se hace la luz. Miras a tu izquierda y parece que hay 150.000 personas en la grada, todos completamente locos”.
Admirado por los seguidores del futbol, temido por sus rivales. En una ocasión, ante un enfrentamiento contra el Borussia Dortmund, el ex – jugador del Bayern Munich, Bastian Schweinsteiger fue preguntado si temía mas al equipo o a la afición, respondió en su momento con: «Es la pared amarilla (la Südtribüne) la que más me asusta.
Temporada tras temporada, los Borussers seguirán animando a su equipo, exigiéndole el máximo de su rendimiento. Conocedores del buen fútbol, la Südtribüne espera poder celebrar un nuevo título esta temporada. Sobre todo el que le ha sido esquivo en los últimos años, la Bundesliga.
La hegemonía del conjunto bávaro para interminable, pero si hay un equipo que se armó para darle fin al reinado del Bayer Munich, ese el Borussia Dortmund. Cuando la fatiga gobierne al equipo, ahí estará el rugir, el palpitar de la afición para convertirse en el jugador número 12 y motivar a su equipo.
Por último, La Südtribüne en números: 100 metros de ancho, 52 de largo y 40 de alto y con un ángulo inclinación de 37 grados. Una maravilla arquitectónica y futbolera.